Saturday, April 20, 2024  |

By Doug Fischer | 

James Toney recuerda seis explosivas actuaciones de la legendaria carrera en la que abarcó dos décadas y cinco divisiones

James Toney era un boxeador digno de otra era, y uno de los rostros de una nueva era en el deporte.

A pesar de que Toney era parte de la nueva era de estrellas del boxeo que definieron la década de 1990 junto a Riddick Bowe, Oscar De La Hoya, Félix Trinidad, Terry Norris, Shane Mosley y su más acérrimo rival, Roy Jones Jr., su mentalidad boxística estaba definitivamente moldeada en la vieja escuela del boxeo.

Toney peleaba con quien sea, donde sea, y cuando fuere. Está orgulloso de la calidad de sus oponentes, especialmente a comienzos de su carrera profesional, la cual comenzó en octubre de 1988 y entró en su parte más destacada cuando, en calidad de desfavorecido en las apuestas por margen de 20 a 1, obtuvo una chance de disputar el título de peso mediano de la FIB ante Michael Nunn en mayo de 1991, y superó al zurdo ocupante de las listas de los mejores libra por libra del momento con un dramático nocaut en 11 asaltos luego de estar abajo en las tarjetas.



«Yo siempre quise pelear con los mejores y nunca evité a nadie en toda mi carrera», le dijo Toney a The Ring durante una entrevista mano a mano en agosto en el gimnasio de Buddy McGirt en Northridge, California.

«Enfrenté a Michael Nunn y Mike McCallum el mismo año”, continuó el nativo de Michigan, ganador del premio a la Pelea del Año 1991 de The Ring gracias a esas dos actuaciones (la pelea ante McCallum terminó en empate dividido). «Después de ganarle a Nunn, enfrenté a Reggie Johnson, retador No. 1, al mes siguiente. ¿Quién hace eso?»

Toney, quien cumplirá 51 años el 24 de agosto, está también orgulloso de haber sido un campeón reconocido por su espíritu de pelea.

«En 1992 hice tres peleas de título mundial, incluyendo mi segundo combate con McCallum, y dos peleas sin títulos en juego”, dijo Toney, quien combatió 12 veces en 1989, su primer año como profesional, y 10 veces en 1990.

«En 1993 hice dos peleas de título mundial, incluyendo ante Iran Barkley, quien tenía cinturones de pesos semipesado y súper mediano, y cinco peleas sin títulos en juego. En 1994 hice tres peleas de campeonato, incluyendo al ‘Príncipe’ Charles Williams, campeón semipesado de la FIB, y Roy Jones, y dos peleas sin títulos en juego».

Su primer reinado, que combinaba los reinados de peso mediano y súper mediano de la FIB, terminaron con una derrota por fallo unánime ante Jones. Pasarían casi nueve años antes de que volviera a disputar otro título mundial de primer nivel, pero fue un viaje salvaje que mantuvo en vilo a fanáticos y periodistas por igual.

«No sé quién cambió la rutina en el boxeo o por qué lo hicieron, pero los boxeadores de hoy en día guantean los lunes, miércoles y viernes. ¡Yo no hago esa mierda»!

Una gran parte del atractivo de Toney y el motivo del interés de los medios fue su temperamento explosivo. Surgido de una familia con muchos problemas en Grand Rapids y Ann Arbor, nunca hizo falta mucho para que explote la rabia interna de Toney hacia quienes lo rodeaban cuando sentía que le faltaban el respeto. Su naturaleza volátil lo transformó en una figura polarizante del boxeo, pero sus exabruptos y sus actos más alocados (incluyendo abuso verbal y a veces ataques físicos a sus oponentes durante conferencias de prensa y pesajes) iban de la mano con el «rap gangster» vulgar y violento tan en boga en aquella época, que le gustaba mucho a Toney.

