Friday, April 26, 2024  |

By The Ring | 

Alrededor del mundo

Eddie Hearn y Omar Khalil responden preguntas durante la conferencia de prensa de Ruiz-Joshua 2 en Londres.

por Gareth A Davies

En una revancha de alto riesgo y mayor recompensa, el peso pesado británico Anthony Joshua intentará recuperar su orgullo, su posición y sus tres cinturones de manos de Andy Ruiz Jr. En Diriyah, un suburbio de Ryadh, capital de Arabia Saudita, el 7 de diciembre. Pero la elección de la sede de la pelea fue muy criticada en todos los medios del mundo.

El promotor Eddie Hearn, a la cabeza del anuncio oficial en el Savoy, el famoso hotel londinense del Strand actualmente en manos de la realeza saudí, admitió que su equipo y Joshua «esperaban críticas y controversias» cuando el combate se anunció. Un eminente periodista del Reino Unido la denominó como «un emprendimiento saudí avaro, mal encarado y desalmado» cuando se anunciaron los planes para construir un estadio especialmente para el evento acomodando a unos 12.000 a 15.000 espectadores para ver lo que se dio a conocer como «Choque en las dunas». Se dio a entender que las entidades deportivas saudíes tuvieron que poner cerca de $100 millones para que el combate se desarrolle allí. A horas del anuncio de la pelea, el boxeador británico recibió pedidos para reconsiderar la elección de la sede del combate por parte de Amnesty International. «Tal como pasó con las otras estrellas deportivas que van a Arabia Saudita, le hemos pedido a Joshua que se informe más sobre la situación de los derechos humanos y que se prepare para denunciar el espantoso registro de derechos humanos de Arabia Saudita», dijo Felix Jakens, jefe de campañas de Amnesty International en el Reino Unido. Sus comentarios fueron emitidos por varios canales y redes sociales. “Si Anthony Joshua pelea con Andy Ruiz Jr. en Arabia Saudita, seguramente será otra oportunidad para que las autoridades saudíes traten de ‘lavarle la cara a través de los deportes’ a su muy dañada imagen como país.



«A pesar de algunas muy atrasadas reformas en temas de derechos de la mujer, Arabia Saudita está actualmente en medio de un ataque total a los derechos humanos, con activistas feministas, abogados y miembros de las minorías shiítas siendo deliberadamente atacados”, dijo Jakens. «No ha habido justicia tras el aberrante asesinato de Jamal Khashoggi, y la coalición militar liderada por los saudíes en Yemen está llevando adelante ataques indiscriminados sobre hogares, hospitales y mercados con consecuencias horrendas para los civiles». Incluso Ruiz ensayó alguna queja, cuestionando inicialmente temas como la seguridad en el Medio Oriente, así como los jueces y las pruebas de doping (que serán administradas por VADA), pero los acuerdos serían firmados por ambas partes tres semanas más tarde.

Hearn dijo: «Yo sabía eso cuando tomé la decisión, que no todas las respuestas serían positivas, que habrían críticas y controversia. Pero si lo ves con una mirada general, ésta es una oportunidad no solamente para el boxeo sino para AJ. Se puede hablar de eventos del pasado, ya sea la «Rumble in the Jungle» o el «Thrilla in Manila», y podríamos poner a esta pelea en esa misma liga. Joshua siempre tuvo la inclinación de querer boxear en todo el mundo. ¿Volverá a pelear en el Reino Unido? Sí. Pero también pueden esperar verlo pelear no solo en Arabia Saudita sino también en Nigeria, en China. Peleas icónicas, globales». Estupendo.

El tiempo dirá entonces si esta reyerta en el desierto fue la mejor movida posible para su carrera.

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Al momento de cierre de esta edición, UKAD todavía no había explicado por qué habilitaron a Dillian Whyte para enfrentar a Oscar Rivas luego de dar positivo en una prueba de drogas prohibidas.

Las complejidades apenas días después de que Dillian Whyte derrotara a Oscar Rivas en Londres seguramente forzarán a las autoridades del boxeo y administradores de pruebas de doping a realizar cambios. Whyte fue liberado para pelear con Rivas por el panel independiente Anti Doping Británico (UKAD) en la semana de la pelea (después de una supuesta prueba positiva) y el boxeador junto al promotor Hearn estaban en su derecho según las regulaciones a no informar al oponente colombiano, pero esto no parecía ser ni ética ni moralmente correcto. Esto dejó a UKAD, la Comisión Británica de Boxeo, el promotor Hearn y sin duda el boxeo británico, abiertos al ridículo.

