Por Gareth A Davies

“El Rey Gitano”

Mucho se ha dicho por los adivinos y agoreros de turno con sus bolas de cristal desde que el hijo predilecto de ESPN, Tyson Fury, subiera al ring por segunda ocasión en Las Vegas, esta vez para enfrentar al sueco Otto Wallin, de quien dijeron que tenía pocas esperanzas de destronar al «Rey Gitano» con el «título lineal» en juego. 

Pero éste no fue el Fury de antaño. Sonaron alarmas en círculos boxísticos por la presentación del peso pesado clasificado No. 1 por The Ring. A pesar de «ganar peleando feo» en 12 asaltos, con sangre fluyendo de su rostro desde ese horrible doble corte sobre su ojo derecho, éste fue un combate preparatorio preocupante para la esperada revancha con el monarca del CMB Deontay Wilder el año próximo. Fury está orgulloso de su honestidad, y su padre John (ex boxeador profesional de peso pesado, con y sin guantes) opinó sin pelos en la lengua durante la transmisión británica del evento, diciendo que su hijo «luce tan débil como un gatito». 

Fue algo de hipérbole en un deporte en el que abundan esos comentarios, pero algo de verdad hubo en eso. Wallin recibió (o quizás aguantó apenas) seis rounds de un duro castigo de parte de Fury entre el 6 y el 11 antes de recuperarse en el 12do para poner en problemas al todavía invicto ex campeón unificado. La historia más destacada de la pelea habla de la recuperación de un Fury con visión en un solo ojo, y de su habilidad de castigar a Wallin, pero vimos también una notable falta de potencia y explosividad en los ataques de Fury, su falta de timing, y su inusualmente permeable defensa. 

Wallin, clasificado entre los mejores 10 del mundo por dos de los organismos rectores mundiales, debería haberle dado menos problemas a Fury. Pero duró 12 rounds con el británico, quien subió con la menor cantidad de kilaje desde su combate ante Wladimir Klitschko hace cuatro años, en la noche en la que rompió la supremacía de casi una década del enorme campeón ucraniano. Los cortes deberán sanar, y eso quizás se extienda más allá de la fecha pautada para su próximo combate, el 22 de febrero. Pero detrás de escena, el entrenador Ben Davison y el mismo Fury saben que necesitarán estar en su mejor forma para enfrentar al «Bombardero de Bronce» en esta segunda oportunidad. Davison lo sabe, y Fury también.

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La primera vez en que se usó una repetición instantánea para revertir una decisión en una pelea de título mundial tuvo lugar en la O2 Arena en Londres, en la cartelera previa al duelo de peso ligero entre el campeón de The Ring Vasiliy Lomachenko y Luke Campbell, el pasado 31 de agosto. El combate fue protagonizado por el local Charlie Edwards, quien hacía una defensa de su título de peso mosca del CMB ante Julio César Martínez. El campeón se vio claramente lastimado y terminó en las lonas luego de un feroz ataque al cuerpo en el tercer round de parte del agresivo retador mexicano. Así se había mostrado Martínez también en su victoria sobre Andrew Selby, hermano del ex monarca de peso pluma Lee Selby, a comienzos de este año. Aquel nocaut en cinco asaltos se dio gracias a un feroz ataque al cuerpo también.

El árbitro Mark Lyson ya le había dado el conteo completo a Edwards y había decretado el final de la pelea, tras lo cual las repeticiones televisivas mostraron claramente que el monarca defensor había sido golpeado en las costillas por una izquierda muy demorada del retador, lanzada cuando Edwards ya estaba de rodillas. Mauricio Sulaimán, presidente del CMB, quien estaba en el ringside, explicó que «obviamente había que tomar una decisión» y que «luego de consultar brevemente con el equipo de supervisores del CMB» le dio un giro a la decisión y dijo que habría una revancha. Incluso llegó a actuar brevemente como traductor de Martínez durante la transmisión de Sky Box Office. «Lo hemos hecho antes, y muchos otros deportes también lo hacen, entonces ¿por qué no lo haríamos nosotros?» dijo Sulaimán. 

A pesar de que la Comisión de Control de Boxeo Británico no tuvo quejas con respecto a esta decisión, no hay ninguna nueva regla establecida en sus estatutos para regular el uso de repeticiones. Al final, prevaleció simplemente el sentido común. Se ha ordenado ya una revancha inmediata, pero no nos sorprendería ver a Edwards dando el salto al peso gallo junior, tal como ya lo había sugerido tras sufrir problemas para lograr las 112 libras.

