Friday, April 26, 2024  |

By The Ring | 

ALREDEDOR DEL MUNDO

Por Gareth A Davies

Anthony Joshua, como un hombre devorando cinturones de campeonato tras seis meses de hambruna, aparentemente no pudo decidir qué título defender primero después de recuperar tres porciones de la corona de peso pesado de manos de Andy Ruiz Jr. En su combate de diciembre pasado en las dunas de Arabia Saudita. Dependiendo del modo en que uno lo haya observado en las semanas subsiguientes, Joshua y su promotor, Eddie Hearn, estaban en un momento prometiendo defender su corona de la FIB ante el retador obligatorio, el búlgaro Kubrat Pulev, y en el siguiente minuto decían públicamente preferir al recientemente coronado peso pesado ucraniano Aleksandr Usyk, quien tiene la misma posición en la OMB. Pero quizás fue todo parte de su juego de ajedrez para mejorar la posición de sus peones en el tablero, para que Joshua no sea forzado a abandonar uno de esos títulos en medio de toda esta locura de acumulaciones de desafíos obligatorios. 

Tanto la FIB como la OMB dieron ordenes rápidamente a Joshua sobre sus obligaciones inmediatamente después de su redención ante Ruiz, y Hearn, quien es una especie de mago de las promociones, quería hacer un arreglo arriesgado con ambos organismos rectores para asegurarse de que Joshua mantenga ambos títulos. Es factible, claro.

Aleksandr Usyk es el retador obligatorio de Joshua por el título de la OMB. (Photo por Valery Sharifulin/TASS via Getty Images)

«Mi pregunta para los organismos rectores es, ‘¿quién está primero?’. Por favor hablen entre ustedes y dígannos quién está en primer lugar», dijo Hearn, a través de uno de sus medios de internet favoritos, IFL TV, a finales de diciembre. «Nosotros no dejamos títulos vacantes, y creemos que no deberíamos tener que dejar un título vacante. Cuando eres campeón unificado, debería haber un orden. Yo sé que según el orden en que han llegado los comunicados, la FIB está primera, pero quizás ni siquiera podamos hacer un contrato con Pulev. Quizás peleemos con Usyk en lugar de eso. 



«Usyk tiene la opción de pelear ante (Derek) Chisora, y luego con el ganador de AJ vs. Pulev. O quizás ellos hagan un giro y elijan pelear para la OMB primero. Luego pelearían con Usyk». Pero, aun así, un par de días más tarde, Joshua expresó su preferencia por Usyk por encima de Pulev. «Usyk ha tenido más logros”, explicó Joshua. «Tiene un buen récord, muy sólido. Por eso me iré con Usyk, porque sé lo bueno que es». En otras palabras, ellos no pueden ponerse de acuerdo con quién de los dos es mejor. La verdad es que no debería importar. La unificación indiscutida debería ser el objetivo, para el bien de toda la división, el deporte y los muchos fanáticos que quieren saber de una buena vez quién es el mejor de su era. Con pruebas contundentes. En un ring, un torneo, o por el modo en que normalmente se deciden estas cosas: que los mejores peleen con los mejores suficiente cantidad de veces hasta que no hayan debates. Sin embargo, el quid de la cuestión es que Hearn ha dicho ya que Joshua «no tiene problemas para pelear con quien sea». 

A pesar de que su argumento es que Joshua quiere mantener sus títulos a fin de hacer historia al transformarse en el primer campeón indiscutido desde Lennox Lewis, la clave será lograr un acuerdo tan pronto como sea posible después del 22 de febrero, dependiendo de quién sea el ganador entre el monarca defensor del CMB Deontay Wilder y el campeón lineal Tyson Fury. 

La sede, por cierto, del próximo combate de Joshua, seguramente en abril (ante quien sea que le toque) quizás sea en un lugar completamente nuevo, también. Se espera que los planes inmediatos de Joshua incluyan un regreso a Londres – probablemente en el hogar del Tottenham Hotspur Football Club en el norte de la ciudad, aunque Hearn ha dicho, incidentalmente, que ha recibido numerosas ofertas para realizar el combate en otros lugares, incluyendo África. 

