Friday, April 19, 2024  |

By Thomas Gerbasi | 

La pionera Jackie Nava podrá estar cerca del retiro, pero no está cerca de abandonar la pelea

Jackie Nava dice que el final de su notable carrera en el ring está cerca, pero que no hay chance de que esta boxeadora de 39 años de edad baje su nivel de actividad. 

¿Por qué empezar ahora? Sería algo inusual para alguien que no solamente ha ganado títulos mundiales en las 122 y 118 libras durante el transcurso de una carrera con un registro de 35-4-4 (16 KOs), sino que también opera su propio gimnasio, tiene su propia marca de productos deportivos (JN) en camino, y que incluso se ha desempeñado como diputada en el Congreso de México. Y eso para no mencionar que es esposa y madre, con dos hijas. 

¿Y acaso olvidamos mencionar que es corredora, incluyendo varias maratones y medias maratones en Mexicali y San Diego? 



«Yo siempre trato de organizar mis tiempos», dijo. «Yo saco provecho de cada momento cuando hago ejercicios, cuando estoy con mis hijas y cuando tengo reuniones. Ha pasado ya un año desde que terminé mi término como diputada federal, pero siempre me gusta tomarme mi tiempo para trabajar». 

Es un calendario muy cansador, pero que le ha generado una vida llena de logros que pocos podrían haber logrado, tanto dentro como fuera del ring. Ahora que el Salón Internacional de la Fama del Boxeo comienza a incluir a boxeadoras femeninas en 2020, Nava será una ingresante casi automática cuando se jubile. Pero ella se rehúsa a mirar hacia atrás. 

«Siempre estoy mirando hacia adelante», dijo. «Lo que yo sé es que ha sido una vida de mucho trabajo, esfuerzo, mucha disciplina y éxito, pero también han sido los fracasos los que me han hecho crecer no solamente en el deporte sino también como persona”. 

Y, aun así, sin importar lo que suceda en el futuro, en su corazón Nava siempre será una boxeadora. Esa fue su vida antes de hacerse profesional a los 21 años en 2001, y nunca abandonó la pelea.


vs. Alys Sanchez, May 2014: 

«Francamente, yo sabía que quería llegar lejos», dijo Nava, quien también compitió brevemente en el kickboxing profesional. «Yo comencé en el 2001, cuando apenas se hablaba del boxeo femenino. Por eso realmente me concentré en aprender la técnica, en hacer lo mejor posible, y mi primer objetivo fue atraer la atención de los promotores y los medios. Aparentemente, logré eso (ríe) pero el resto lo hice yo sola. Fue un proceso de trabajo duro y muchos días de frustración debido a la falta de apoyo, pero siempre encontré un camino positivo». 

Fanática del gran boxeador mexicano Ricardo «Finito» López, Nava también encontró un aliado en otra de las leyendas del deporte, Erik Morales, quien en algún momento fue también su mánager. Y, aun así, con tantos amigos poderosos de su lado, ella tenía que rendir examen en el ring. Y tan pronto como se alzó con los títulos mundiales de las 118 y 122 libras en peleas sucesivas en 2005, transformándose en la primera campeona mundial femenina del CMB en ese proceso, quedó claro que «la Princesa Azteca» de Tijuana era una peleadora especial.

«Lo que yo sé es que ha sido una vida de mucho trabajo, esfuerzo, mucha disciplina y éxito, pero también han sido los fracasos los que me han hecho crecer no solamente en el deporte sino también como persona».

No fueron solamente sus triunfos sobre boxeadoras como Leona Brown, Kelsey Jeffries, Yazmin Rivas, Jennifer Salinas y Edith Matthysse lo que le valieron los elogios, sino la manera en que peleaba. Al igual que todos los demás boxeadores mexicanos de cualquier género, Nava lanzaba golpes, se metía a la pelea cuerpo a cuerpo, y tenía la potencia para terminar un combate de manera repentina y enfática. Por eso, a pesar de que hubieron varias boxeadoras de su país que terminaron ocupando un lugar en la lista de las mejores libra por libra, fue Nava la que cimentó su sitial en la cima de ese grupo. 

«Siempre es lindo escuchar eso, y me motiva mucho escuchar a las chicas que practican el boxeo y hacen referencia a la «Princesa Azteca», dijo Nava, cuyo dramático éxito en combates de título mundial ayudó a poner al boxeo femenino en el mapa en su país natal – algo que no fue una tarea fácil. 

«Poco a poco hemos estado abriendo caminos, y ahora con las artes marciales mixtas tenemos más exposición, pero todavía tenemos mucho camino por recorrer». 

Nava dejó también una gran marca en el mercado del boxeo, encabezando carteleras y acumulando una gran cantidad de exposición televisiva. Ella abrió puertas que sus pares cruzaron con entusiasmo cuando Nava se alejó momentáneamente del ring para dar a luz a sus hijas.


vs. Marcela Eliana Acuna, mayo 2019:

Desde su regreso a la actividad en 2017, ha ganado tres peleas seguidas sobre Ana María Lozano, Alys Sánchez y Carolina Álvarez. En su combate más reciente, Nava empató en 10 asaltos ante su antigua rival Marcela Eliana Acuña, quien le había ganado ya en 2009, y espera ahora que en septiembre pueda hacerse la muy esperada y muy demorada súper pelea con la estelar mexicana Mariana Juárez. Pero al momento de cierre de esta edición, Nava todavía está esperando por la pelea que cautivaría no solamente a sus fanáticos locales, sino también internacionales. 

«Espero que pueda hacerse este año», dijo. «Podría ser (la mayor pelea en la historia del boxeo femenino); la gente ha esperado por ella, y nuestros estilos son atractivos, por lo cual espero que podamos concretarla». 

Una pelea ante Juárez sería el modo perfecto de terminar una carrera memorable, un testamento a su potencia y resistencia, y un ejemplo para los jóvenes de México y el extranjero para decirles que sí, que todo es posible. 

«Ese es precisamente un tema que yo toco en mis conferencias, y hablo sobre los miedos que pueden existir, lo que te frena y lo que hace que evites dar el siguiente paso”, dijo Nava. «Es importante decirles que son seres humanos, y que el miedo es natural, pero si tú aprendes a vivir con eso y tomas riesgos para hacer lo que quieras hacer, todo se puede lograr».