Al igual que esa cáustica vertiente del hip-hop, Toney disfrutó del éxito masivo durante una buena cantidad de años, pero su fama comenzó a decaer hacia el final de la década. La mayoría de sus fanáticos pensaron que ya había dado todo lo que le iba a dar al deporte luego de su derrota ante el desconocido peso semipesado Drake Thazdi en 1997. Y estaban en lo cierto. Toney se retiró durante un año (1998) y acumuló 50 kilos de sobrepeso durante esos años alejado del ring.

Toney vs. Charles Williams

Sin embargo, mientras que su personalidad puede haber sido moldeada por el rap gangster, su oficio boxístico, inculcado y desarrollado por su entrenador aficionado al jazz Bill Miller, era puro be-bop. Y esa brillante mezcla de ofensiva y defensiva le permitió a Toney hacer un improbable retorno al ring en sus 30s. Su prolongada segunda etapa – que incluyó un título de peso crucero, el premio a la Pelea del Año 2003 de The Ring y un puesto como retador legítimo de peso pesado – fue guiada por Freddie Roach y el co-manejador John Arthur, pero la capacidad de Toney para trenzarse a golpes con boxeadores más grandes se debió a la base boxística que fue construida desde los cimientos por el viejo maestro de Detroit.

«Todos saben quién es Emanuel Steward, y la mayoría piensa que era el entrenador principal en el Gimnasio Kronk, pero Manny tenía ayuda”, dijo Toney. “Bill Miller, Luther Burges, Walter Smith – esos eran los tipos principales que desarrollaron a los primeros campeones en ese gimnasio. Cuando Bill y Manny tuvieron un desacuerdo y yo tuve que alejarme con mis entrenadores, Bill se transformó en mi entrenador principal en 1989.

Toney vs. Jirov

«Me sentó y me dijo ‘ahora vamos a hacer las cosas a mi manera. Vas a ser campeón mundial si me escuchas, te lo prometo’».

Toney aprendió a boxear como los profesionales de la década de 1940 bajo la tutela de Miller, lo cual implicaba aprender los puntos más finos del oficio: jabs, amagues, buena ubicación de golpes y trabajo de piernas, movimiento de cabeza y cuerpo, bloqueo y desvío de golpes, técnica de golpes por dentro, combinaciones y contragolpe (algo que le salía con mucha naturalidad).

Toney, quien tuvo apenas 33 peleas como amateur, puso las enseñanzas de Miller en práctica durante incontables asaltos de guanteo.

«La única manera de ser un gran boxeador en esta era es boxear todos los días, y con eso estoy diciendo que tienes que guantear mucho», dijo Toney. “Bill Miller es uno de los más grandes entrenadores de todos los tiempos, y me dijo que la única manera de ser un verdadero boxeador es boxear todos los días.

«Yo tuve un gimnasio en mi área en Michigan durante un tiempo, y todos los días había gente que venía solo para golpear las bolsas. Un día vine y les dije que iba a sacar todas las bolsas. Le dije a todos los que estaban ahí: ‘si no van a boxear, no vengan a mi gimnasio’.

«No sé quién cambió la rutina en el boxeo o por qué lo hicieron, pero los boxeadores de hoy en día guantean los lunes, miércoles y viernes. ¡Yo no hago esa mierda! Voy a hacerlo a mi manera, y esa es la mejor manera. Entre 1987 y 2013 yo boxeé todos los días en el gimnasio».

Con Miller, quien se separó de Toney en 1995 y falleció en 2012, la educación boxística continuaba después de las horas del gimnasio en su casa, viendo videos de boxeadores de otras épocas.

«Bill era coleccionista de videos”, dijo Toney. «Tenía una enorme colección de videos VHS y los mirábamos todas las noches después de entrenar, antes de irme a dormir. Le echaba un ojo a los grandes – Henry Armstrong, Ezzard Charles, Jersey Joe Walcott – y también a algunos de los boxeadores más viejos que la mayoría de los fanáticos no conoce … Battling Siki, Gypsy Joe Harris. Él me presentó a todos esos grandes boxeadores».