Incluso Muhammadu Buhari, presidente de Nigeria (tierra natal de los padres de AJ) envió un mensaje de felicitaciones a Joshua a través de su vocero oficial. El mensaje fue profundo: «La caída de un hombre no es realmente el final de su vida. Siempre hay otro día mejor en el futuro. Esta es una lección que todos debemos aprender de ti como país”. Fue, después de todo, una lección sobre redención después de esa derrota que causó un temblor casi sísmico ante Ruiz en Nueva York el 1ro de junio. 

Consideremos por un momento lo que Joshua logró al recuperar los títulos FIB, AMB y OMB de manos de Ruiz en el Evento del Año 2019. Joshua se transformó en apenas el cuarto peso pesado en la historia en recuperar inmediatamente el título en una revancha, después de Floyd Patterson (1960), Muhammad Ali (1978) y Lennox Lewis (2001). 

Yo puedo revelar también que Ruiz perdió en más de un modo. Me han dicho de muy buena fuente que, si Ruiz ganaba la pelea, Fury podría haber dado un paso al costado para pelear con el ganador del título indiscutido entre Wilder y Ruiz. Todos los cinturones. Fue algo que se discutió de manera legítima. Todo es ahora un espejismo para Ruiz. 

Y, aun así, lo que los fanáticos de boxeo (y sin duda el mundo del boxeo en general) están esperando es que no hayan más demoras en 2020 para una mega-pelea que unifique todos los cinturones. O incluso hasta tres mega-peleas que determinen al mejor de su generación. Nosotros requeriríamos que la política del boxeo, las cadenas televisivas enemigas y los egos inflamados se dejen de lado y nos ayuden a que nuestros deseos se hagan realidad. 

Pero Joshua y Hearn han recuperado el control de la división de peso pesado por dos razones: Tienen en sus manos el 75 por ciento de los cinturones de la división, y pueden imponer sus condiciones en lo que respecta a los números que avalan la popularidad de Joshua. Si la pelea ante Usyk es la siguiente, eso es bueno. Es una pelea sólida. Joshua se plantó con su estilo y aguantó lo mejor que pudo ante Ruiz, protegiendo la cerámica que rodea su quijada, aunque todavía lució vulnerable por momentos durante la pelea. Y en los rounds 4 y 8 hubieron momentos de preocupación. Una guardia alta y un jab largo y fuerte, manos derechas ocasionales y solamente un uppercut que aterrizó en su sitio le valieron a Joshua al menos nueve asaltos cómodos en mi tarjeta. 

Hubo un método claro en el campo de entrenamiento del ahora dos veces monarca. Que Joshua proteja su mentón cautelosamente me parece bueno. Sus dos grandes rivales (Wilder y Fury) son boxeadores completamente diferentes, y que Joshua cree su propio estilo le da ventaja y le aporta otras habilidades. La práctica lleva a la perfección. Más aún, se notaron huellas de un tal Wladimir Klitschko en el paciente trabajo de obrero de Joshua, quien aun así lució enorme para ser un hombre que pesa apenas 107 kilos. 

El crédito es para Joshua, quien, según mis estimaciones, ha acumulado hasta ahora unos 150 millones de libras (alrededor de $195 millones de dólares) en bolsas acumuladas durante su carrera. Si sigue adelante podría triplicar ese dinero. Destrúyelos a todos, y podrás ser un boxeador billonario. Lo que también vale la pena celebrar con Joshua – tal como lo hemos visto últimamente con Fury – es que es un modelo a seguir. Muéstrame las historias negativas que se han sabido sobre Joshua desde que se alzara con el oro olímpico en 2012. No hay ninguna. Lo felicitamos, y es bueno para el deporte, y lo mismo con su triunfo en Arabia Saudita, incluso con todas las salvedades del apoyo implícito a un régimen que de inocente no tiene nada. Joshua resuena muy bien entre la falange de boxeadores británicos por su peso comercial y su fama a nivel mundial. 