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¿Debería un boxeador regresar del retiro después de más de dos décadas de ausencia? Nigel Benn anunció su regreso al boxeo a comienzos del otoño, pero la BBBofC se rehusó a darle al ex monarca mundial una licencia a sus 55 años, 23 años después de su último combate profesional. El ex campeón en dos divisiones, conocido como el «Destructor Oscuro» y memorable por sus guerras con Chris Eubank, Michael Watson y Gerald McClellan, confirmó su pelea de regreso para el 23 de noviembre en Birmingham ante otro ex monarca como Sakio Bika, un camerunés de 40 años que peleó por última vez en octubre del 2017. 

Robert Smith, secretario general de la BBBofC me dijo que los riesgos son demasiado grandes como para considerar la posibilidad de dar una licencia a la leyenda del boxeo británico. 

«Nigel Benn se nos acercó hace unos meses para preguntarnos si le dábamos una licencia, pero le dijimos que no lo consideraríamos, dada su edad y el tiempo que ha pasado alejado del deporte»: 

Eso significa que la pelea puede ser sancionada bajo la jurisdicción de la BIBA, del mismo modo en que pelearon David Haye y Dereck Chisora en 2012 bajo los auspicios de la Comisión de Control de Luxemburgo. La BBBofC había suspendido a Chisora y se había rehusado a darle una licencia luego de su pelea con Haye en una conferencia de prensa en Munich a comienzos de este año. Se cree que Benn estará regresando como peso semipesado, una división por encima del peso súper mediano en el que fue campeón hacia el final de su carrera, en un choque a 10 asaltos. 

Conor Benn, hijo de Nigel y también boxeador profesional a sus 23 años con un récord de 15-0 (10 KOs), reveló que las intenciones de su padre por regresar al ring fueron despertadas al verlo boxear a él y entrenar a su lado hace cuatro años, al inicio de su carrera. 

«Le picó la curiosidad cuando me vio pelear, y quiere tener una pelea más», dijo Conor.

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Daniel Dubois, peso pesado de 22 años de edad en pleno ascenso en el boxeo británico y con grandes planes para el 2020, fue votado como Mejor Boxeador Joven del Año por los miembros del Club de Periodistas de Boxeo (Reino Unido), el primer peso pesado en ganar es premio desde el ex monarca de la OMB Herbie Hide en 1993. 

Veintisiete de los boxeadores que ganaron ese premio desde sus inicios en 1951 han terminado siendo campeones mundiales. El Premio Geoffrey Simpson al Mejor Boxeador Joven del Año fue ganado en su primer año por Randolph Turpin. Desde entonces, la lista de ganadores ha incluido a boxeadores como Howard Winstone, Ken Buchanan, John H. Stracey, John Conteh, Barry McGuigan, Frank Bruno, Nigel Benn, Naseem Hamed, Joe Calzaghe, Ricky Hatton, Amir Khan y George Groves.

Gareth A Davies es el periodista de boxeo del periódico The London Telegraph.

Por Ryan Songalia

Ni siquiera había llegado a su hogar en General Santos City hacía media hora cuando las noticias de su pelea con Ryan García se publicaban en la internet. La pelea, que ya había sido negociada de manera fallida anteriormente, finalmente se hará como parte de la cartelera encabezada por Canelo Álvarez vs. Sergey Kovalev el próximo 2 de noviembre en el MGM Grand de Las Vegas. Es la pelea que ha querido todo este tiempo, pero aun así es agridulce, porque significa que estará alejado de su casa en el entrenamiento, y lejos de la hija que dejó con apenas dos semanas de edad para ir a su último entrenamiento. 

«Ahora, nuevamente, se irá de casa en una semana”, dijo Jim Claude Manangquil, co-promotor de Duno junto a Golden Boy Promotions. «Está emocionado por esta pelea. Quiere pasar más tiempo con su hija, pero ésta es su oportunidad». 

La pelea casi se hace en dos ocasiones, pero los boxeadores no pudieron llegar a un acuerdo para pelear el 14 de septiembre. En lugar de eso, el día antes de que Duno y García fuesen a presentarse en combates separados en una cartelera en California, el oponente de García fue arrestado antes del pesaje. Golden Boy trató nuevamente de hacerlos pelear con apenas 24 horas de aviso, pero fue en vano, por lo cual Duno terminó noqueando a Iván Delgado en siete asaltos.

Muchos se preguntan si García (18-0, 15 KOs), una estrella en las redes sociales con 21 años de edad, está listo para dar el salto. Pero Rodel Mayol, entrenador de Duno (21-1, 16 KOs), dice que su pupilo sí está listo para el desafío. 

«Vi que el cuerpo de Ryan García no está listo para Duno», dijo Mayol, ex campeón de peso mosca junior del CMB. «Veamos si García puede aguantar la potencia de Duno. Si puede, entonces encontraremos (otra manera) de ganarle». 

