Friday, April 26, 2024  |

By The Ring | 

ALREDEDOR DEL MUNDO

Por Ryan Songalia

Más allá de lo que sucedió en Tokio, Nonito Donaire ya ha marcado su tarjeta de ingreso en el Salón Internacional de la Fama del Boxeo. Muchos esperaban que el ya veterano campeón se presente para hacer apenas una última salida ante el ascendente boxeador japonés Naoya Inoue, quien es diez años menor con apenas 26 años. Algunos esperaban incluso que Donaire sea noqueado en la primera mitad de la pelea. 

En lugar de eso, Donaire demostró que es posible sumarle algo más al legado aún en la derrota, llevando a Inoue a sus límites físicos en el final del torneo de la World Boxing Super Series. Donaire demostró que todavía tiene la velocidad, la potencia y el aguante para levantarse de las lonas al final de la pelea, y lo más importante es que todavía tiene el deseo de un campeón para ser grande. La pelea, su única derrota en el peso gallo, seguramente es la pelea más emocionante de Donaire hasta la fecha, y reafirma el corazón de guerrero que se esconde detrás de su habilidad natural. 

Donaire le abrió un corte a Inoue sobre el ojo derecho en el 2do round, producto de un gancho de izquierda, y casi derriba al por entonces No. 4 libra por libra del mundo con un derechazo, poniendo en peligro de nocaut al casi invencible boxeador nipón por primera vez en su carrera profesional.



Donaire quedó seriamente lastimado por un golpe al cuerpo en el 11er asalto, y luego se recuperó para volver a meterse en la pelea.

Nonito Donaire Sr., padre y entrenador del «Flash Filipino», dice que ha sabido por mucho tiempo que su hijo tiene un coraje de nivel mundial: «Nonito peleó siempre con el corazón. Cuando enfrentó a (Vic) Darchinyan (en 2007), nadie esperaba que lo noqueara”. 

El mayor de los Donaire compartió una historia de cuando llevó a su hijo desde el área de la bahía de San Francisco a Los Ángeles para probarse para la segunda temporada de The Contender, que se transmitió en el 2006, pensando que era un torneo de peso gallo. En lugar de eso, era un torneo welter. Donaire Sr. dijo que Nonito pesaba apenas 124 libras, y se probó ante alguien que pesaba 146 libras y lo noqueó en dos rounds. 

«Desde que comenzó a pelear, ha sido muy fuerte. Nunca retrocedió ante nadie. Quiere derrotar a todos de este modo», dijo Donaire Sr. 

A pesar de que su hijo no tiene nada más por probar, Donaire Sr. piensa que el monarca de cuatro divisiones tiene «mucho en el tanque» todavía y «puede aún hoy derrotar a quien sea en las 118 libras, incluyendo a Inoue». 

En lo que respecta a Inoue, Donaire Sr. no quedó particularmente impresionado. 

«Él es un peleador regular, para mí. Nonito lo expuso”, dijo. 

«Tuvo suerte de que Nonito no conectó ni un solo golpe a su quijada. O de otro modo hubiese sido ‘buenas noches’ para él».

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Romero Duno no logró el resultado que esperaba, perdiendo ante Ryan García en el primer round de la cartelera previa al combate del pasado 2 de noviembre entre Canelo Álvarez y Sergey Kovalev. Duno, quien había tenido peleas importantes desde su triunfo por nocaut ante Christian González en 2017, pensó que sería una prueba importante para este popular peso ligero. En lugar de eso, fue derribado por una combinación de derecha recta y gancho de izquierda que lo conectó cuando entraba agresivamente, llevando a un final prematuro sin cuenta de protección de por medio.

«Tenemos que dejar que sane la herida. Obviamente, estamos shockeados por lo que pasó», dijo Jim Claude Manangquil, quien co-promueve al retador de peso ligero de Tagum City. Manangquil espera que Duno retorne al ring en las Filipinas cuando ya esté listo para regresar. «No esperábamos ese tipo de final en esta pelea, pero esto es boxeo. Tenemos que aceptarlo y seguir adelante». 