El choque entre Joshua y Fury en un ring en algún momento del futuro será la mayor pelea que el Reino Unido haya visto jamás. Sin dudas será el mayor evento en las costas británicas, o ciertamente desde que Inglaterra ganó la Copa Mundial el 1966. 

Joshua no está exactamente listo para Fury, en mi opinión, ni tampoco para Wilder – aunque eso es casi una definición por penales – pero un par de peleas más para aceitar su método de «jab, jab, moverse y amarrar» no le harán daño. Hearn no tiene problemas en esperar mucho para ver los grandes combates que le esperan a esta división. Es una maratón, no una carrera de velocidad. Aunque sospecho que Fury ganará la revancha con Wilder, el «Rey Gitano» intentará hacer inmediatamente después la pelea ante Joshua, y tendremos un gigantesco evento en nuestras manos. Recemos para que eso suceda. 

Gareth A Davies es el periodista de boxeo del periódico The London Telegraph.

 

Por Ryan Songalia

Durante más de una década, Manny Pacquiao y Nonito Donaire habían sido los dos abanderados del boxeo filipino. Sus estrellas brillaban con fuerza, y lógicamente deberían haberse consumido por completo. En lugar de eso, Pacquiao terminó la década del mismo modo en el que lo comenzó, con el título de peso welter en sus manos y como nominado para Boxeador de la Década por la BWAA, un premio que ganó hace 10 años. Donaire, de 37 años, demostró que todavía tenía mucho para dar, llegando a estar a apenas un golpe de enviar al candidato a ser uno de los mejores libra por libra, Naoya Inoue, a las lonas en su combate de unificación en noviembre pasado. 

Hubo mucha acción por debajo de ese nivel, con Jerwin Ancajas recuperándose tras un decepcionante 2018 para alzarse con dos victorias por nocaut y así llevar a ocho su total de defensa del título de peso gallo junior de la FIB. Vic Saludar perdió su título de peso paja de la OMB ante Wilfredo Méndez en Puerto Rico este agosto pasado, pero fue reemplazado rápidamente por Pedro Taduran, quien noqueó a Samuel Salva para quedarse con el título vacante de la FIB en las 105 libras un par de semanas más tarde en lo que fue el tercer combate de título mundial entre filipinos en los últimos dos años. 

Pero pocos boxeadores en las Filipinas están volando tan alto como John Riel Casimero, cuya carrera llena de altibajos ha alcanzado nuevas alturas con su sorprendente nocaut ante Zolani Tete para ganar un nuevo título mundial como visitante.

 

Boxeador del año: John Riel Casimero

No fue irrazonable asumir que Casimero era un boxeador ya desgastado luego de su sorpresiva derrota en 2017 ante Jonas Sultan. Su carrera parecía haberse estancado, y estuvo fuera del ring por casi un año después de eso. Alrededor de ese tiempo, Sean Gibbons, su viejo amigo y armador de peleas, había ascendido a la cima de MP Promotions y trajo a Casimero a su grupo de trabajo. Usando sus conexiones, Gibbons, un Frank Churchill de la era moderna, resucitó la carrera de Casimero, comenzando con un nocaut en 12 asaltos sobre Ricardo Espinoza en abril para alzarse con el título interino de peso gallo de la OMB. Luego, Casimero tuvo un buen combate de regreso a casa en agosto con un nocaut sobre César Ramírez en Manila. La razón por la cual hablamos de Casimero aquí es lo que sucedió a finales de noviembre, cuando Casimero se pasó los dos primeros rounds en Birmingham, Inglaterra, midiendo al mucho más alto Zolani Tete antes de bajarle el martillo al sudafricano. Una derecha perfectamente calculada derribó a Tete de bruces en las lonas. Desde ese punto en adelante, fue todo cuestión de cuánto castigo le permitiría absorber a Tete, y la pelea fue detenida poco tiempo después de eso. 