El combate de peso ligero a 12 rounds será el evento co-estelar en la transmisión de DAZN.

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Reymart Gaballo (22-0, 19 KOs), compañero de Duno en el gimnasio Sanman, hizo su debut bajo la bandera de la escudería Premier Boxing Champions el 31 de agosto, liquidando a Yeison Vargas en tres rounds en la parte no televisada de la cartelera encabezada por Erislandy Lara vs. Ramón Álvarez. Un golpe al cuerpo le valió la primera caída del combate en el segundo round, con dos caídas más gracias a golpes a la cabeza en el tercero. Manangquil dice que su plan para Gaballo, de 23 años, es hacer otra pelea antes de fin de año y luego enfrentar a Liborio Solís o Guillermo Rigondeaux, si es que éste último baja a las 118 libras como se espera. 

Gaballo guanteó con Rigondeaux hace un par de años cuando éste se mudó a Miami, y obviamente notó que el cubano era el boxeador más astuto y hábil con el que haya trabajado en su vida. «No es tan hábil en comparación con lo que era antes» dijo Manangquil sobre el hoy veterano ex campeón de 38 años de edad. 

Las Filipinas tenían garantizado un nuevo campeón mundial cuando Pedro Taduran y Samuel Salva chocaron con el cinturón de peso paja de la FIB el pasado 7 de septiembre, pero es justo decir que la mayoría pensó que sería Salva quien emergiera como ganador. En lugar de eso, fue Taduran quien se recuperó de una caída en el primer asalto para apabullar al previamente invicto Salva, quien abandonó la pelea en su rincón después del cuarto round. 

«Lució como un mini-Manny Pacquiao en el ring», dijo Sean Gibbons, armador de peleas de MP Promotions que se ha transformado en un Frank Churchill moderno, emulando al mánager estadounidense que llevó a Pancho Villa, Pete Sarmiento y otros boxeadores filipinos a pelear en el extranjero en la década de 1920. 

Taduran tiene hasta fin de año para intentar armar una defensa voluntaria antes de su primer combate obligatorio, que será ordenado después del 7 de enero, dijo Gibbons.

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Jerwin Ancajas hará la segunda defensa de su título de peso gallo junior de la FIB el próximo 2 de noviembre en Carson, California, ante Jonathan Rodríguez (21-1, 15 KOs), a quien Gibbons describe como un «chico muy combativo y duro» de México, que no tienen nada para perder. “No será Israel González, pero tampoco es Carlos Cuadras, es algo intermedio”, agregó Gibbons. El objetivo es trabajar para lograr una pelea con Juan Francisco Estrada, dijo Gibbons, y se espera que una actuación impresionante pueda dejar en claro que es digno de ese combate.

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John Riel Casimero chocará con el monarca de peso gallo de la OMB Zolani Tete el 23 de noviembre en Londres, según lo anunció la promotora Queensberry Promotions, quien ganó los derechos de este combate en una subasta representando a Tete. Casimero, un ex campeón de dos divisiones en poder del cinturón interino de la OMB, tuvo un combate preparatorio el 24 de agosto en el cual noqueó a César Ramírez en 10 asaltos en Manila. Manny Pacquiao, promotor de Casimero, no se mostró contento con la energía desplegada ante Ramírez, según Gibbons, por lo cual Casimero volverá a trabajar con su viejo preparador físico Ángel “Memo” Heredia, en Las Vegas, y luego con el entrenador Nonoy Neri. Gibbons dijo que Casimero se unirá también con Jhack Tepora, quien según se dice tiene problemas para mantenerse concentrado en Los Ángeles, y también con Marlon Tapales, para ponerse en forma. 

Hablando de Tapales, Gibbons dice que es posible que el ex campeón de peso gallo pueda ser nombrado como retador obligatorio del monarca de peso pluma junior de la OMB Emanuel Navarrete, o también podría enfrentar a Ryosuke Iwasa por el título interino de la FIB ya que el campeón regular Daniel Román está lesionado. 

Navarrete viene de un triunfo por nocaut en cuatro asaltos ante el duro Juan Miguel Elorde, quien dejó todo, pero fue superado ampliamente en su pelea de título el 14 de septiembre.

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¿Y qué está pasando con el filipino más famoso del establo de Gibbons? Pacquiao estará de regreso en el ring en los primeros cuatro meses de 2020, dijo Gibbons, cuando tendrá 41 años de edad. Si Floyd Mayweather realmente no quiere hacer otra cosa más competitiva que un choque de exhibición, eso le deja pocas opciones atractivas a Pacquiao. 

