Tuesday, April 30, 2024  |

By Ron Borges | 

Sorpresa del año

ANDY RUIZ JR. KOT 7 ANTHONY JOSHUA

Varios días antes de su improbable desafío por el título de peso pesado, un regordete muchacho de un pueblo de campesinos del sur de California le advirtió al campeón unificado Anthony Joshua que un boxeador, al igual que un libro, no debe ser juzgado por su aspecto exterior.

“No subestimes a este gordito», le dijo Andy Ruiz a Joshua. Joshua debería haber escuchado, pero al igual que el Goliath al que se asemeja físicamente, probablemente se burló de la advertencia. Eso resultó ser un gran error.

Con apenas 1.82 mt de altura y pesando un importante total de 268 libras, las palabras admonitorias de Ruiz parecieron ridículas en aquel momento. A pesar de que Ruiz tenía un récord de 32-1 y con su única derrota siendo una muy disputada decisión mayoritaria ante Joseph Parker cuando disputaron el por entonces vacante título de la OMB, la mayoría de los expertos lo desestimaron de plano. Y si bien algunos se rehusaban a decir que su desafío era puro chiste, al menos lo veían como animal de sacrificio.

«No subestimes a este gordito».



Ruiz estaba abajo en las apuestas por margen de 11-1 en el casino deportivo del Caesars Palace al momento de sonar el primer campanazo en el Madison Square Garden en la noche del 1ro de junio, y con buenas razones. A pesar de tener manos rápidas y piernas sorprendentemente veloces, Ruiz no solamente se asemejaba más a un portero de club nocturno que a un boxeador, sino que también había aceptado la pelea con Joshua seis semanas antes, luego de que el retador original Jarrell “Big Baby” Miller, diera positivo en tres pruebas diferentes de drogas para mejorar el rendimiento deportivo.

Al enterarse de eso, Ruiz contactó al promotor de Joshua, Eddie Hearn de Matchroom, en busca de una oportunidad, prometiendo que haría un buen trabajo. Resultó ser que no estaba bromeando en absoluto.

Photo por Matthew Heasley

Se esperaba tan poco de Ruiz, que cuando el presentador de combates Michael Buffer dijo eso de «si es que esta pelea llega a la distancia» antes de anunciar los nombres de los jueces de la pelea, se podían escuchar las risas de algunos fanáticos en las gradas. Y hasta un punto tuvo razón. No hicieron falta jueces para decidir al ganador, pero tampoco el ganador fue el que todo el mundo esperaba.

Derribado en el tercer asalto por un uppercut de derecha seguido por una izquierda del campeón, Ruiz aterrizó sobre su amplio trasero por primera vez en su carrera mientras el mundo esperaba el predecible final. En lugar de eso, Ruiz se levantó, se reanimó, y un minuto más tarde conectó una adormecedora izquierda sobre la frente de Joshua mientras éste arremetía descuidadamente. El golpe transformó las piernas de Joshua en fideos, y puso al mundo del boxeo patas arriba.

Mientras Joshua se tambaleaba, Ruiz soltó una andanada de golpes que puso al campeón en las lonas. De pie a la cuenta de siete, Joshua estaba claramente en problemas para cuando los últimos segundos del round se aproximaban. Antes de que Joshua pueda ser salvado por la campana, Ruiz lo atacó con una seguidilla de 10 golpes sin respuesta que derribaron a Joshua por segunda vez, mientras la multitud quedaba boquiabierta.

Photo por Mark Robinson/Matchroom Boxing UK

De pie a los siete segundos nuevamente, Joshua evitó más castigo solamente porque sonó la campana antes de que Ruiz pudiera seguir haciéndole daño. Con su cerebro ya desorientado, Joshua deambuló mareado hacia su rincón, buscando su camino entre la neblina. Esa neblina lo perseguiría por el resto de la noche.

«Esa fue la primera vez que me mandaron a la lona”; diría Ruiz más tarde, luego de la pelea. «Me hizo más fuerte. Me hizo desear más la victoria. Tenía que tirarlo yo. (Aguanté su potencia) porque soy un guerrero mexicano. Tengo esa sangre mexicana en mí.