Casimero se une a Pacquiao, Donaire y Nietes como los únicos filipinos en ganar títulos mundiales en al menos tres divisiones. Parece estar encaminado a un mucho más grande 2020, con un choque ante Inoue en sus planes futuros. Con un registro de 29-4 (20 KOs), los números de Casimero no son exactamente impactantes, pero eso es así porque nunca tuvo miedo de pelear con quien sea o viajar adonde sea a hacerlo. Pero si prestamos más atención a su boxeo y no solamente a su BoxRec, la historia sonreirá favorablemente sobre su legado.

 

Pelea del año: Manny Pacquiao DD 12 Keith Thurman

Antes de este combate, vi mensajes de preocupación genuina por parte de algunos fanáticos de Pacquiao que temían por la integridad del ya envejecido guerrero en este combate. Las preocupaciones sobre su preparación se vieron disipadas en el primer asalto, cuando un derechazo de Pacquiao puso a Thurman, una década más joven que él, en las lonas. Thurman vendería muy caro su invicto, y regresaría en los asaltos del medio para darle a Pacquiao un serio castigo con sus pesadas manos. Entrando en los últimos rounds en Las Vegas el 20 de julio, la pelea estaba ahí para cualquiera de los dos hombres. Ahí fue cuando en el 10mo round Pacquiao encontró el punto entre las costillas y la cadera en el costado derecho de Thurman, colando una izquierda feroz en su hígado que puso al nativo de la Florida a rodar sobre su bicicleta y a escupir su protector bucal mientras esperaba recuperarse. Pacquiao terminó ganando por fallo dividido y alzándose con el título de la AMB, completando la resurrección de su carrera bajo Premier Boxing Champions. 

Segundo puesto: Inoue-Donaire. Inoue ingresó en este combate de campeonato de las 118 libras pareciendo invulnerable. Se marcharía luego con la nariz rota y un hueso orbital roto, pero también con una victoria en el torneo de peso gallo de la World Boxing Super Series. En la derrota, Donaire se afianzó como un guerrero de corazón valiente y subió su valor de mercado entre los fanáticos.

 

Nocaut del año: Roldan Aldea KO 8 Mikhail Alexeev

Durante siete rounds y medio el pasado 13 de julio en Ekaterinburg, Rusia, el previamente invicto Alexeev marchó indefenso hacia Aldea y su letal uppercut de izquierda. Luego, el dique se rompió finalmente, y Alexeev colapsó de bruces en las lonas, sin que hiciera falta un conteo de protección. Fue un resultado impactante para el zurdo Aldea, quien había perdido seis de sus combates previos en el extranjero. La victoria es una venganza por la derrota de Romero Duno a manos de Alexeev en 2016. 

Segundo puesto: Donaire KO 6 Stephon Young. Donaire más gancho de izquierda más quijada quieta es igual a: buenas noches.

 

Sorpresa del año: Joe Noynay TKO 6 Satoshi Shimizu

Shimizu, medalla de bronce olímpica en 2012, estaba encaminado a una pelea de título mundial, habiendo obtenido ya el título de la OPBF en el peso pluma tras noquear a todos sus oponentes. Eso fue antes de que se tope con Joe Noynay, también zurdo como él, en la cartelera previa a Murata-Brant II el pasado 12 de julio en Osaka. Nonay demostró no tener respeto desde el primer campanazo, derribando a Shimizu dos veces en el primer asalto con izquierdas en punta, inflamándole el rostro antes de que Shimizu le diera la espalda en el 6to asalto para indicar que ya había tenido suficiente. Noynay, nativo de Bogo, Cebu, fue invitado a Japón a finales de diciembre, limitando a Kenichi Ogawa a un empate técnico en cinco asaltos.

 

Photo por Jhay Oh Otamias

Fantasma del año: Donnie Nietes

Nietes dijo que «no había razón» para enfrentar nuevamente a Aston Palicte después del empate entre ambos en el año anterior, y dejó vacante su título de peso gallo junior de la OMB en marzo pasado. Lo que sucedió en lugar de eso fue que el resto de la división decidió que “no había razón» para enfrentar a Nietes, un boxeador de mucho riesgo y poca recompensa, si es que éste no tenía un cinturón de campeón para disputar. Gracias a eso, el año llegó y se fue sin que Nietes suba a un ring. A sus 37 años, y luego de años de luchar para mantenerse relevante en el boxeo, fue un momento de estancamiento que no se podía dar el lujo de tener. La única presentación de alto perfil que «Ahas» ha hecho en 2019 fue presentarse en la convención de la OMB en Japón, lo cual podría presagiar una nueva pelea de título en 2020. 