«Tienes a Danny García, luego a Mikey García, y luego realmente no hay mucho más. No creo que podamos enfrentar a tres», dijo Gibbons. «Mi problema es que Manny no tiene 31 años, tiene 41, y ha probado todo lo que iba a probar en el boxeo. La gente dice ‘¿por qué no pelea con (Errol) Spence?’ Nadie quiere ver esa pelea… quizás algunos fanáticos muy puntuales. ¿Qué va a probar Manny si lo derrota? ¿Va a ser más fácil para él entrar en el Salón de la Fama por eso?»

Gibbons piensa que Mayweather todavía tiene el ojo puesto en Pacquiao, manteniéndose en forma con la excusa de una exhibición que planea hacer en China, y que piensa que todavía puede suceder – si es que Mayweather está dispuesto a pelear por más de tres rounds. 

«La idea es tratar de lograr una pelea más con Mayweather. Eso es lo que hace ese contrato», dijo Gibbons.

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Eumir Marcial logró la atención de todo el país con su inspiradora actuación en el Campeonato Mundial de Rusia 2019, pero en última instancia se tuvo que conformar con la medalla de plata en el peso mediano luego de caer por puntos 5-0 ante el local Gleb Bakshi en la pelea final, el pasado 21 de septiembre. 

Marcial, de 23 años, lució naturalmente invencible al derrotar oponentes de Colombia, Marruecos, Kirgistán e Irán en las preliminares, y luego cayó ante el kasajo Tursynbay Kulakhmet en la primera ronda para luego castigarlo con una decisión por 5-0 en las semifinales. La derrota implicó que las Filipinas todavía no ha ganado una medalla de oro en los mundiales masculinos. La medalla de Marcial fue la primera medalla de plata desde que Harry Tanamor ganara una en Chicago en 2007. Antes de eso, Roel Velazco también terminó segundo en Budapest ‘97. 

El país envió a cinco púgiles a Rusia, con el peso mosca Carlo Paalam llegando a cuartos, el pluma Ian Bautista llegando a segunda ronda, el ligero James Palicte saliendo en el primer encuentro y el semipesado filipino-británico John Marvin ganando su primer combate ante el representante de Lituania, para luego tener que abandonar el torneo por un corte sufrido en ese encuentro. 

Lo siguiente para los boxeadores nacionales es un torneo de locales: los Juegos del Sudeste Asiático en Manila entre el 2 y el 7 de diciembre, y luego las Clasificatorias Olímpicas Asia/Oceanía al mes siguiente en China. 

Ryan Songalia vive en Nueva York y puede ser contactado en [email protected].

Por Droeks Malan

Apenas dos meses después de un triunfo por la vía rápida sobre Dmitry Kudryashov en un choque explosivo, Ilunga Makabu, retador congoleño residiendo en Johannesburgo, regresaba a Rusia para enfrentar esta vez al invicto Aleksei Papin en el evento de semifondo de la cartelera de Sergey Kovalev vs. Anthony Yarde.

Nuevamente, Makabu y su oponente pusieron la acción. Papin, un ex campeón de kickboxing, tuvo un buen inicio, siendo el boxeador más activo y moviéndose bien, pero del quinto round en adelante Makabu comenzó gradualmente a dejar su huella en la pelea. Papín conectó golpes duros, pero después de algunos intercambios potentes en el sexto round quedó claro que Makabu tenía ese toque extra en sus golpes. Papín pareció caer sobre una rodilla en el octavo luego de que un uppercut de derecha le sacudiera la cabeza, seguido de una recta de izquierda del zurdo Makabu, pero el réferi declaró un resbalón.

A pesar de verse conmovido, Papin se compuso y estaba atacando con todo en el 10mo cuando una izquierda en punta de Makabu hacia el final pareció marearlo. En el 11er round, una serie de uppercuts de izquierda, un gancho de derecha y otro upper de izquierda lastimaron a Papin. Una andanada posterior lo hizo caer sobre las sogas y lo puso al borde de un final anticipado cuando llegó la campana para salvarlo. 

Makabu fue a matar o morir en el último round con tres izquierdas, un uppercut seguido de un gancho y luego una derecha que puso a Papin en las lonas. Esta vez, el ruso recibió un conteo de ocho. Luego demostraría un gran corazón cuando parecía que estaba listo para ser noqueado, aferrándose a sus últimas energías para devolverle los golpes a Makabu con la aprobación de la multitud, pero era demasiado poco demasiado tarde. 

