Saturday, April 27, 2024  |

By The Ring | 

El estelar boxeador japonés Naoya Inoue entró a la final de la World Boxing Super Series como monarca en tres divisiones, participante del ránking libra por libra, y uno de los mejores pegadores del boxeo. Sin, embargo, el «Monstruo» nunca estuvo cara a cara con algún gran boxeador – alguien dispuesto a tolerar el feroz castigo que él es capaz de infligir, para luego devolverlo con la misma intensidad. Ahora ya lo ha estado.

La idea prevaleciente antes de su combate de unificación de campeonato de peso gallo del pasado 7 de noviembre ante Nonito Donaire en la Super Arena de Saitama, Japón, era que todo favorecía a Inoue. Estaba invicto, peleaba en su tierra, y con 26 años de edad era 10 años menor que el «Flash Filipino». Inoue también había demolido a sus cuatro oponentes anteriores en menos de tres rounds, y estaba en perfecto estado físico. Donaire era considerado anciano para ser un boxeador de las 118 libras, y algunos expertos habían expresado preocupación por el bienestar físico del futuro miembro del Salón de la Fama. Deberían haber tenido una mejor idea. A pesar de haber disputado 18 combates de título mundial durante el trascurso de dos décadas, Donaire está muy bien preservado, tiene maravillosas habilidades y, más importante aún, no se mostró intimidado.

Inoue, como siempre, salió agresivamente, pero las cosas cambiaron muy rápido. El destructor japonés conectaba sus mejores bombazos, pero a diferencia de las 18 víctimas anteriores de Inoue, Donaire se le plantó enfrente. Esa fue la primera sorpresa, pero cuando un terrible gancho de izquierda sacudió a Inoue y lo cortó sobre su ojo derecho en el 2do round, hubo una sensación general de que estábamos a punto de presenciar algo especial. Lo que terminamos viendo fue un clásico de la era moderna. Inoue peleó de manera brillante, pero fue lastimado feamente en esta pelea, y fue forzado a buscar en lo mejor de sí para lograr la victoria. El boxeador local anotó una caída con un golpe al cuerpo en el 11er asalto, pero justo cuando estaba al borde de asegurarse un nocaut, Donaire se levantó desde las cenizas y conectó un terrible gancho de izquierda al mentón.

El resultado fue una decisión unánime en 12 asaltos para Inoue, quien ahora reina supremo como monarca de la FIB, AMB y The Ring, además de tener en su haber el Trofeo Ali otorgado por el torneo. Es ya un cliché decirlo, pero un campeón prueba su verdadero valor al superar la adversidad, y está claro que Inoue pasó esa prueba con banderas en alto. Su labor ya nunca será olvidada.