Uno de los boxeadores que está listo para regresar es Jade Bornea (14-0, 10 KOs), boxeador de peso gallo junior oriundo de General Santos City. Hará su debut estadounidense el 30 de enero ante Ernesto Delgadillo (11-0-2, 2 KOs) en el Legends Casino en Washington. Bornea derrotó una vez a Kosei Tanaka y noqueó a Murodjon Akhmadaliev en el mismo torneo amateur en 2013, pero Manangquil piensa que Bornea podría ser incluso mejor como profesional. 

«Siento que Jade es uno de mis mejores talentos. He querido mostrarlo en el exterior, pero estaba siendo paciente y planeando esto para un momento indicado»; dijo Manangquil. 

«Es raro que le den una oportunidad en los Estados Unidos», dijo Bornea. «Como boxeador, pelear ahí es uno de mis sueños». 

¿A qué destinos turísticos espera ir en los Estados Unidos? «Quiero ir a Disneylandia y a la Estatua de la Libertad».

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Para cuando estén leyendo esto, Aston Palicte ya habrá regresado al ring el 21 de diciembre para enfrentar al también filipino Crison Omayao. Palicte, oriundo de Bago City, regresó al ring en junio, cuando fue noqueado en 10 asaltos por Kazuto Ioka con el título vacante de peso gallo de la OMB en juego. Palicte, de 28 años, venía invicto en sus seis combates previos, incluyendo un empate ante Donnie Nietes por ese mismo cinturón.

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En caso de que se lo estén preguntando, Manny Pacquiao promedió 630 golpes lanzados y 194 golpes conectados (30.8 por ciento) por pelea en la década del 2010, para un promedio de 17 conectados y 56 intentos por round en 181 asaltos a lo largo de 16 combates, según CompuBox. Pueden darle las gracias a mi proyecto de clase interactiva en la Escuela de Periodismo Graduado de Craig Newmark por impulsarme a lograr esos números. 

Ryan Songalia vive en Nueva York y puede ser contactado en [email protected].

Por Droeks Malan

Simpiwe Konkco hizo su mejor esfuerzo en intentar destronar a Wanheng Menayothin, pero no pudo ser. Terminó cayendo por fallo unánime por tarjetas de 118-109, 116-110 y 117-109 en Chonburi, Tailandia el pasado 25 de octubre. 

Konkco fue competitivo en algunos momentos, pero hay una razón por la cual Menayothin tiene la racha invicta más duradera de cualquier boxeador activo. El ex campeón de Muay Thai es duro como una viga de madera, y sabe boxear. 

El pleito se fue calentando para el segundo round, con Konkco tratando de establecer su jab y Menayothin respondiendo con un uppercut de izquierda y algunos jabs propios. A medida que pasaban los rounds, Menayothin soltó las manos, atacando explosivamente con combinaciones. Varios ganchos de izquierda duros encontraron su objetivo en el tercero, así como una crujiente derecha recta al final del quinto. Konkco arremetió con todo al final del sexto, tratando de cambiar la corriente, pero el campeón controló bien la distancia.

Konkco estaba comenzando a tener algo de éxito en el séptimo, conectando su jab y sus derechas en punta, cuando una derecha de Menayothin justo sobre la campana lo derribó por un conteo de ocho. La caída pareció encender un fuego en Konkco, quien anotó bien con golpes al cuerpo y alguna derecha en el octavo, pero que simplemente no pudo superar a Menayothin, quien replicó luego con algunas derechas también. 

Eso marcó el ritmo de la pelea. Konkco conectaba algunos jabs y golpes de potencia a la cabeza y cuerpo, pero todo lo que lanzaba era respondido con golpes más duros y picantes de parte del campeón, quien incluso demostró un buen uso del jab, un golpe que había estado bastante ausente en sus peleas anteriores. Un doble jab seguido de una derecha en punta y un uppercut de izquierda parecieron sacudir a Konkco en el 10mo, y después de 12 rounds la decisión fue una mera formalidad. 

Con este triunfo, Menayothin lleva su récord a 54-0 (18 KOs) mientras que Konkco cae a 19-6 (7 KOs).