¿Había acaso un deber de informarle a Rivas? El tema salió a la luz cuando se reveló en un artículo escrito por Thomas Hauser en Boxingscene.com cinco días antes del combate.

A la fecha de cierre de The Ring un mes después del tema en cuestión, todavía no hay comentarios oficiales de parte de UKAD o de la Comisión Británica. Hearn, mientras tanto, insistió en que Whyte limpiará su nombre, especialmente dado que el panel independiente le había permitido pelear. Mientras tanto, Whyte fue eliminado del puesto de retador obligatorio del título de peso pesado del CMB hasta que se resuelva el asunto. El promotor Frank Warren pidió una «revisión independiente a nivel gubernamental» para examinar la relación entre UKAD y la Comisión de Boxeo, para asegurar que incidentes como éste sean tratados de manera transparente.

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Inexperiencia. Quedó muy en evidencia durante el fallido desafío de Anthony Yarde por el título de peso semipesado ante Sergey Kovalev en Chelyabinsk, Rusia. Aprendimos en Rusia que Yarde no estaba listo, al menos no para un campeón de la calidad de Kovalev, y que el gran boxeador ruso está cerca de su final. Yarde fue superado en boxeo durante todo el combate exceptuando dos asaltos, y finalmente fue noqueado en el 11er round, aunque estuvo cerca de noquear a su rival en un atrapante octavo asalto. Se oyeron muchos halagos de parte del ex dos veces campeón unificado en dos divisiones Andre Ward, quien derrotó a Kovalev en dos oportunidades. Estuvo muy en lo cierto cuando dijo que «Anthony Yarde estuvo a dos o tres golpes de noquear a Kovalev. Yarde sabe pelear. Solamente necesita hacer ajustes en su entrenamiento. Lo respeto. Kovalev probó que todavía le queda algo, pero necesita lograr ese combate ante Canelo Álvarez. De ahora en más, todas las peleas serán difíciles para él». Es cierto. Pero aun así es demasiado optimista.

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El invicto monarca de peso súper mediano de la OMB Billy Joe Saunders firmó un contrato múltiple con Matchroom Boxing y Hearn en una apuesta para lograr las grandes peleas con Canelo, Gennady Golovkin y Callum Smith. «Estoy en el terreno de Canelo y Golovkin ahora”, explicó Saunders, ahora bajo la misma escudería de DAZN en la que se encuentran los dos mejores medianos del mundo. «No veo la hora de estar metido en esas peleas grandes. Si eso significa que voy a pelear en las 168 libras o hasta 8 libras más arriba, entonces no hay problema. Estoy listo para pelear».

Gareth A Davies es el periodista de boxeo del periódico The London Telegraph.

 

por Ryan Songalia

Mucho antes de que Manny Pacquiao se transformara en el «Puño Nacional», Gabriel «Flash» Elorde era el orgullo de las Filipinas, cautivando la imaginación del país en su era post-colonial con sus triunfos como local y en el extranjero. Su reinado de siete años como campeón de peso ligero junior entre 1960 y 1967 es el más largo en la historia del boxeo para este campeón de las 130 libras, y le ganó un puesto en el Salón Internacional de la Fama del Boxeo en 1993.

Flash Elorde enfrenta al legendario campeón de peso pluma Sandy Saddler durante la revancha entre ambos en 1956 en San Francisco.

Juan Miguel Elorde siempre supo que su familia estaba metida en el boxeo, pero no fue sino hasta que vio su libro de historia de segundo grado y vio a un boxeador con su mismo apellido que tuvo idea de lo grande que fue su abuelo.

«Ellos me decían ‘sí, ese es tu abuelo, es famoso’», dijo «Mig» Elorde. Su madre, Liza, recuerda haberle mostrado los libros para confirmarle todo eso.

«Estaban por tener un examen, y le dije ‘Mig, no vas a sacar un cero en tu prueba, porque una de las preguntas fue quién fue el mejor boxeador filipino de todos los tiempos. Por eso puedes responder fácilmente que fue tu abuelo’. Y por supuesto se echó a reír».

