De todos los retadores legítimos de peso ligero, Luke Campbell lucía como el candidato ideal para darle la mayor cantidad de problemas al campeón reinante de las 135 libras de The Ring y monarca de los listados libra por libra. El tamaño era un gran factor en este análisis. Vasiliy Lomachenko era casi intocable en las 130 libras, pero tuvo problemas para derrotar a Jorge Linares y José Pedraza mientras al mismo tiempo se alzaba con los títulos de peso ligero de la AMB y la OMB. El estilo era todo un factor. Campbell le puede dar problemas a muchos en las 135 libras: un boxeador duro, alto, con buen rango, zurdo y astuto, y lo probó en su derrota ante Linares, por entonces campeón de The Ring, en 2017.

Una mejor versión de esta ex estrella del amateurismo nativa de Hull, Inglaterra, fue la que se presentó para su segunda chance de lograr un campeonato el 31 de agosto en la Arena O2 de Londres, y probó que los sabios del boxeo estaban en lo correcto al llevar al también campeón olímpico del 2012 hasta la distancia completa en un combate competitivo y difícil. Campbell hizo que Lomachenko erre y piense. Contragolpeó y trabajó bien al cuerpo de la maravilla ucraniana. Y, aun así, Lomachenko se las arregló para ganar una clara decisión por amplias tarjetas de 119-108 (dos veces) y 119-109. Tal como lo hizo ante Linares y Pedraza, Lomachenko remontó con todo cuando lo arrinconaron.

Por duro que Campbell hubiese sido, Lomachenko, quien lastimó duramente al retador con golpes al cuerpo en el 5to round y pasó a dominar la segunda parte del combate, fue más activo, agresivo y directo. Lomachenko anotó una caída en el 11er round para acentuar su actuación, ganando el título del CMB y subiendo un escalón más hacia su objetivo de transformarse en el primer campeón indiscutido de peso ligero desde Pernell Whitaker.