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Después de que sus peleas anteriores en julio terminaran en empate, el peso semipesado Ryno Liebenberg regresó a Alemania para una revancha ante Nick Hannig. Muchos sintieron que el sudafricano se merecía el triunfo en el primer encuentro, y la controversia también terminó afectando la revancha en la que el alemán prevaleció por dos tarjetas de 115-112 y una tercera de 114-113.

Liebenberg tiró por la ventana las tácticas de boxear y moverse que usó en su encuentro previo, y decidió en lugar de eso meterse en el mano a mano con su oponente más bajo y corpulento, aparentemente sacando el mayor provecho de cada intercambio en una pelea atractiva para los fanáticos. Hannig tuvo su mejor momento al final del sexto round, cuando dos derechas cortas lastimaron al sudafricano, haciéndolo tambalear momentáneamente.

Con algunos daños faciales dando testimonio de un combate terrible, ambos boxeadores dejaron todo en el 12do round, castigándose mutuamente por todo el ring. Un gancho de izquierda de Liebenberg hacia el final del round lastimó severamente a Hannig. Congelado, con su espalda contra las cuerdas, el alemán se mostró indefenso mientras Liebenberg lanzaba docenas de golpes sobre él. El árbitro saltó entre ambos, pero en lugar de detener la pelea le dio un conteo de protección sin caída de por medio a Hannig, algo que no estaba permitido por las reglas. La campana sonó tan pronto como el conteo se completó, salvando así a Hannig. 

Hay quienes opinaron que lo robaron nuevamente al sudafricano. Las tarjetas fueron debatibles. Pero él tiene todo el derecho a sentir que se le privó de una dramática victoria en el último round por parte de un réferi inepto o prejuicioso. 

Favorito del público durante muchos años, Liebenberg nunca logró superar ese nivel y llegar a la verdadera cima, pero la Dama Fortuna no ha estado exactamente de su lado, tampoco. Seguramente deseará hacer una última pelea de despedida en Sudáfrica antes de terminar su carrera.

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Tampoco le fue muy bien a Michael Mokoena cuando viajó a Indonesia para enfrentarse a Duad Yordan en una pelea de título welter junior a 12 asaltos. Luego de estar al frente en las tarjetas, Mokoena perdió por nocaut en el octavo round cuando una dislocación en el hombro izquierdo lo forzó a caer sobre una rodilla y lo dejó incapacitado de continuar. 

Yordan es un peleador de mucha presión con un estilo muy básico, casi crudo, pero es fuerte como un buey, y siempre va al frente. Mokoena empleó tácticas de pegar y salir, manteniéndose en su bicicleta al tiempo que conectaba a Yordan con jabs y rectas de izquierda picantes desde su postura de zurdo. Fue una estrategia que claramente frustró al peleador local. 

Según el entrenador Anton Gilmore, el hombro de Mokoena comenzó a entrarse y salirse desde aproximadamente el quinto round. Yordan, quizás imaginando la preocupación de su oponente, tuvo un buen séptimo round, conectando finalmente algunos golpes duros luego de tener problemas para arrinconar al sudafricano. Se estaba lanzando sobre él en el octavo cuando el hombro se salió de lugar por última ocasión. 

Droeks Malan es el corresponsal sudafricano de The Ring. Lo pueden encontrar en Twitter @droeksonboxing y leer sus blogs en couchpotatofightguru.blogspot.com.

Por Yuriko Miyata 

El entusiasmo por ver a Naoya Inoue creció a un nivel casi febril el 7 de noviembre, cuando el campeón de The Ring en el peso gallo enfrentó a la leyenda filipina Nonito Donaire en el Saitama Super Arena frente a un estadio colmado por 22.000 personas. Tres empresas de televisión domésticas compraron los derechos para el combate: Fuji TV, la ya longeva plataforma que tiene contrato con Team Inoue, la transmitió en vivo, la red satelital WOWOW se la ofreció a sus suscriptores, y NHK, la red televisiva nacional y pública de Japón (que no había transmitido boxeo profesional en 57 años), aceptó poner la pelea en las pantallas a través de su canal de ultra-alta definición. La cobertura televisiva sin precedentes en Japón para Inoue-Donaire es la prueba de que la pelea trascendió el boxeo y llegó a la consciencia pública. 