Elorde (28-1, 15 KOs) intentará unirse a su abuelo como campeón mundial el 14 de septiembre cuando enfrente al monarca de peso pluma junior de la OMB Emanuel Navarrete en el T-Mobile Arena de Las Vegas en la cartelera encabezada por Tyson Fury vs. Otto Wallin.

El legado de su abuelo toca todo lo que rodea a Elorde, de un modo u otro. Entrena en el Elorde Gym de Sucat, Paranaque City, que fue construido por su abuelo en 1978, y ha disputado 16 de sus 29 peleas profesionales en el salón de eventos sobre el gimnasio, que también lleva el nombre del «Flash». Incluso luce como su abuelo y comparte una benevolencia similar por los más desafortunados de su comunidad, brindando su ayuda en el Orfanato Santa Rita, que su abuelo ayudó a fundar cuando era campeón. Su hermano mayor, Juan Martin “Bai” Elorde, y su primo J.K. Elorde también han tenido carreras profesionales.

Elorde, de 32 años, sabe que tiene una batalla cuesta arriba frente a sí con Navarrete (28-1, 22 KOs), quien vapuleó a Isaac Dogboe en dos combates y superó con facilidad a un muy inferior Francisco De Vaca en su segunda defensa del título. Elorde, cuyo mejor golpe es el gancho de izquierda, imagina que tendrá que lastimar a Navarrete temprano para ganarse su respeto y evitar que éste lo atropelle con su intenso nivel de trabajo.

«Quiero probar que puedo ser también como (mi abuelo)», dijo Elorde. «A pesar de que es difícil, quiero probarles a todos que también puedo ser campeón mundial».

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Después de que John Riel Casimero perdiera una sorpresiva decisión ante Jonas Sultan hace dos años, es difícil imaginar que encuentre un camino de regreso a la relevancia. Lo encontró tres libras más arriba en el peso gallo, donde dejó su marca en el boleto de ida hacia un choque obligatorio ante el monarca de la OMB Zolani Tete, noqueando a César Ramírez en el 10mo asalto el pasado 24 de agosto en Manila. Fue una pelea salvaje, con Casimero (28-4, 19 KOs) anotando cuatro caídas y sobreviviendo algunos duros golpes de su retador mexicano antes de apagarle todas las luces con un solo derechazo.

El combate entre Tete y Casimero seguramente tendrá lugar en los Estados Unidos en noviembre. Tete no ha hecho una defensa obligatoria desde abril del 2018, y había participado de la World Boxing Super Series antes de que una lesión en su hombro derecho forzara su abandono.

Filipinas se preparó para enviar cinco boxeadores a los Campeonatos Mundiales AIBA 2019 en Yekaterinburg, Rusia, al cierre de esta edición. La lista incluía al peso mosca Carlo Paalam, el peso gallo Ian Clark Bautista, el welter junior James Palicte, el mediano Eumir Marcial y el semipesado John Marvin, según el Director Ejecutivo de ABAP Ed Picson. Las Filipinas nunca ganaron el oro en los campeonatos masculinos, aunque han estado cerca con medallas de plata de Harry Tanamor (2007) y Roel Velasco (1997). Velasco, Ronald Chávez y Donald Abnett tenían pactado dirigir el equipo para el torneo, que se disputa entre el 7 y el 21 de septiembre.

Wilfredo Méndez celebra su victoria.

Filipinas también perdió a un campeón mundial después de que Vic Saludar perdiera su cinturón de la OMB de peso paja ante Wilfredo Méndez el pasado 25 de agosto en Puerto Rico. Saludar estaba haciendo la segunda defensa de su título ante el retador obligatorio, y a pesar de anotar una caída en el tercer asalto, fue incapaz de solidificar su triunfo, perdiendo por tarjetas de 117-110, 116-111 y 115-112. Saludar, de 28 años, había viajado a Puerto Rico cuatro días antes de la pelea sin su entrenador Michael Palacios, quien no pudo obtener una visa, ni su promotor Kenneth Rontal, quien tuvo una emergencia familiar.

La derrota deja a las Filipinas con solamente tres campeones mundiales Manny Pacquiao (peso welter, AMB), Nonito Donaire (peso gallo, AMB) y Jerwin Ancajas (peso gallo junior, FIB).