La carrera de Toney superó ampliamente la de Siki y Harris, y si hubiese sido más disciplinado hubiese podido estar a la par de Armstrong y Charles. Con 92 peleas profesionales en su haber, hizo 21 combates más que Walcott, las cuales definitivamente fueron demasiadas a juzgar por la forma trabada en la que expresa sus palabras hoy en día. Más allá de eso, parecía estar en buena salud y en buen espíritu el día en que The Ring lo visitó para realizar esta entrevista, y su mente sigue siendo ágil (recuerda instantáneamente fechas, lugares, nombres y otros detalles de cada pelea que discutimos).

Toney lo hizo todo a su modo, aprendiendo lo más delicado del boxeo mientras disfrutaba de las cosas buenas de la vida.

Cuando se le preguntó si se arrepentía de haber peleado durante tanto tiempo o de pelear en el peso pesado (lo cual le causó un grado mayor de castigo físico), dijo que no cambiaría nada de lo que hizo, más allá de quizás poner más dedicación en el deporte.

«El único rival que realmente me podía ganar era yo mismo”, dijo.

«Siempre fue mi sueño ser campeón de peso pesado. Estoy orgulloso de que 18 años después de hacerme profesional pesando 157 libras, enfrenté al retador No. 1 de peso pesado Sam Peter, y yo sé que le gané. ¡Al carajo con los jueces!

«Si yo tuviese 35 años hoy, desafiaría a los mejores pesos pesados, comenzando por Deontay Wilder porque es el más fácil de todos».

Ese es el viejo «Lights Out» de antaño. Todavía ama al boxeo, pero agrega que no le gusta el modo en el que el boxeo ha cambiado, señalando a la inactividad entre boxeadores de primer nivel y a su falta de voluntad para desafiarse entre ellos.

«El boxeo se ha puesto flojo, y tengo la palabra justa para describir este mal que tanto lo aqueja”, dice. «Yo lo llamo ‘mariconitis’».

Toney se ha puesto más tierno con la edad, pero todavía tiene ese toque de rapero gangster en él, y en su corazón sigue siendo un peleador, uno de esos que nunca sufrió de la ‘mariconitis’ que hoy denuncia, a juzgar por los seis grandes éxitos que analizamos aquí.

 

MICHAEL NUNN
10 de mayo de 1991/John O’Donnell Stadium, Davenport, Iowa
Títulos: FIB, peso mediano

«No se suponía que yo peleara con Michael Nunn en el ‘91. Se suponía que él debía enfrentar al (retador obligatorio) Reggie Johnson. Eso no sucedió. Luego, Steve Collins iba a recibir una oportunidad. Eso no sucedió. Por eso, cuando me llegó (la oportunidad) a mí, le dije a (mi manager) Jackie (Kallen) ‘más te vale que me consigas esta maldita pelea. Tengo que noquearlo’. Ella estaba nerviosa porque Nunn era una estrella – se suponía que era uno de los mejores libra por libra y todo eso – pero a mí no me importaba. Yo soy como un perro. Te voy a atacar sin importar quién seas, incluso si estás peleando de local, como yo lo hice ante Nunn. Le dije esto a Michael en la conferencia de prensa el miércoles previo a la pelea, y él trató de decir algo y ponerme la mano encima. Levanté a ese hijo de p.… y lo lancé sobre la mesa. Le dije ‘si me tocas de nuevo te mato’. Pero yo sabía que sería una pelea difícil, porque yo nunca había peleado con un zurdo antes de eso. Por eso entrené intensamente durante ocho semanas. Hice guantes todos los días. Pero cuando llegó el momento de la pelea, Michael me había hecho enojar tanto que durante los cinco primeros rounds yo intenté noquearlo de un solo golpe. Antes del sexto round, Bill me dio un cachetazo y me dijo que me meta de nuevo en el plan de pelea. Comencé a armar combinaciones (tres, cuatro y hasta cinco golpes por vez) y a desgastarlo. Todo cambió para mí después del quinto round. Le dije a Bill después del séptimo round ‘Viejo, creo que lo tengo. No va a llegar al final’, dije, porque yo empecé a conectarlo al cuerpo y podía escuchar sus quejidos cada vez que lo golpeaba ahí. Antes del 11er round dije ‘viejo, en este round lo saco’. Estaba listo para caer».