Inoue hizo la gran pelea de su vida bajo esa increíble presión. Desde que se uniera al torneo de peso gallo de la World Boxing Super Series hace ya un año, él había eliminado al ex campeón mundial Juan Carlos Payano y al monarca reinante en las 118 libras Emanuel Rodríguez con tremendos nocauts que demostraron su velocidad, coordinación de manos y devastadora potencia, con las cuales incrementó su popularidad en el mundo entero. Ante Donaire, impresionó tanto a los fanáticos más acérrimos como al público casual al mostrarles el tipo de amplia capacidad de boxeo que es crucial a la hora de sobrevivir en guerras de alto vuelo. Durante 12 explosivos asaltos ante un campeón mundial mucho más experimentado que estaba tremendamente motivado y en la mejor forma de toda su carrera, Inoue fue forzado a pelear contra la adversidad que él no había experimentado nunca previamente en el ring.

Photo por Naoki Fukuda

El primero fue un tremendo corte en el párpado derecho producido por un terrible gancho de izquierda de Donaire en el 2do round. No solamente era una herida sangrante y abierta, que terminaría requiriendo cinco puntos de sutura, sino que el daño también incluía una fractura en el hueso orbital. 

«Yo sufrí de visión doble después de eso», explicó Inoue más tarde durante un programa emitido por Fuji TV. «Me surgió una idea ahí mismo. Recordé lo que hizo Donaire cuando enfrentó a Rigondeaux». Esto hace referencia a cuando Donaire se cubrió el ojo derecho con su guante tras ser cortado por la mano izquierda de Guillermo Rigondeaux en el último asalto de la pelea entre ambos en 2013. 

Inoue continuó: yo me cubrí el ojo derecho, pero no pude seguir haciendo eso porque así le dejaría saber a mi rival de que yo tenía afectada la visión. Entonces, traté de mirarlo fijo cuando estaba a una distancia segura, y de usar mi ojo izquierdo solamente cuando lo tenía listo para golpearlo en el rango medio». 

Lo logró. Donaire confesó en una entrevista separada para ese programa que no se dio cuenta de que Inoue estaba teniendo problemas para ver. 

El otro momento crítico para Inoue llegó en el 9no asalto. Donaire lo conectó con una derecha en punta, un golpe clave para el filipino durante todo el combate. Inoue, quien parecía estar cansándose en ese punto, quedó visiblemente sacudido. 

«Fue un mal momento. Me lastimó», admitió Inoue. Nadie había visto jamás antes de esta pelea que Inoue necesitara abrazar a su rival para sobrevivir un round. Así de mal estaba. 

«Nunca había experimentado estar tan lastimado, pero yo estaba ya listo para lo que pudiera pasar esta vez. Cualquier cosa podía pasar, porque yo estaba enfrentando a Donaire. En el gimnasio, traté de imaginar lo que yo debería hacer si me lastimaban. Si yo no lo hubiese imaginado del todo, hubiese perdido la cabeza y hubiese peleado de un modo que me hubiese arruinado la pelea. Pero yo todavía era capaz, todavía podía superarlo. Creo que estuve bastante sobrio durante la mayor parte del problema». 

La pelea más dura de Inoue probó ser su durabilidad física y mental. «Cuando la pelea terminó me emocioné, para ser honesto», dijo.

Donaire e Inoue demostraron tenerse mucho respeto mutuo tras el combate.

Inoue sintió la gran satisfacción de llegar a 12 asaltos ante un futuro miembro del Salón de la Fama a quien ha admirado desde que era un muchachito. La pelea también respondió muchas preguntas que mucha gente tenía sobre Inoue. El Monstruo ya no es un misterio para nadie. Es de verdad, y su popularidad en Japón está creciendo. El rostro de Inoue adorna las tapas de las grandes revistas de boxeo aquí. Y habrán oportunidades para que los fanáticos de todo el mundo aprecien su talento en 2020, porque de ahora en más su carrera estará bajo la escudería de Top Rank. Inoue habla solamente japonés, pero esto no importa, porque su elocuencia se manifiesta de manera cabal sobre el ring. 