Hablando de Pacquiao, él realmente sí sabe cómo declarar una victoria. Menos de un mes después de su emocionante triunfo por fallo dividido ante Keith Thurman, debutó con su nueva mascota, un pitbull llamado «Thurman”. Podría haber sido peor: podría haber comprado un caniche.

Ryan Songalia vive en Nueva York y puede ser contactado en [email protected].

 

por Droeks Malan

La división de las 115 libras está tan llena de talento en Sudáfrica como lo está en la escena mundial. Al menos tres boxeadores están rondando el top 10, como el veterano Gideon Buthelezi, Athenkosi Dumezweni y la candente promesa Yanga Sigqibo.

Dos de ellos estuvieron en acción durante el mes de julio. Con apenas cuatro nocauts en una carrera de 26 peleas antes de este combate con el mexicano Adrián Jiménez, lo que nadie esperaba de Gideon Buthelezi era un resultado rápido y aplastante. Pero eso fue exactamente lo que hizo en el East London International Convention Center.

El visitante comenzó agresivamente, lanzando derechazos y amplios ganchos con soltura, sin duda esperando conectar con fuerza al sudafricano, quien ya había sido noqueado en tres ocasiones previas. Sin embargo, Buthelezi mostró su experiencia y se mantuvo en calma aún bajo fuego. Lastimó a Jiménez con un gancho de izquierda desde su postura zurda, el cual fue seguido por un terrible uppercut y – lejos de su instinto inicial – salió a matar.

Gideon Buthelezi (por Droeks Malan)

Una combinación arrinconó a Jiménez sobre las cuerdas, le hizo girar los ojos en sus órbitas y lo depositó en las lonas, alentando al árbitro a finalizar el combate en el primer round. El mexicano cayó a 13-2-2.

Buthelezi tuvo sus altibajos. Hubo un triunfo por sobre el ex campeón de las 108 libras de The Ring, Hekkie Budler, y una derrota por nocaut en dos asaltos ante Adrián Hernández en un desafío por el título de peso mosca junior del CMB en 2011, pero no ha perdido desde el 2015, cuando cayó por fallo dividido ante Lwandile Sityatha, y ha ganado ahora ocho combates seguidos, con lo cual su registro se eleva a 22-5.

Ha ganado todo lo que se le ha puesto enfrente en la escena local, así como títulos secundarios en tres divisiones, y nos gustaría verlo obtener una oportunidad de lograr un título grande.

En la misma cartelera, Yanga «Showtime» Sigqibo se mantuvo a la altura de su apodo al dar cátedra de boxeo en su triunfo por puntos sobre Joseph Ambo en 12 asaltos, por puntuaciones idénticas de 120-107 en las tres tarjetas.

El habilidoso púgil, siempre peleando con gran movilidad, hizo una buena demostración de su jab, hábilmente utilizando golpes a la cabeza y cuerpo, y mezclando los ocasionales golpes de poder o combinaciones cuando se presentaba la ocasión.

En el cuarto round anotó una caída cortesía de un gancho de izquierda, pero Ambo se hizo fuerte y continuó presionando, aunque nunca pudo realmente sostener una ofensiva significativa.

Sigqibo mejora su registro a 13-1-1 mientras que Ambo cae a 9-2-1.

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Ludumo Lamati

En el segundo torneo del fin de semana en la misma ciudad, el peso pluma junior Ludumo “9mm” Lamati, peleando en el legendario Orient Theater, llevó su récord a 16-0-1 (10 KOs) después de que el tres veces retador mundialista Richie Mepranum se retirara en su rincón tras 10 asaltos de acción.

El longilíneo joven púgil anotó a piacere ante un veterano que se presentó con el único objetivo de sobrevivir, pero todavía hay mucho trabajo para hacer si es que Lamati quiere seguirle los pasos a las leyendas locales de la división, como lo fueron Welcome Ncita, Vuyani Bungu, Takalani Ndlovu y Jeffrey Mathebula.

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El retador de segunda línea de peso welter Chris “The Heat” van Heerden es probablemente mejor conocido por su última derrota en 2015, en la que hizo un buen papel ante Errol Spence Jr. antes de ser noqueado en ocho asaltos.