Ruiz lastimó a Joshua nuevamente en el 6to round, pero fue otra seguidilla de golpes que comenzó con una dura izquierda y una derecha voleada a comienzos del séptimo round lo que terminó depositando a Joshua en las lonas por tercera ocasión. Se puso de pie a la cuenta de siete, pero ahora parecía estar completamente poseído y descolocado. Moviéndose sobre piernas que no obedecían sus comandos se rehusaban a obedecerlo, Joshua estaba nuevamente en camino al piso luego de que Ruiz lo castigara con un torrente de golpes y, para ser honestos, un codazo en la nuca que ayudaron a que Joshua tenga un viaje más expeditivo hacia el piso por cuarta ocasión en el combate.

IBF/WBA/WBO heavyweight titlist Andy Ruiz (standing) vs. Anthony Joshua. Photo credit: Getty Images

Photo: Getty Images

Por un momento, Joshua, respirando con dificultad, se agachó sobre una rodilla, con su cabeza caída. Parecía un hombre enfrentando una dura decisión de vida. Finalmente, escupió su protector bucal, una acción casi universalmente vista como una renuncia, pero el réferi Michael Griffin eligió darle al campeón todas las oportunidades de continuar.

Joshua se puso de pie a la cuenta de siete, pero se quedó de espaldas a Griffin y se alejaba caminando hacia un rincón neutral, abriendo sus brazos para apoyarlos sobre la soga superior, con un aspecto confundido en su semblante. Parecía ser un hombre condenado a muerte esperando la llegada del verdugo.

La sangre caía por la nariz de Joshua mientras miraba a Griffin, quien le preguntaba si deseaba continuar. Joshua declinó dar el típico paso adelante hacia el árbitro como señal de su deseo de continuar peleando.

Unos segundos más tarde, Griffin hizo una señal definitoria y dio por terminado el pleito al minuto con 26 segundos del 7mo asalto, para que el «gordito» de California sea coronado como nuevo monarca AMB, FIB y OMB del peso pesado. Quizás no fue la mayor sorpresa en la historia del peso pesado (con el nocaut de Buster Douglas sobre Mike Tyson estando abajo 42-1 en las apuestas reteniendo el trono), pero ciertamente fue la mayor sorpresa del boxeo en 2019.

Photo por Ed Mulholland/Matchroom Boxing UK

«No quiso continuar», dijo Manny Robles, entrenador de Ruiz. «Teníamos un gran plan de pelea – mantenernos peleando bajo, no ir hacia arriba a buscarlo y trabajar detrás del jab. Darle en el pecho, en el cuerpo. Le dije que pelee por dentro o se mantenga alejado. No quería que él pelee en el rango medio y se quede plantado frente a los golpes fuertes».

Ruiz saltó por todos lados, sacudiendo el ring en cada aterrizaje, mientras Joshua lo miraba desde el otro lado del ring, con una rara sonrisa socarrona pintada en su rostro. Luego, Joshua (ya con su marca actualizada en 22-1, 21 KOs) diría «respeto mucho a Andy. Todo, todo mi respeto para él. Buen boxeador… lamento haber decepcionado a mis amigos. Lamento haber decepcionado a mis seguidores.

«No hay excusas. Es mi culpa. Me conectaron con una mano fuerte. Felicidades para él. Hubiese preferido que me gane Deontay Wilder, ¿me entiendes? Pero no lo fue. Fue Andy Ruiz, y se merece la fama y la fortuna que está a punto de recibir.

«No quiero que nadie se ahogue en mi tristeza. Esto es boxeo. Simplemente no fue mi noche. Fue la noche de Andy Ruiz».


OTROS NOMINADOS:

Julian Williams DU 12 Jarrett Hurd…

Andrew Cancio KO 4 Alberto Machado…

Adan Gonzalez DD 4 Robeisy Ramirez…

Jean Pascal DT 8 Marcus Browne…