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Fue en otoño de 2017 cuando Inoue debutó en un ring en los Estados Unidos. Un año más tarde, Kazuto Ioka, por entonces un monarca en tres divisiones, firmó con la empresa 360 Promotions de Tom Loeffler, y demostró que estaba listo para ganar un cuarto título en una cuarta división ante McWilliams Arroyo en The Forum de Inglewood, California. ¿Quién será el siguiente pequeño gigante japonés en ocupar el centro de la escena con un debut estadounidense? Podría ser Kosei Tanaka, el peso mosca clasificado en el No. 1 por The Ring, cuya exposición internacional se vio expandida al tener su más reciente defensa del título de la OMB (un terrible nocaut por golpe al cuerpo en el séptimo round sobre Jonathan González en agosto pasado) transmitido en vivo por RingTV.com. 

El invicto monarca en tres divisiones visitó los Estados Unidos a fines de octubre y habló en exclusiva con The Ring. 

«Esta es mi primera vez en Estados Unidos. Yo quería venir aquí. Estar aquí me emociona,» dijo Tanaka. Llegó a Las Vegas desde su ciudad natal en Nagoya, y luego viajó a Los Ángeles. A pesar de no quedar muy impresionado con el In-n-Out Burger ni otros famosos restaurantes americanos en el sur de California, se enamoró del vigoroso ambiente de los muchos gimnasios de boxeo donde los jóvenes boxeadores trabajaban tan duro para hacerse un nombre.

Kosei Tanaka vs. Ransan Chayanram

«Es bueno para mí ver la espectacular escena de boxeo de primer nivel aquí, y también de ver a tantos boxeadores todavía desconocidos. Yo me sentí feliz de ver peleadores tan dispuestos a guantear conmigo. Todos fueron muy duros. Puedo imaginar cómo la competencia es profunda aquí, y lo mucho que cuesta estar en el nivel más alto en los Estados Unidos. Esto es el verdadero mundo del boxeo. Tengo que estar listo para cualquier oportunidad de pelear aquí». 

Tanaka, quien tiene ahora 24 años de edad, tiene movimientos suaves y veloces, y buenos instintos de contragolpeo. Es agresivo e implacable si lastima a su oponente, pero siempre se mantiene tranquilo y bien atento sobre el ring. A pesar de sus muchos logros, Tanaka nunca hace alardes después de sus victorias, siempre piensa en el dolor de su rival por su derrota. Así es como fue criado por su padre, Hitoshi, su entrenador principal y maestro en judo, karate y pulseadas. 

«Le dije que vea cosas y que guarde la compostura en cualquier circunstancia, desde su niñez. Lo dejé hacer lo mejor, siempre», dijo Hitoshi. Incluso cuando Tanaka sufrió de osteocondritis deformans juvenilis, una enfermedad debilitadora del fémur que causa dificultades al caminar a la edad de 6 años, su padre (quien superó esa misma enfermedad) no malcrió a su hijo ni le permitió perderse una sola lección de karate.

Tanaka vs. Ryoichi Taguchi

Cuando Tanaka se hizo profesional en noviembre del 2013 a la edad de 18 años con cuatro títulos amateur nacionales en su poder, su primer logro notable fue transformarse en campeón mundial en apenas cinco peleas profesionales, un récord para Japón. Logró eso cuando obtuvo el título vacante de peso paja de la OMB derrotando al mexicano Julián Yedras en mayo del 2015. 

«Era lo único que yo quería hacer», dijo Tanaka. «Desde entonces, he hecho mi trabajo, pelea por pelea, enfrentando a quienquiera que se me ponga enfrente». 

Por eso, cuando le arrebató el título de peso mosca de la OMB al popular Sho Kimura en una terrible pelea que ganó por puntos en 12 asaltos, Tanaka no se mostró realmente tan feliz de igualar el récord de Vasiliy Lomachenko de ganar títulos en tres divisiones de peso en 12 peleas. 

«Nunca pensé que mi récord o los números prueben mi verdadera capacidad. Siento que todavía estoy vulnerable», dijo Tanaka. No está satisfecho con su actuación en esas peleas recientes, y está continuamente verificando y reconstruyendo su técnica y sus fundamentos de boxeo. 