La decisión mayoritaria fue para Makabu, con tarjetas de 115-113, 114-113 y 114-114, y mejoró su récord a 26-2 con 24 nocauts. Papin, quien cayó a 11-1 (10 KOs) puede sentirse orgulloso porque hizo una actuación más que respetable ante uno de los boxeadores más peligrosos de la división.

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Al cierre de esta edición, el “Niño de Oro” del boxeo sudafricano, el ligero junior Azinga Fuzile, era enviado a enfrentar la mayor prueba de su carrera ante el ruso Shavkat Rakhimov el 29 de septiembre, una eliminatoria final de la FIB frente al público de Fuzile en East London. Ambos zurdos estaban invictos en 14-0 antes del combate. Ambos están en su mejor momento. Estaba destinado a ser un clásico choque entre boxeador y pegador, con Fuzile teniendo la ventaja de velocidad mientras que Rakhimov, un devastador fajador al cuerpo, tenía la ventaja en potencia con 11 nocauts, comparados con los ocho de Fuzile. Hay muy pocas peleas mejores que ésta, y toda la fraternidad del boxeo sudafricano estaba expectante esperando que Fuzile pueda saltear sobre este considerable obstáculo para así desafiar a Tevin Farmer.

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Simpiwe Konkco, clasificado en el No. 5 en el peso paja por The Ring, finalmente tendrá su gran oportunidad cuando desafíe al campeón del CMB Wanheng Menayothin en Tailandia el 25 de octubre. Konkco, obviamente, será el menos favorecido para ganar. No solamente esta pelea se hace en el patio del campeón, sino que con un récord de 53-0 Menayothin seguramente sabe un par de cosas sobre la ‘dulce ciencia’. Agreguemos a eso el hecho de que el sudafricano tendrá casi un año de inactividad sobre sus espaldas después de todas las falsas alarmas que ha tenido en su carrera reciente, así como su no muy estelar actuación más cercana en el pasado, en la que tuvo que levantarse de las lonas ante Joey Canoy en un combate que terminó en nulo por cabezazos mutuos, y veremos que las cosas no lucen muy bien en los papeles. 

Sin embargo, las peleas no se hacen en los papeles, y Konkco puede sacar inspiración del hecho de que estará en buena compañía junto a grandes boxeadores sudafricanos si es que logra imitarlos en arruinarles el reinado a campeones de larga data. En 1997, un desconocido Zolani Petelo viajó a Tailandia y noqueó al longevo campeón de peso paja de la FIB Ratanapol Sor Vorapin, y en 2013, Simphiwe Vetyeka destronó al por entonces monarca AMB de peso pluma con marca de 48-0-3, el indonesio Chris John. Al igual que Konkco, ambos son oriundos de la región del Cabo Oriental en Sudáfrica. 

Droeks Malan es el corresponsal sudafricano de The Ring. Lo pueden encontrar en Twitter @droeksonboxing y leer sus blogs en couchpotatofightguru.blogspot.com.

Por Yuriko Miyata 

El choque entre el campeón de peso gallo de The Ring, Naoya «Monstruo» Inoue, y el legendario veterano filipino Nonito Donaire, pactado para el 7 de noviembre en la Super Arena Saitama, será uno de los mayores eventos de boxeo en la historia del Japón. El anuncio oficial de la final del torneo de peso gallo de la World Boxing Super Series se hizo a finales de agosto en Tokio, e incluyó un combate de título mundial del CMB en las 118 libras entre el monarca defensor Nordine Oubaali y Takuma Inoue, hermano menor de Naoya. 

Las ventas de boletos comenzaron justo después del anuncio, y en un par de semanas todas las entradas terminaron en el mercado negro (en otras palabras, se agotaron las entradas por las vías legales). Antes de que el «Monstruo» comenzara su entrenamiento a mediados de septiembre, apareció en varios grandes medios para promover el combate. Un popular documental televisivo, Another Sky, mostró al boxeador visitando el estadio MGM Grand Garden Arena en Las Vegas, que él denominó como el destino final soñado donde quisiera estar.

También habló sobre su entrenamiento, y mostró su rutina de piernas. Adentro y afuera, adentro y afuera, izquierda-derecha, izquierda-derecha. Simple y sencillo, pero bastante preciso. «Yo hago esto todos los días, lo vengo haciendo hace 20 años», dijo, con una sonrisa, mientras lo seguía haciendo. Lucía como una lección de ballet clásica. Cualquier bailarín de nivel internacional se pasa más de una hora por día en esta rutina esencial para corregir posturas en cinco posiciones de pie para crear esos hermosos movimientos y poses en el escenario (mientras esconden un dolor inimaginable). Inoue sabe esto en el boxeo. 