Más allá de eso, su historia es inspiradora simplemente por el coraje y la resistencia que ha demostrado para continuar en la lucha. Se fue de Sudáfrica en 2014 para probar fortuna en los Estados Unidos, y tuvo muchos obstáculos frente a sí. Sobrevivió guerras muy duras y la violenta muerte de su padre, así como períodos de inactividad, y justo cuando parecía que tenía algo de impulso en su carrera tras superar por puntos a Timo Schwarzkopf en la primera parte de un torneo de peso welter en 2018, el torneo se canceló.

Finalmente firmó con Top Rank este año, ganó un combate por fallo técnico ante el probador Mahonri Montes y luego se enfrentó al duro ruso Aslanbek Kozaev en Los Ángeles.

Con van Herdeen, uno siempre se preocupa cuánto más puede exigir a su motor, pero al menos para esta pelea esa preocupación demostró no tener asidero.

Cortado sobre ambos ojos tras cabezazos accidentales, el zurdo van Heerden se movió excepcionalmente bien ante la presión de Kozaev, castigando al ruso con una continua catarata de jabs, así como combinaciones de uppercut de izquierda y ganchos de derecha. Logró sacar el mayor provecho de los duros intercambios en el séptimo asalto, poniendo de pie a la multitud y mareando a Kozaev brevemente. En el último round, llegó a mezclar un bailoteo o dos, humillando a Kozaev para regocijo de los fanáticos. Kozaev (33-3-1, 8 KOs) hizo una pelea interesante, pero el resultado nunca estuvo en duda, y van Heerden prevaleció por tarjetas de 79-73, 79-73 y 78-74, mejorando su registro a 28-2-1 (12 KOs).

Droeks Malan es el corresponsal sudafricano de The Ring. Lo pueden encontrar en Twitter @droeksonboxing y leer sus blogs en couchpotatofightguru.blogspot.com.

 

por Yuriko Miyata 

A pesar de ser el hogar de siete hombres y siete mujeres que hoy tienen alguna forma de reconocimiento como campeones mundiales, la industria del boxeo japonés no goza de buena salud y no lo ha estado durante algún tiempo.

La cantidad de boxeadores profesionales activos, la cantidad de carteleras y de asistentes a eventos de boxeo ha ido decayendo continuamente durante esta década. La gente de la industria ha estado poniéndole mucha cabeza a la posible solución para la caída en el interés en el deporte durante años, pero una nueva empresa llamada Dangan (que significa «una bala» en japonés) cree que tiene la llave para revivir la escena boxística japonesa: torneos.

Dangan está promoviendo dos torneos para boxeadores en el nivel de ocho asaltos, que llevan el nombre de leyendas del boxeo nacional que se retiraron el año pasado: uno en homenaje al ex campeón del CMB y The Ring en peso gallo Shinsuke Yamanaka y denominado «Torneo De Peso Gallo ‘La Zurda de Dios’» en honor a su apodo, y otro en honor al ex monarca de la AMB en el peso ligero junior Takashi Uchiyama, aptamente denominado «Torneo ‘Nocaut Dinamita’» por las mismas razones que el anterior. El Torneo Zurda de Dios es obviamente para pesos gallo, mientras que el Nocaut Dinamita se disputará en ligero junior, pero Dangan está buscando armar torneos de cuatro participantes en otras divisiones de peso, tales como pluma junior y welter junior. Cada combate individual está pactado para cinco rounds a fin de alentar peleas más rápidas y la búsqueda del nocaut.

La primera etapa del torneo de peso gallo La Zurda de Dios tuvo lugar el 23 de julio en el famoso Korakuen Hall de Tokio. Jin Minamide (4-0, 3 KOs) se impuso en una cerrada decisión sobre el joven campeón japonés Tetsu Araki (14-2-1, 2 KOs) por tarjetas de 58-56, 58-56 y 58-57. El duro pegador Kenya Yamashita (14-5, 11 KOs) noqueó a Gaku Aikawa (9-8-1, 3 KOs) a los 2:10 del segundo asalto. Y el fajador zurdo Kazuki Nakajima (7-0, 6 KOs) noqueó a Kenichi Watanabe (8-5-1, 4 KOs) a los 2:02 del round inicial. El árbitro detuvo el combate justo cuando un uppercut diestro de Nakajima enviaba a Watanabe a las lonas. La semifinal está pactada para el 9 de noviembre en el mismo lugar. Yamashita, manejado por Joji Morikawa, enfrentará a Seiya Tsutsumi (5-0, 4 KOs). Nakajima, compañero de escuadra del campeón de peso gallo de The Ring, Naoya Inoue, se enfrentará a Minamide.