«El posicionamiento, balance, y ubicación de las manos – algo tan simple como esas tres cosas. Yo sigo teniéndolas en mente cuando practico. Necesito tener una base sólida para desarrollar mayores tácticas para sobrevivir ante competidores más fuertes». 

Su siguiente defensa ante el chino Wulan Tuolehazi será el evento co-estelar de la cartelera en la que Kazuto Ioka defenderá su título de la OMB en las 115 libras en la noche de fin de año en Tokio. Esta será seguramente la batalla final de Tanaka en el peso mosca, porque planea subir a la división de las 115 libras en algún momento del 2020, y espera salir a buscar un título mundial dentro del próximo año. 

«Me gustaría enfrentar a cualquier boxeador de primer nivel», dijo Tanaka. «Estoy entrenando duro para tener la confianza de ser parte de una división dura». 

Yuriko Miyata ha cubierto la escena del boxeo japonés durante más de 20 años.

Por Jamie Rebner

Eleider “Storm” Álvarez (24-1, 12 KOs) finalmente tiene pactado regresar al ring con un combate recientemente firmado ante Michael “Cannon Handz” Seals (24-2, 18 KOs) encabezando una cartelera de ESPN el próximo 18 de enero en Verona, Nueva York. Álvarez era una estrella en ascenso en la división de peso semipesado luego de superar a dos destacados boxeadores de Montreal como fueron Lucian Bute y Jean Pascal en 2017. Esto dejó abierta la puerta para una pelea de título de la OMB ante Sergey Kovalev, en la cual Álvarez logró dar la sorpresa con un nocaut en el séptimo asalto. Sin embargo, en la revancha inmediata seis meses más tarde, Kovalev superó a Álvarez en boxeo y recuperó el título, dándole al colombiano residente en Montreal su primera derrota como profesional. 

Seals, un ex jugador de fútbol americano a nivel universitario, es conocido como un duro pegador, con 18 de sus victorias siendo por nocaut. Será interesante ver cómo Álvarez responde a su primera derrota y a un descanso de un año, y todo mientras enfrenta a un oponente peligroso. Por lo que se ve venir, «Storm» está listo para regresar al ring y recordarles a todos de qué es capaz. «Estoy esperando relanzar mi carrera el 18 de enero ante un duro pegador, Michael Seals, y comenzar mi campaña para que una vez más pueda estar en la cima del mundo. Tengo mucho respeto por mi oponente, pero en el 2020 nada me detendrá a la hora de ser nuevamente campeón mundial». 

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Al igual que Álvarez, otro peleador de primer nivel de Montreal se preparaba para encabezar una cartelera de alto vuelo al cierre de esta edición, esta vez involucrando a Yves Ulysse Jr. (18-1, 9 KOs) enfrentando al veterano Ismael Barroso (21-3-2, 20 KOs) como parte de la serie de DAZN «Thursday Night Fights» el próximo 5 de diciembre en Costa Mesa, California. Ulysse estaba peleando por apenas segunda vez en 2019, luego de haber superado a su rival canadiense Steve Clagget en abril. Esa victoria fue especialmente significativa para Ulysse, porque le permitió vengar su única derrota del 2017. Se inició tarde en el boxeo, haciéndose profesional a sus 25 años, pero a pesar de estar todavía joven a sus 31 años, ahora es el momento para dar un impulso a su búsqueda de un título mundial. Para hacer esto, el nativo de Montreal ha reclutado los servicios de Golden Boy Promotions, que ha estado trabajando conjuntamente con Eye of the Tiger Management para lograr las mayores peleas posibles y así incrementar su exposición en los Estados Unidos. 