Recuerdo estas posturas perfectas y hermosas de una sesión de fotos para un libro de textos para niños que aprenden a boxear, hace cuatro años. No fue necesaria una segunda toma. Los ángulos de los golpes, posiciones de guardia, balance y posturas… Todo era siempre perfecto, sin que haga falta el consejo de Hideyuki Ohashi, su manager y supervisor del libro. Los sensacionales nocauts de Inoue están basados en sus buenos fundamentos boxísticos. 

«Sé que esta pelea ante Donaire me cambiará la vida», dijo Inoue en el podio, de pie junto al «Flash Filipino» durante la conferencia de prensa. Estamos seguros de que veremos al mejor «Monstruo» este próximo 7 de noviembre. DAZN transmitirá la pelea en vivo en los Estados Unidos.

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El ex monarca en tres divisiones Jorge Linares (46-5, 28 KOs) regresó al ring para derrotar a Al Toyogon (10-5-1, 6 KOs) por fallo unánime el pasado 7 de septiembre en el Korakuen Hall de Tokyo. El veterano de 34 años de edad, peleando en las 137 libras esta vez, pero apuntando a regresar a la división de peso ligero, presionó al joven filipino con sus fuertes jabs y terribles golpes al cuerpo. A pesar de que se lo vio tambaleado por un gancho de izquierda a la cabeza en el cuarto round y lastimado siempre por cabezazos, uno de los cuales le ocasionó a Toyogon una penalidad de un punto en el quinto round, la victoria era clara. Las tarjetas oficiales fueron de 100-89, 99-90, 99-90. 

Linares atrajo a una buena cantidad de público esa noche. Fue un poco sorpresivo para los fanáticos japoneses que un boxeador de tanto renombre aparezca en la cartelera previa a la primera defensa del título welter japonés de su compañero de cuadra, Yuki Nagano. Habían pasado casi cinco años desde que Linares peleó en Japón por última vez, y doce años y medio desde su último combate en el Korakuen Hall, la meca del pugilismo japonés. 

«La gente me saluda, me dice ` ¡hola, Linares! Voy a ir a verte pelear’. Eso significa mucho para mí”, dijo en un japonés muy fluído en la entrevista televisiva previa al combate, para Nippon Television. «Este es mi lugar favorito para pelear, he peleado aquí muchas veces. Siento que estoy debutando nuevamente». 

Lejos de su Venezuela natal, este país del Lejano Oriente es la segunda casa de Linares, quien tuvo aquí su primer combate profesional a sus 17 años, en diciembre del 2002. Cuando capturó su primer título mundial noqueando a Oscar Larios en el 10mo round con el cinturón vacante del CMB en juego en Las Vegas, se subió a las sogas del rincón y gritó «¡yatta!» («lo logré») en japonés. 

Los fanáticos de este país aman a este estelar boxeador. Luego de su salto desde la escena del Korakuen Hall a la escena mundial, ganó títulos mundiales en tres divisiones de peso diferentes. Cuando se enfrentó a Vasiliy Lomachenko por una bolsa de $1 millón de dólares en mayo del 2018 en el Madison Square Garden, logró derribar al mejor del mundo libra por libra, pero perdió sus títulos de peso ligero de The Ring y la AMB al final. Luego sufriría otra derrota en enero, cuando fue noqueado en el primer asalto tras tres caídas por el mexicano Pablo César Cano, en lo que fue la segunda pelea de Linares en la división de las 140 libras. 

Meses más tarde, Linares eligió su estadio favorito para reiniciar su carrera. Korakuen Hall, hogar de los deportes de combate en los últimos 57 años, tiene una pared llena de placas doradas con los nombrs de todos los campeones mundiales con base en Japón. Linares ya tiene tres placas allí. «Quiero agregar una placa más allí. Quiero ser campeón mundial nuevamente», dijo.

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Septiembre puede ser un buen mes para reiniciar alguna carrera boxística. Masayuki Ito, ex monarca de las 130 libras de la OMB, también regresó a los rings para frenar a Ruben Manakane (25-19-1, 14 KOs) de Indonesia en el sexto asalto de un pleito pactado a 10 en el peso ligero, una semana después de que Linares peleara en ese lugar. La pelea no fue como Ito la esperaba, porque un choque de cabezas le abrió un corte en su párpado derecho en el primer asalto. Eso lo hizo ponerse un poco nervioso y lanzar derechazos a lo loco, tratando de liquidar la pelea tan pronto como fuera posible antes de que el ojo se le cierre completamente. 

Ito mandó a su rival a las lonas una vez en el cuarto asalto y tres veces en el sexto, hasta que el réferi detuvo el combate. «Fue mi culpa ese cabezazo», dijo el aliviado boxeador de 28 años. «Ganar por nocaut fue lo último que yo buscaba hacer en esta pelea, pero estoy feliz de poder dedicar esta victoria de todos modos para mi nuevo equipo, Yokohama-Hikari.” 