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El fuerte pegador Takeshi Inoue (14-1-1, 8 KOs), quien impresionó positivamente a su público con su decidido ataque en 12 asaltos ante el monarca de la OMB de las 154 libras Jaime Munguía en enero pasado en Texas, regresó al ring y noqueó al retador tailandés de segunda línea Komsan Polsan (38-11-1, 24 KOs) en el segundo round el pasado 3 de agosto en el Korakuen Hall. Inoue es conocido por su estilo arremetedor, descripto como una «araña de seda», pero esta vez boxeó más metódicamente detrás de sólidos jabs para conectar derechas cruzadas y ganchos al cuerpo. Funcionó muy bien. En el segundo asalto, Inoue mostró veloces combinaciones que terminaron con una tremenda zurda al hígado. El boxeador tailandés cayó sobre una rodilla y no pudo superar el conteo.

En el evento co-estelar, Kazuto Takesako (11-0-1, 11 KOs) forzó el abandono de Shuji Kato (10-2-2, 6 KOs) después del octavo round para así defender su título japonés de peso mediano. Fue una revancha directa después del intenso combate en el que empataron en marzo pasado. El campeón, un duro pegador, se mostró confundido por el hábil estilo zurdo de Kato en la primera pelea, y no se inmutó ante el débil jab y las zurdas en punta del retador, y finalmente pudo pelear por dentro. Solamente una vez, en el quinto round, Takesako se vio mareado por un contragolpe de Kato. Sobrevivió y volvió a la ofensiva. En el octavo asalto, el campeón japonés conectó una sólida derecha y salió a atropellar a su rival. Los gritos de la multitud hicieron que se dificulte oír el sonido de la campana, y el árbitro no pudo frenar a Takesako antes de que conecte dos salvajes golpes que enviaron a Kato a las lonas. Fue una situación similar a la que aconteció en el combate de título mundial de peso crucero entre Mairis Briedis y Krzysztof Glowacki en Letonia en junio pasado, pero esta vez el boxeador que conectó los golpes ilegales no sabía que la campana había sonado, (Briedis luego confesó que sí la oyó), y el ayudante del boxeador que sufrió el daño innecesario decidió sensiblemente sacar a su boxeador de la pelea para protegerlo ante peligros mayores. (Podría ser declarada como resultado nulo, pero no hubo disputa porque Takesako ya había sido superado por Kato). Takesako, quien fuera el último oponente de Ryota Murata en su carrera amateur, acompañó a Takeshi Inoue a los Estados Unidos para la pelea ante Munguía hace siete meses. Inoue le dijo a su compañero de equipo que la cima del mundo no es inalcanzable para él. «No me he probado todavía, pero sigo adelante para pelear por un título mundial”, dijo Takesako en el ring después de su victoria sobre Kato.

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Hiroaki Teshigawara junto al ex campeón de peso mediano junior Koichi Wajima.

La división de las 122 libras en Japón está actualmente llena de talentos buscando oportunidades de campeonato mundial. Hiroaki Teshigawara (20-2-2, 13 KOs) es uno de ellos, y acaba de tener una excelente actuación ante Shohei Omori (20-3, 15 KOs), a quien noqueó a los 2:36 del 12do asalto el pasado 8 de agosto en el Korakuen Hall. El estilo desprolijo de Teshigawara confundió al zurdo Omori al someterlo a un timing impredecible y golpes erráticos desde el comienzo de la pelea. Le cortó el párpado derecho a su oponente con un golpe legal en el quinto asalto. Omori trató de dar un giro a la pelea con un buen golpe al cuerpo, pero Teshigawara sobrevivió, y procedió a apabullar a su rival nuevamente hasta que el árbitro decidió poner fin al combate a apenas 24 segundos del final del pleito. «Yo estaba muy nervioso con esta pelea, pero creo que estaba más decidido a ganarla que él. Di todo lo que tenía», dijo el ganador. Ambos comenzaron sus carreras profesionales en 2011, y ahora ambos están clasificados por organismos rectores mundiales, aunque tomaron caminos diferentes. Mientras que Omori, un buen amateur, fue un boxeador destacado desde el comienzo al ganar torneos para principiantes y el campeonato japonés antes de enfrentar a Marlon Tapales por el cinturón de peso gallo de la OMB en 2017, Teshigawara no tuvo suerte con los títulos hasta que ganó el título de peso gallo Asia-Pacífico de la OMB en 2017. Este triunfo significó mucho para él, porque llegó ante Jetro Pabustan, alguien a quien él siempre ha admirado, y ahora le ha puesto el ojo a un campeonato mundial. Teshigawara sobrevivió una infancia angustiante. Mientras vivía en un reformatorio, un libro llamado «Hombre en llamas» de Koichi Wajima, tres veces campeón mundial en las 154 libras, le abrió los ojos. Teshigawara se unió luego al gimnasio de Wajima en Tokio. Y así fue que un joven salvado de las calles por el boxeo comenzó a escribir su propia historia de éxitos.