 

Amateur del año: Eumir Marcial y Nesthy Petecio

Éste no es un premio que yo normalmente otorgue, pero es un reconocimiento muy bien merecido tanto para Marcial como para Petecio, quienes capturaron la atención de periodistas y fanáticos con sus respectivos desempeños en los Campeonatos Mundiales de AIBA. En Rusia, Marcial arrasó con la competencia con sus potentes golpes de zurdo, dominando en las preliminares antes de darle una paliza al kazajo Tursynbay Kulakhmet en las semifinales. Se quedó corto en la pelea por la medalla de oro, perdiendo por 5-0 en puntos, pero se transformó en el tercer filipino en ganar una medalla de plata en los Mundiales, luego de Harry Tanamor (2007) y Roel Velasco (1997).

El mejor resultado del año llegó de manos de Petecio, la veterana nativa de Santa Cruz, Davao del Sur, quien se alzó con el oro en octubre al derrotar a la rusa Liudmila Vorontsova por 3-2 para así seguir los pasos de Josie Gabuco, ganadora del oro en el torneo del 2012. 

Marcial, de 24 años, se quedó corto para calificar para las Olimpíadas en 2016, pero parece haber madurado para transformarse en una promesa de medallas futuras. Petecio, de 27 años, tendrá el beneficio de una nueva división de peso pluma que se sumará en los Juegos del 2020, haciendo que ambos sean los boxeadores para vigilar de cerca en Tokio. 

Tanto Marcial como Petecio estaban entre los siete filipinos que ganaron oro en el boxeo en los Juegos SEA, por lo cual su dominio era más que esperado. 

Ryan Songalia vive en Nueva York y puede ser contactado en [email protected].

 

Por Droeks Malan

El campeón de peso gallo de la OMB Zolani Tete tuvo que aguantar la frustración de tener que cancelar su pelea ante Nonito Donaire en la semifinal de la WBSS el año pasado debido a una lesión en el hombro, pero luego todo empeoró. Después de más de un año fuera del ring, tuvo que enfrentar al retador obligatorio John Riel Casimero, quien también es un monarca de dos divisiones, en Birmingham, Reino Unido de Gran Bretaña. 

Los primeros dos asaltos tuvieron poca actividad, con Tete tratando de establecer su jab zurdo y Casimero buscando una apertura, pero luego todo explotaría en el tercer asalto.

El reinado de Zolani Tete en el peso gallo llegó a su fin en 2019.

Casimero cerró la brecha y conectó dos derechas cortas seguidas en la frente de Tete que lo depositaron prontamente sobre las lonas. Cuando Tete se puso de pie, quedó claro que ya no tenía piernas, y Casimero se abalanzó sobre él. Tete intentó amarrar a su oponente, pero fue lanzado a las lonas. Se puso de pie, pero Casimero anotó una segunda caída en su renovado ataque. Una vez más, Tete se puso de pie, pero simplemente no pudo mantener a Casimero alejado. Desprotegido contra las cuerdas, un último gancho de izquierda por parte de Casimero convenció al réferi de decretar el final del combate a los 2:14 de ese asalto. 

Fue una actuación impresionante por parte de Casimero, que demostró que es parte de la élite de boxeadores filipinos. 

La derrota fue demoledora para Tete, pero él ya ha pasado por situaciones así. El camino de regreso será duro, pero quizás le quede un último esfuerzo para darnos.

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El peso gallo junior Athenkosi Dumezweni, tras una reciente victoria categórica ante Jonas Sultan, se enfrentó al invicto (10-0) olímpico argentino Fernando Daniel Martínez en East London, Sudáfrica, en un pleito a 12 asaltos el pasado 16 de diciembre. 