Ito (26-2-1, 14 KOs) decidió regresar justo después de perder su título mundial ante Jamel Herring por fallo unánime en Kissimmee, Florida, en mayo pasado. A pesar de que no ha habido un boxeador japonés que gane un título mundial en los Estados Unidos en los últimos 37 años hasta que Ito lo hiciera frente al por entonces invicto Christopher Díaz en julio del 2018, a él no le pareció que fuera una hazaña demasiado destacable. 

«Necesito hacer algo más para ser recordado en la historia del boxeo. No puedo irme del boxeo después de esa pelea ante Herring”, dijo Ito, en un video lanzado por su nueva empresa, agregando que él y su equipo están observando las divisiones de las 130 y las 135 libras para continuar su regreso, algo que podría incluir una revancha ante Herring, un desafío al monarca de peso ligero junior del CMB Miguel Berchelt, o un combate ante el ex monarca de peso pluma Oscar Valdez, quien está subiendo de peso. Ito dice que estaría dispuesto a regresar a los Estados Unidos para hacer estas peleas. 

Yuriko Miyata ha cubierto la escena del boxeo japonés durante más de 20 años.

Por Jamie Rebner

Ryan “The Real Deal” Ford, de Edmonton, Alberta, perdió por controversial nocaut en siete asaltos ante el cotizado retador de peso semipesado Joshua Buatsi (12-0, 10 KOs) del Reino Unido, en la cartelera previa al choque de campeonato de peso ligero entre Vasiliy Lomachenko y Luke Campbell el pasado 31 de agosto. Fue un combate competitivo hasta el final, el más duro de la carrera de Buatsi hasta ahora. Luego de que Buatsi conectara un gancho de derecha al cuerpo de Ford en el séptimo, le dio seguimiento con un gancho de izquierda ilegal al cuerpo que conectó debajo de la cintura, además de un golpe adicional en la nuca. A pesar de que el árbitro tenía un claro punto de ventaja, no tuvo en cuenta ninguna infracción y falló en darle a Ford el tiempo necesario para recuperarse y al cual tenía derecho de acceder. Ford (16-5, 11 KOs) cayó a las lonas e inmediatamente se quejó ante el árbitro Robert Williams, quien de todos modos detuvo el pleito.

«Le dije (al árbitro) enseguida lo que había sucedido, y hasta mi rincón estaba gritando. Y estoy ahí abajo gritando, y él comienza a contar, y yo pienso ‘¿qué demonios está contando?’», dijo Ford. «No creo que haya llegado a 10 con la cuenta, creo que simplemente me decretó nocaut. Es una locura, porque el réferi estaba en el lugar perfecto para ver cómo conectaba el golpe. Es como si estuviese mirando, pero no quisiera verlo”. 

Al momento de cerrar esta edición, Ford reveló que la Comisión de Control de Boxeo Británico (BBBofC, por sus siglas en inglés) había decidido no cambiar la decisión de nocaut a nulo porque Ford nunca se quejó en el momento. Sin embargo, eso no podría ser más lejano a la verdad. Ford y su equipo se quejaron de manera independiente ante el árbitro tan pronto ocurrió el golpe bajo. Además, el equipo de Ford habló con el oficial de la BBBofC en el vestuario después del combate, y ellos les dijeron que debían hacer una queja formal. Y a pesar de hacer exactamente eso, no tendrán justicia. Desafortunadamente, ese es el caso con el boxeo, con instancias como ésta sirviendo para demostrar exactamente por qué se lo considera la «zona roja de los deportes». 

Ford luego emitió una declaración para sus seguidores a través de Instagram: «En verdad, yo no sabía nada de lo que iba a suceder, no soy un boxeador de Matchroom. Simplemente miren lo que le sucedió al último canadiense, Oscar Rivas, cuando peleó con Dillian Whyte. A todos mis fanáticos, les pido disculpas. Éste es el negocio en el que estoy, el ‘lado B’ nunca recibe un trato justo. Si la pelea se iba a 10 asaltos y yo perdía por puntos, hubiese podido lidiar con eso. Pero no lo hice, y ahora tengo un nocaut en mi récord, a pesar de que claramente no fue nocaut. Todo lo que puedo hacer es entrenar con todo, entrar de nuevo al ring e ir a la guerra nuevamente». 