Yuriko Miyata ha cubierto la escena del boxeo japonés durante más de 20 años.

 

por Jamie Rebner

En el boxeo, se dice que todos los boxeadores tienen una última pelea en ellos, y que lo último que se pierde es su pegada. Ambas máximas quedaron en evidencia el pasado 3 de agosto en Brooklyn, Nueva York, en la cartelera previa al combate entre Adam Kownacki y Chris Arreola, cuando el ex monarca de peso semipesado Jean Pascal anotó una sorpresiva victoria ante Marcus Browne. La pelea fue detenida en el octavo asalto tras un choque accidental de cabezas que abrió un considerable corte a Browne. Pascal, oriundo de Quebec, fue declarado vencedor por el menor márgen posible, con los tres jueces presentando tarjetas con un solo punto a su favor, siendo el abreviado round final el factor decisivo.

Pascal pudo usar su explosiva potencia, causando tres caídas que terminaron siendo cruciales. Sin ellas, Browne hubiese podido ponerse en ventaja en puntos, luego de haber superado en boxeo al canadiense durante la mayor parte del pleito. Con esta victoria, Pascal le dio a su carrera el impulso que venía necesitando. Luego de acumular un registro de 4-4 en sus ocho pleitos previos, siendo el más reciente una unilateral derrota por puntos ante Dmitry Bivol, realmente se lo veía comenzando el declive final de su carrera. Pero aún a sus 36 años, Pascal demostró tener suficiente potencia, timing y precisión como para rechazar el buen esfuerzo de Browne y seguramente ganarse otra pelea grande para su futuro.

Pero en lo que a mí respecta, ésta es la oportunidad perfecta para que se retire por segunda y (esperemos) última vez. A pesar de que Pascal todavía tiene claramente la potencia para cambiar el curso de una pelea, sus reflejos defensivos se han erosionado, lo cual ha causado que lo conecten con mucha regularidad. Eso no es un buen presagio para cuando tenga que enfrentarse a tipos como Oleksandr Gvozdyk, Artur Beterbiev o Badou Jack, al igual que no fue un buen antecedente en sus peleas contra Bivol, Sergey Kovalev y Eleider Álvarez.

Es entendible que Pascal quiera capitalizar su gran actuación y lograr negociarla para obtener un par de peleas redituables. Éste es un deporte brutal, y uno tiene que maximizar su potencial de ganancias mientras pueda. Sin embargo, también hemos visto a incontables boxeadores permanecer en el deporte durante demasiado tiempo para finalmente ser forzados a retirarse tras innecesarias palizas a manos de talentos más jóvenes en pleno ascenso.

Habiendo sido testigo presencial de los altibajos de la carrera de Pascal en el Bell Center en Montreal, incluyendo su sorpresiva victoria por el título linear sobre Chad Dawson en 2010 así como su derrota decisiva ante Kovalev en su choque de revancha en 2016, tengo el mayor de los respetos para Pascal y lo que ha logrado. Ha peleado con virtualmente todos los principales competidores en este peso, y mientras que no ganó todas las peleas, dio cada onza de esfuerzo cada vez que se trepó al ensogado. Su corazón y su deseo no deberían ser cuestionados jamás, porque siempre ha estado dispuesto a absorber castigo a fin de conectar sus potentes bombas, y a salir de su escudo protector para buscar la victoria de cualquier modo. Le deseo la mejor de las suertes en lo que queda de su carrera, pero espero que no tenga que aguantar demasiado castigo adicional antes de que abandone el boxeo para siempre.