Martínez salió a pelear agresivamente desde el primer campanazo. Peleando desde una posición agazapada, recibió varias izquierdas de parte del zurdo Dumezweni, pero cuando conectó a éste con una corta derecha, el local se fue a las lonas. Logró ponerse de pie, pero Martínez lo sacudió nuevamente con más derechas justo cuando sonaba la campana. 

Desde el segundo asalto en adelante, Dumezweni comenzó a meterse nuevamente en la pelea, estableciendo la distancia con su jab y conectando izquierdas rectas y algunos uppercuts en movimiento. Dumezweni tuvo un buen 4to round cuando un uppercut de derecha pareció derribar a Martínez, pero el árbitro decretó un resbalón. Martínez siguió arremetiendo, pero Dumezweni también se las arregló para abrir un corte sobre el ojo derecho del argentino. En el quinto, Dumezweni conectó una tremenda combinación de uppercut de derecha y gancho de izquierda, y aunque Martínez siguió recuperándose con golpes potentes por dentro, el sudafricano pareció estar encaminado a ganar la pelea. Dumezweni tuvo un gran 7mo round, aprovechando las ventajas que daba Martínez al atacar desprotegido.

Dumezweni pareció desinflarse en el octavo, un round en el que Martínez pareció recuperarse muy bien, lanzando ganchos al cuerpo y a la cabeza. Martínez envió a Dumezweni a las lonas nuevamente en el 10mo con una derecha, pero fue penalizado con un punto por lanzar golpes mientras Dumezweni estaba en las lonas. Ya todo estaba escrito cuando Dumezweni se puso de pie, pero fue salvado por la campana mientras Martínez lanzaba furiosas combinaciones. 

Al comienzo del 11er asalto, Martínez arrinconó a Dumezweni y siguió tirando golpes hasta que su oponente se hundió en las lonas, forzando el final anticipado del pleito a los 23 segundos del episodio en cuestión para anotar su primera victoria realmente significativa como profesional. 

Fernando Daniel Martínez es un retador legítimo.

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El veterano peso paja Nkosinathi Joyi (derecha) sigue en carrera como retador a un título. (Photo por Nick Lourens)

La tarea de salvar el honor de los sudafricanos en esta noche quedó entonces en manos de Nkosinathi Joyi, quien se enfrentó al filipino Joey Canoy en un combate a 12 asaltos. En una batalla de zurdos, el ex monarca de la FIB se mostró en gran forma ante el peligroso Canoy, boxeando bien detrás de su adormecedor jab y sus ya conocidas combinaciones al cuerpo con una izquierda en punta para terminar de completar el arsenal. 

A pesar de que tuvo problemas para ganar rounds, Canoy siempre estuvo en la pelea, conectando algunos derechazos duros y dando seguimiento con su izquierda recta. Comenzó el quinto asalto con una gran arremetida, pero Joyi simplemente dio un paso atrás, se recuperó y volvió a atacar, superando a Canoy en boxeo y técnica. La multitud se puso de pie, cantando y alentando en lo que fue un excelente round. 

Canoy tuvo su mejor round en el octavo, cuando encontró algo de vida en sus decaídas piernas y soltó golpes a voluntad. Incluso tuvo a Joyi en retirada tras conectarle una combinación de recta de derecha y gancho de izquierda en el noveno, pero Joyi ya había ganado demasiados rounds para entonces y aun así seguía arremetiendo con todo. Ambos intercambiaron duros golpes en el último round, pero Joyi fue simplemente mejor, ganando por tarjetas de 117-111, 119-109 y 117-112.

A sus 36 años, el improbable retorno de Nkosinathi Joyi sigue adelante.

 

Por Jamie Rebner

En lo que respecta al boxeo en Canadá, el estadio que es sinónimo de grandes peleas es el Bell Center de Montreal. Las mayores atracciones de años recientes, incluyendo a Jean Pascal, Lucian Bute y Adonis Stevenson, siempre han atraído a ruidosas multitudes de fanáticos cuando se presentaron allí. Pero últimamente no han habido grandes choques que ameriten la presentación de un programa de boxeo en semejante lugar. 