Una derrota por nocaut para Ford tiene el potencial de afectar adversamente su carrera: «Yo tengo ya 37 años de edad. Yo estaba en ese lugar, ahí en la O2 Arena, y mi siguiente pelea, si hubiese ganado esa pelea o lo hubiese noqueado, hubiese sido un evento más grande todavía, y mi cheque hubiese sido más grande también. Ahora, con un nocaut en mi récord, eso me baja el nivel. Los diferentes promotores del mundo verán que yo fui noqueado, lo cual no es así, y quizás quieran que yo logre otra victoria antes de que pueda pelear por buen dinero». 

Desafortunadamente para Ford, él conoce bien este lado oscuro del negocio del boxeo. Sus cinco derrotas han sido de visitante en la tierra de sus oponentes. Es otra amarga píldora que el residente de Edmonton deberá tragarse, luego de haber dado un giro muy grande a su vida en su juventud tras salir de la cárcel. Luego de este paso por prisión en 2007, se dedicó a las artes marciales mixtas, acumulando un récord de 22-5 antes de decidirse a concentrarse en el boxeo en 2015. Hijo del peso ligero canadiense Al Ford, quien compartiera el ring con boxeadores como Ray Mancini, Ken Buchanan y Aaron Pryor, Ryan demostró que puede todavía competir con los mejores boxeadores del mundo. Simplemente espero que tenga la oportunidad de probarlo. 

«Soy un tipo muy fuerte mentalmente”, dijo. «No voy a tomarme esta pelea como si la hubiese perdido. ¿Que si estaba ganando la pelea? Probablemente no. Especialmente en las tarjetas, porque no estoy en mi país. Pero todavía tenía tres rounds y medio para ganar esa pelea, y no me dieron la chance. Ya estoy de regreso en el gimnasio, y buscando otras peleas. La BBBofC me suspendió por 45 días, por lo cual estoy buscando pelear dentro de 46 días. Así es como soy yo, siempre estoy en el gimnasio y siempre estoy listo para pelear. Si puedo tener mi revancha ante Buatsi, eso sería maravilloso. Pero no estoy seguro de que esos tipos quieran pasar por esto nuevamente. Me llevaron pensando que yo iba a darles buenos rounds de trabajo. Bueno, me presenté, y le dí bastante más que unos rounds».

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El 8 de septiembre, en Hamilton, Ontario, Three Lions Promotions presentó una cartelera en la que Bradley Wilcox (9-0, 4 KOs) se impuso por puntos en ocho asaltos sobre Domingo Vásquez (7-3, 2 KOs) en el evento estelar. En el evento co-estelar, el invicto peso crucero Ryan Rozicki (11-0, 11 KOs) noqueó a Khetag Pliev (5-1, 2 KOs) en el segundo round. Pliev, habiendo luchado por Canadá en las Olimpíadas del 2012 y competido en las AMM, aportó la fuerza bruta al choque, en lo que se transformó en una pelea corta y llena de acción. Rozicki tuvo un corte bastante feo en el segundo round, y estaba siendo puesto a prueba hasta que logró conectar un devastador gancho de izquierda al hígado que derribó a Pliev y liquidó el combate. A pesar de que Rozicki logró la victoria, los cortes que sufrió lo obligaron a postergar su combate de regreso en Cape Breton, Nova Scotia, entre el 19 de octubre y el 14 de febrero.

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El 13 de septiembre, en Edmonton, Alberta, la campeona de peso pluma Jelena Mrdjenovich (40-10-2, 19 KOs) derrotó a Marisol Corona (11-7-3, 4 KOs) en un evento estelar sin títulos en juego a ocho asaltos en el Shaw Conference Center. Esa misma noche en Brooklyn, Nueva York, Amanda Serrano (37-1-1, 27 KOs) superó a una audaz pero físicamente menos preparada Heather Hardy (22-1, 4 KOs) por fallo unánime para así alzarse con un título mundial en esa misma división. Desafortunadamente para la canadiense Mrdjenovich, Serrano está más interesada en un lucrativo combate con la campeona indiscutida de peso ligero Katie Taylor, una pelea que generaría mayor atención y mucho más dinero.

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El pasado 14 de septiembre en Brampton, Ontario, United Boxing Promotions presentó una cartelera en la que el promisorio mediano Sukhdeep Singh Chakria (6-0, 2 KOs) superó por puntos en ocho rounds a David Romero (11-9-1, 5 KOs) en la pelea principal. Sukhdeep es originario de la India, pero vive ahora en Ontario. En la cartelera previa, Shawndell Winters (12-2, 11 KOs) se adjudicó una monumental sorpresa al noquear enfáticamente al previamente invicto ucraniano-canadiense Oleksandr Teslenko (16-1, 12 KOs) en el quinto round y así adjudicarse un título menor en el peso pesado.