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El 16 de noviembre, en el CAA Centre de Brampton, Ontario, la empresa United Boxing Promotions armó una cartelera que incluía a algunos de los talentos más grandes de Ontario. En el evento estelar, Brandon “Bad Boy” Cook regresó a los cuadriláteros luego de una pausa de 14 meses por lesiones, y noqueó a José Luis Zúñiga (16-6-1, 9 KOs) en el primer asalto gracias a una potente derecha en punta. El combate previo de Cook fue un pleito de título mundial ante Jaime Munguía, en el que el canadiense perdió por la vía rápida en tres asaltos. A sus 33 años, Cook estará buscando una nueva oportunidad de campeonato, y con su victoria en Brampton dio un gran paso hacia ese objetivo. Otro final en el primer round de una pelea llegó de manos del promisorio mediano Sukhdeep Singh, quien mejoró su récord a 7-0 (3 KOs) al noquear a Héctor Santana (26-10, 20 KOs). También compitió Josh O’Reilly (16-0, 6 KOs), quien mantuvo su invicto con un nocaut en seis asaltos tras un ataque al cuerpo del obrero del ring Cecilio Santos (36-35-6, 21 KOs). Otros triunfadores canadienses en esta cartelera fueron Ryan Young (14-4, 11 KOs), Brock Stumpf (3-0, 3 KOs), Mark Smither (3-0), y Mponda Kalunga (7-2, 3 KOs).

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En la sección de noticias tristes, Kevin McDermott, un altamente respetado entrenador principal del Calgary Boxing Club durante 40 años, falleció el 31 de octubre tras una larga batalla contra el cáncer. McDermott nació en 1955 en Detroit, se mudó al Reino Unido en su niñez con su familia y luego se mudó a Windsor, Ontario, en su adolescencia. A sus 19 años, se mudó a Calgary, que es donde pasaría la mayor parte de su vida. Según su obituario en el Calgary Herald, «Kevin tenía el corazón de un campeón. Era un caballero, con principios, y con una lealtad feroz. Generoso, amable, y por sobre todas las cosas dedicado a su familia». 

Como boxeador, Kevin fue bastante exitoso. Su mayor logro fue la obtención de una medalla de bronce en los Juegos de la Mancomunidad Británica de 1982 en Australia. Pero sus mayores logros fueron como entrenador principal, con varios de sus pupilos triunfando para Canadá en el ámbito internacional. Dos de sus atletas, Willie DeWitt y Billy Dunlop, compitieron en las Olimpíadas de 1984, en las cuales DeWitt obtuvo una medalla de plata luego de perder ante Henry Tillman en la final. Pero Kevin probó que su éxito como entrenador era mucho más que algo anormal y pasajero, cuando varios de sus otros pupilos compitieron en otros Juegos, incluyendo a Brent Kosolofski en 1988 y Dale Brown en 1992. McDermott estuvo también en el rincón de Brown durante sus últimos tres combates por título mundial, que fueron ante O’Neil Bell en 2005. Brown perdió por fallo unánime en un combate muy competitivo, en un resultado con el que el equipo de transmisión de ESPN estuvo vehementemente en desacuerdo, indicando que Brown parecía ser el ganador. 

Terry Coveney es el presidente del Calgary Boxing Club, y fue uno de sus miembros fundadores. Fue amigo de Kevin por muchos años, remontándose a las veces en las que ambos eran boxeadores subiendo por los ránkings amateur. 

«Nosotros éramos más que entrenadores, éramos mejores amigos», dijo Terry. «Nuestra amistad ha crecido en los últimos 40 años, él es como un segundo padre para mis hijos. No siempre lo pasamos bien ni tuvimos el dinero que tenemos hoy. Durante esos tiempos difíciles vivimos juntos, cuando necesitó un lugar para vivir se mudó con mi familia, y viceversa. Las cosas que recordaré sobre Kev es su tremenda ética de trabajo y su compromiso con la tradición del boxeo. Nunca hizo nada para afectar negativamente al boxeo, amaba el deporte y lo trataba con amor. Lo que más admiré de él fue su honestidad y su dedicación. Nadie era más dedicado que Kev en lo que respecta al boxeo, y estaba en su mejor momento cuando estaba metido en el deporte». 

Es también importante recordar que Kevin no era solamente el entrenador de los mejores boxeadores del país. Estaba igual de involucrado con los incontables niños y niñas a quienes apoyaba en sus entrenamientos, sin importar su nivel ni su ambición futura. Kevin era un extraordinario mentor y líder en su comunidad, y será extrañado mucho por las muchas vidas que tocó. Pero también queda claro que gracias al indispensable conocimiento que le brindó a muchos entrenadores y boxeadores con los que trabajó, el Calgary Boxing Club está en buenas manos.