Sin embargo, el pasado 10 de diciembre, Eye of the Tiger Management presentó una cartelera para mostrar a algunos de sus boxeadores más talentosos junto a sus más destacadas promesas en ascenso. En el evento estelar, el hijo predilecto de la ciudad David Lemieux (41-4, 34 KOs) hizo su debut en el peso súper mediano ante el veterano ucraniano Maksym Bursak (35-6-2, 16 KOs). Lemieux venía de un largo descanso de 15 meses debido a una lesión en una mano, y tuvo que cancelar un combate en peso mediano debido a una severa deshidratación en su intento por cumplir con el límite de 160 libras.

A pesar de que Bursak había estado en el ring con grandes talentos, incluyendo a Gilberto Ramírez, Martin Murray y Hassan N’Dam, terminó perdiendo todas esas peleas y no se esperaba que le diera tantos problemas a Lemieux. El nativo de Montreal tuvo que recuperarse de caídas en el primer y quinto asaltos para asegurarse el triunfo por fallo dividido. A pesar de las insolvencias tácticas de Lemieux, él demostró buena predisposición para superar esas dos caídas y terminar derribando a Bursak en el sexto para luego dominar claramente el último asalto. 

Con Lemieux cumpliendo 31 años a fines de diciembre, hay que tomar una decisión importante para maximizar lo que queda de su carrera. No es precisamente un mediano inflado, porque mide 1.78 mt con un alcance de 177 cm, pero su equipo tiene que determinar si competir ante rivales más grandes vale la recompensa de no tener que sufrir tanto para cumplir con las 160 libras. Sin importar la división en la que permanezca, Lemieux necesita estar más activo para evitar cualquier problema como el que evitó a duras penas ante Bursak. 

«Nuestro mayor error fue dejarlo parado 15 meses sin boxear», dijo Camille Estephan, presidenta de Eye of the Tiger. «Teníamos una fecha pactada para septiembre, pero se cayeron las negociaciones. Eso demoró todo. Es difícil que un boxeador se motive en el entrenamiento cuando no tiene una pelea pactada ni un oponente. David es muy concienzudo, hace todo lo que tiene que hacer. Pero entrenar por entrenar no es lo suyo». 

En la cartelera previa, se pudieron ver algunos de los mejores talentos jóvenes de Canadá. Uno de los más auspiciosos pesos pesados del mundo, Arslanbek “El León” Makhmudov (10-0, 10 KOs), agregó a su tremenda reputación una brutal demolición en el primer round ante el ex monarca Samuel Peter (38-9, 31 KOs), quien continúa peleando después de que pasaron sus mejores años, y ya lejos de su apodo de la “Pesadilla Nigeriana”. En otro combate, el canadiense Simon “Grizzly” Kean (18-1, 17 KOs) noqueó al decaído veterano Siarhei Liakhovich (27-8, 17 KOs) por la vía del cloroformo en el 10mo round tras un combate sin mucho brillo. 

En otra pelea, la retadora de peso mosca junior Kim Clavel mejoró a 11-0 (2 KOs) tras imponerse ampliamente sobre Esmeralda Gaona Sagahon (7-4) en 10 rounds para así adjudicarse el cinturón de la NABF. Clavel continúa impresionando con sus habilidades, y todo indicaría que una pelea de campeonato mundial en 2020 estaría dentro de sus posibilidades. Dos más de los ascendentes boxeadores estelares actuales de Quebec acumularon valiosos rounds, cuando Sadriddin Akhmedov (11-0, 10 KOs) y Lexson Mathieu (8-0, 7 KOs) anotaron triunfos antes del límite pactado. Akhmedov, un potente peso mediano junior oriundo de Kazajistán y actual residente de Montreal, se mantuvo en control a pesar de las tácticas de distracción de su oponente, José Antonio Villalobos, y se aseguró un nocaut de antología en el séptimo asalto. Igualmente, impresionante fue «The Next» Mathieu, quien fue forzado a trabajar duro para superar a su oponente, el mexicano Rolando Paredes (16-9-2, 11 KOs). Esto fue un paso valioso en el desarrollo de Mathieu, porque tuvo que mostrar sus habilidades en el boxeo y su capacidad para pelear yendo al frente. Con apenas 20 años de edad, el cielo es realmente el límite para Mathieu, quien luce cada vez más como el próximo campeón mundial en salir de esta región.