Resultado: TONEY KOT 11

 

MIKE MCCALLUM
13 de diciembre de 1991, Convention Hall, Atlantic City
Títulos: FIB, peso mediano

«Te recuerdo algo: nadie quería saber nada con McCallum. Te recuerdo esto: Michael Nunn no quería saber nada con McCallum. Te recuerdo otra cosa: McCallum tenía a Eddie Futch en su rincón. Y otra cosa: McCallum había entrenado en el Kronk. Y a mí no me importaba nada. Al comienzo pensé que estaba viejo, y yo estaba preparándome para atropellarlo en el ring. Pero Bill había trabajado con él en el Kronk, y me dijo ‘no puedes hacer eso. No puedes tratar de atropellar a un veterano como McCallum. Escúchame, hijo. Vamos a ganarle poniéndole una presión inteligente’. La presión rompe tuberías. Y eso fue lo que pasó con él. Me asenté, lo fui castigando de a poco – pop, pop, pop – y luego salimos con todo (hacia el final). Pensé que había ganado la pelea, y todos pensaron lo mismo, pero me dieron un empate. Yo crecí mucho en esa pelea. Antes de eso, yo trataba de noquear a todo el mundo, pero con Mike tuve que cuidarme para que no me acomode a mí para un nocaut. Yo me sentí más asentado después de esa pelea, y por eso fue que Mike no quería comprometerse a darme una revancha. Yo era un boxeador más astuto, lo estaba moviendo, haciendo girar hacia mis golpes, y también tenía más confianza. Yo sabía que Mike McCallum era un gran boxeador, pero él sabía que yo era mejor. Y él sabía que yo tenía la salsa para darle en la revancha, y por eso salió corriendo y no lo vi más».

Resultado: EMPATE DIVIDIDO

 

IRAN BARKLEY
13 de febrero de 1993/Caesars Palace, Las Vegas
Títulos: FIB, peso súper mediano

«Lo primero que recuerdo de esa pelea son las conferencias de prensa, porque en esa época se recorrían varias ciudades. Barkley estaba loco. Me quiso pelear ahí mismo en las conferencias de prensa en cada ciudad, y yo le daba el gusto. Cuando llegamos a Los Ángeles para la conferencia de prensa final, todo se desmadró un poco. Irán tenía una navaja de verdad, porque ese era su apodo, y actuaba como si fuese a apuñalar a alguien. Pero yo no estaba jugando. Traté de sacarle una pistola a un oficial de seguridad. (Barkley) se enloqueció con eso, pero yo no hago esa mierda! Esa fue mi primer gran pelea en Las Vegas, y yo entrené en Los Ángeles. Salía a correr todos los días, corría desde el Griffith Park hasta el cartel gigante de Hollywood. Todos los días. Créeme, no me gustaba Los Ángeles en esa época. No me enamoraba Hollywood y toda esa mierda, y no estaba feliz. Yo esperaba que Barkley respalde todas esas cosas que dijo con aire de gangster callejero en el ring, porque para mí no significaban una mierda. Yo estoy hecho para esto, y sabía que lo iba a castigar, porque yo tenía problemas con él y con su entrenador Eddie Mustafa (Muhammad). Yo también quería noquear a Eddie. Me divertí dándole una paliza a Barkley. Yo estaba en mi mejor forma en esa pelea, y yo tenía estamina porque estaba peleando en las 168 libras. Todos se olvidan de que yo jugaba futbol americano en la escuela secundaria. Pesaba casi 92 kilos. Bajé a los 70 kilos para hacerme profesional porque todos me decían que tenía que pelear como peso mediano. Pero para lograr las 160 libras no podía comer nada durante la semana de la pelea. Yo estaba fuerte para la pelea con Barkley, y le hice pagar el precio. Lo corté todo. Fue una pelea sangrienta. Probablemente rompí partes de su rostro.

