Saturday, April 20, 2024  |

By Joseph Santoliquito | 

Historia más inspiradora

JOSE RAMIREZ

Los viajes semestrales a México siempre llegaron con mucha expectativa, como si fuesen Nochebuenas, para José Ramírez, quien tenía 12 años en esa época. Miraba al mundo a través del prisma de sus ojos infantiles. Sabía que algo andaba mal con su abuelo materno, Luis González. José se había dado cuenta de que «Papa González» se desinflaba, que no parecía tener la energía que alguna vez tuvo.

Ramírez se había embarcado en lo que se transformaría en una lucrativa carrera boxística. Papa González tuvo la oportunidad de llegar a verlo.

Y lo mismo pasó con Jesús, el abuelo paterno de José. Fue Jesús quien siempre le dijo a su nieto que algún día sería campeón mundial. Jesús también tuvo la oportunidad de llegar a verlo.

José Ramírez tiene el consuelo de saber que sus abuelos estuvieron ahí durante parte de su época de éxito antes de que el cáncer se los llevara a ambos.



«Es una motivación muy fuerte», dijo José, monarca del CMB y OMB de peso welter junior. «El cáncer me toca de cerca debido a esas experiencias, y es la razón por la cual yo visito a estos chicos en el hospital que están peleando con el cáncer. No quisiera que pasen por lo que yo pasé cuando era niño, cuando perdí a mi abuelo por cáncer, y luego por lo que pasé cuando mi otro abuelo no pudo verme por mucho más tiempo después de que gane mi título mundial».

Es la razón por la cual Ramírez y su manejador, Rick Mirigian, y el evento «KO Cáncer» que auspiciaron en febrero, que logró recaudar una buena suma de cinco dígitos, es la Historia Más Inspiradora de The Ring para 2019. Esa noche, Ramírez defendió con éxito su título por segunda ocasión con una decisión mayoritaria sobre José Zepeda en un abarrotado Save Mart Arena en Fresno, California, con miles de dólares saliendo de los bolsillos de los mismos Ramírez y Mirigian para la organización «KO Cáncer».

Ramírez (25-0, 17 nocauts) y Mirigian, quienes han sido afectados por el cáncer en sus familias, se habían juntado para ayudar a niños luchando con el cáncer en el Valley Children’s Hospital en Madera, California. Ramírez admite que duele tanto o más que un golpe en el estómago ver a una niña sin cabello sobre una cama con sus padres sosteniendo su mano, con los ojos del padre a medio caer por la falta de sueño y la desconsolada madre sentada ahí sin maquillaje.

«Esa es la parte más dura, ver a esos chicos pequeños, niños de la edad de mi hijo y sus familias pasando por esto”, dijo Ramírez, quien tiene un hijo de 4 años. «Los niños que yo visitaba tenían 4, 5, 6 años, y ya tenían cáncer, y me fuerza a pensar y preguntarme ‘¿por qué tienen que sufrir así estos niños?’ Uno necesita mostrarles fortaleza. No puedo emocionarme, que es algo difícil de lograr cuando estás ahí sentado con una familia y su hijo ha quedado calvo por los tratamientos de quimioterapia.

«Tienes que ser valiente y demostrar valentía por ellos. Si puedo ayudarle a alguien o a una familia a quitarse ese infierno de la mente por unos minutos, eso hace que valga la pena.

«Yo solo quiero traer sonrisas a sus rostros. Quiero hacerles saber que estoy inspirado por ellos y sus peleas, y por lo valientes que son. No puedo ser egoísta. He tenido éxitos y es justo que haga lo que hago por estos chicos que están pasando por esta situación. Antes de ser campeón mundial, visité a este niño (Ismael) a comienzos del 2017, habían chicos que me conocían y me miraban por televisión, y uno de ellos se hizo muy fanático mío y siempre me enviaba fotos».

Un mes más tarde, Ramírez fue a visitar a Ismael, de 8 años de edad, y le dijeron que el niño había fallecido.

Cada vez que eso sucede, una parte de esos chicos queda en Ramírez. «Es como cargar con sus almas cada vez que peleo», dice.

«Si puedo ayudarle a alguien o a una familia a quitarse ese infierno de la mente por unos minutos, eso hace que valga la pena».

Luego de derrotar a Amir Imam por el cinturón vacante del CMB en marzo de 2018, su ciudad natal de Avenal, California (un pequeño pueblito de 12.400 habitantes) hizo un desfile en honor a su nuevo héroe.

Al final de la ruta del desfile había un grupo sosteniendo una foto gigante de un niño junto a Ramírez. Era la familia de Ismael.

«Esta familia viajó desde Madera solamente para contarme sobre su hijo, y yo me enteré porque me transformé en el ídolo de este niño. Y eso se me quedó clavado”; dijo Ramírez. «La vida te hace de un cierto modo, y yo hago lo que hago con mi corazón y con respeto. Hubo mucha energía en esto que hicimos, y tengo a mucha gente que me ha ayudado, como mi manager Rick, Top Rank y ESPN».

Luego, el duro boxeador que arrasó con todo a su paso en camino a la cima de los ránkings dudó por un momento.

«Uno vive todas esas cosas, y luego ellos me entusiasman para hacer lo que hago”, dijo José, con la voz tomada por la emoción. «Yo vivo en esos niños y sus familias, y todos en la comunidad del cáncer a quienes voy conociendo. Yo peleo por mucho más que yo mismo. Peleo por ellos».


OTROS NOMINADOS:

La continua recuperación de Adonis Stevenson y su aparición en la convención del CMB.

Claressa Shields y su increíble historia personal en camino a ser la primera campeona divisional de The Ring.

El tremendo giro en la vida de Blair Cobb.

Mauricio Sulaimán, presidente del CMB, y su dedicación a la seguridad de los boxeadores a través del CMB.