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Otros miembros del establo de la EOTM estuvieron en acción en diciembre, cuando Yves Ulysse Jr. (18-2, 9 KOs) y Erik Bazinyan (24-0, 18 KOs) compitieron con una semana de diferencia en California. Ambos están co-promovidos por Golden Boy, y se les está dando una chance para mostrar su talento y lograr seguidores en el mercado estadounidense. Sin embargo, solamente uno de ellos pudo hacer eso en su más reciente salida. Bazinyan envió temprano a su casa a Saúl Román (46-14, 38 KOs) por cortesía de una tremenda derecha en contragolpe en el tercer asalto. Bazinyan había conectado a Román con esa derecha toda la noche, y la usó una vez más para noquear decisivamente a su oponente. 

En un contraste muy fuerte con la actuación de Bazinyan, Ulysse hizo una pobre demostración de su talento en lo que debía ser un combate para darse a conocer en su máximo esplendor ante el venezolano Ismael Barroso (22-3-2, 20 KOs). Ulysse nunca logró pisar el acelerador, y fue continuamente apabullado por el golpeo incesante del ex retador al título. Las estadísticas de golpes indicaron que Barroso duplicó casi la cantidad de golpes de Ulysse, y conectó muchos más golpes también. Muchos de esos puños conectaron sobre el cuerpo de Ulysse, causando que el canadiense baje el ritmo con el pasar de los rounds. Igualmente impresionante fue ver el inagotable nivel de energía del venezolano, porque fue él quien impulsó los rounds de campeonato, decidido ya a no descansar sobre sus laureles. 

Tras 12 asaltos, Barroso recibió un fallo unánime en su favor, dándole a Ulysse la segunda derrota de su carrera profesional. Antes del combate, el nativo de Montreal tenía sus ojos puestos en un choque de campeonato ante el monarca Josh Taylor. Sin embargo, esos planes fueron descarrilados por este considerable traspié. Y a pesar de tener apenas 31 años, el reloj está corriendo rápidamente si es que Ulysse quiere ganarse una chance de obtener un título mientras todavía está en sus mejores años. No puede darse el lujo de cometer los mismos errores que mostró en este combate. Más que mantenerse activo, necesita acumular una serie de victorias ante oponentes de calidad para recuperar su puesto como un retador de primer nivel en la talentosa división de peso welter junior. 

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El Groupe Yvon Michel, el otro gran promotor de la escena canadiense, recientemente anunció que se estará asociando con Boxing Canada para presentar cinco carteleras mezclando profesionales y amateurs en 2020 en el Montreal Casino. Cada show incluirá un puñado de selectos miembros del Equipo Nacional Canadiense en choques ante algunos de los mejores boxeadores amateur del mundo, incluyendo a púgiles de Puerto Rico, Estados Unidos, Francia e Italia. Habrán entre 4 y 6 peleas profesionales en cada cartelera, lo cual le permitirá a los fanáticos ver en acción a talentos como Wilfrid Seyi, Francis Lafreniere, Ayaz Hussain y Terry Osias, como lo indica un comunicado de prensa. 

“Esta sociedad es ciertamente una de las más emocionantes novedades en décadas”, dijo Pat Fiacco, presidente de Boxing Canada. «Esta oportunidad les permitirá a atletas del equipo nacional demostrar sus talentos olímpicos al más alto nivel internacional, frente a fanáticos del boxeo profesional, así como a todos los televidentes. Estos eventos recurrentes generarán ciertamente una visibilidad exponencial para nuestras esperanzas olímpicas y nuestro deporte».