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Tal como fue indicado por Gareth A. Davies en su columna británica de «Alrededor del mundo» del mes pasado, hubo mucha controversia en los días posteriores al combate del pasado 20 de junio en la O2 de Londres entre el residente adoptivo de Montreal Oscar “Kaboom” Rivas y el inglés Dillian Whyte. Whyte se recuperó de una caída en el noveno asalto para asegurarse una decisión unánime por puntos, dándole al colombiano su primera derrota como profesional.

Después de la pelea nos enteramos de varios errores garrafales cometidos por la Comisión de Control del Boxeo Británico (BBBofC por sus siglas en inglés), al igual que con la agencia Anti Doping del Reino Unido (UKAD). En primer lugar, tal como se reportó en The Athletic, hubo un problema con los guantes de Whyte. A pesar de que el equipo de Rivas aprobó la selección inicial de los guantes de Whyte en la reunión previa al combate, éstos no fueron los que Whyte usó finalmente en el ring. Russ Anber, curador de cortes de Rivas, desaprobó de manera vehemente este cambio de último momento, y exigió que los guantes de Whyte sean removidos para inspeccionarlos. Sin embargo, los oficiales de la BBBofC no permitieron que eso suceda, aduciendo que ya era demasiado tarde, y no se realizó la inspección de rigor, poniendo en peligro la salud y la seguridad de Rivas.

Anber está justificadamente furioso con la BBBofC. «Tenemos suficiente experiencia para saber cómo se debe sentir un guante. Y no estoy señalando que hayan habido cosas inapropiadas con el guante. No lo sabemos, porque nunca pudimos ver los guantes. Yo mejoraré con el tiempo, pero he estado haciendo esto por 40 años. No es la primera vez que veo tácticas dudosas, pero sí es la primera vez que veo que una comisión no quiere ser transparente para ambas partes. Nunca he visto nada como esto».

Por alguna razón, esa no fue la única muestra de negligencia de la comisión. Según un reporte de BoxingScene, Whyte había dado positivo a dos sustancias prohibidas antes del combate, ambas productos residuales del esteroide anabólico Dianabol. El grupo de Whyte, incluyendo su promotor Eddie Hearn de Matchroom Boxing, aparentemente conocían esas situaciones adversas, pero sintieron que no debían mencionarlas al equipo de trabajo de Rivas debido a una audiencia que tuvo lugar después de que se supiera el resultado de las pruebas (pero justo antes de la pelea) en la cual Whyte fue autorizado a pelear por la UKAD y por la BBBofC.

El promotor de Rivas, Yvon Michel, no puede creer que toda esta situación haya tenido lugar. «Todavía estoy sorprendido por lo que pasó, y más aún, no entiendo cuál ha sido el proceso general», dijo Michel en un mensaje de texto a The Athletic. «Si Whyte ha dado positivo a drogas de mejoramiento de rendimiento, ¿por qué lo han autorizado a pelear? ¿Bajo qué conceptos o reglas? Nadie nos dijo nada en relación a esta situación antes de armar la pelea o después, solamente nos enteramos de la información a través de los medios. Estamos recogiendo información donde esté disponible, y tomaremos (pasos) para proteger los intereses de Oscar Rivas».

Michel obtuvo los servicios de JMW Solicitors, un estudio de abogados británicos, que le ha enviado cartas a Matchroom, Whyte, UKAD y la BBBofC. Las cartas piden información que pueden ser relevantes ante un reclamo legal. Dados los tremendos errores que han ocurrido, nadie puede culpar al equipo de Rivas por salir a demandar a todas las partes involucradas, porque ellos deben ser responsabilizados por lo que suceda. Desafortunadamente, podría pasar mucho tiempo antes de que esto se resuelva.

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El residente de Montreal Artur Beterbiev (14-0, 14 KOs) está en camino a una interesante unificación de títulos ante el ucraniano Oleksandr Gvozdyk (17-0, 14 KOs) en una de las mejores peleas que se puedan hacer en el peso semipesado, dado que ambos representan la élite de la división. El ruso Beterbiev ya tiene un triunfo amateur sobre Gvozdyk, quien estará buscando vengar esa derrota y dar un salto hacia el status de campeón indiscutido. El Liacouras Center de Filadelfia será anfitrión del muy esperado combate, y quienes lo presencien en vivo seguramente serán testigos de un dramático evento estelar el 18 de octubre.