Resultado: TONEY KOT 9

 

CHARLES WILLIAMS
29 de julio de 1994/MGM Grand, Las Vegas
Títulos: FIB, peso súper mediano

«Él era un peleador fuerte, muy fuerte. Era un tipo muy decidido. Recibía bien los golpes que le daba y me los devolvía con creces. Hice la primera mitad de la pelea sobre las cuerdas, y sé que la gente pensaba ‘¿qué carajo hace ahí, dejando que este tipo tan grandote lo castigue?’. Pero yo podía aguantar sus golpes, y bloqueaba la mayoría de ellos. La gente pensó que me estaban dando una paliza. Mi ojo estaba hinchado, pero él venía de frente con su cabeza y tenía algo en su cabello, quizás (la loción capilar) Jheri Curl, y eso se me metió en el ojo. Pero yo sabía lo que estaba haciendo, y sabía que le dolían mis golpes al cuerpo y mis uppercuts. Me daba cuenta de que lo estaba ablandando para el cuarto o quinto round. Pero él seguía atacando. Antes de que comenzara el 12do round, dije ‘Bill, estoy por noquearlo. Ya está viniendo’. Bill me dijo ‘nah, déjalo, que ya tenemos la victoria. Solamente muévete’. Al carajo con eso, dije. Yo soy un cabeza dura. Quería hacer las cosas a mi manera y noquear a ese hijo de p…. Y entonces… ¡boom! Llegó ese derechazo. Se apagaron las luces. Todo lo que me enseñó Bill Miller a lo largo de los años funcionó en esa pelea. Me enseñaron a debilitar a mis oponentes y sacar ventaja de ellos. Yo esquivaba y contragolpeaba en la primera mitad de una pelea, tocándolos apenas con golpes precisos, y luego descargaba con más potencia hacia el final. Desgastaba a mis oponentes mentalmente también, porque siempre les hablaba. Decía cualquier cosa, insultaba a sus madres, solo para meterme en sus cabezas. Pero Charles no me respondía a los insultos».

Resultado: TONEY KO 12

 

VASSILIY JIROV
26 de abril del 2003/ Foxwoods Casino, Mashantucket, Connecticut
Títulos: FIB, peso crucero

«Él era un medallista olímpico. Le dieron el premio al mejor boxeador (el premio Val Barker) en esas Olimpíadas (de 1996). Estaba invicto. Era campeón de peso crucero. Tenía a Tommy Brooks y Thel Torrance en su rincón. Pero a mí no me importaba un carajo. Nosotros no somos amateurs. Esto es el profesionalismo. ¿Qué me va a mostrar que yo no haya visto hasta ahora? ¿Acaso Tommy y Thel van a pelear por él? Yo tenía mi experiencia. Tenía a Freddie Roach y Pops (John Arthur) en mi rincón. El equipo de Jirov me lo hizo fácil, porque pensaron que podían quebrarme usando presión. Pensaron que me podían lastimar al cuerpo. No pensaron que yo fuese un peso crucero real, aun cuando dijeron que yo no podría cumplir con el peso. Todos pensaron que yo no tenía chance de ganar, pero no importó. Lo único que recuerdo sobre la pelea en sí es que yo estaba listo para una guerra. Todo, cualquier cosa, yo estaba listo para eso y más. Entrené como un perro enfurecido para esa pelea. Lo tuve en las lonas en el 12do round y casi lo noqueo, igual que con Charles Williams. Pero al menos establecí mi punto. Yo superé en boxeo al boxeador, tal como lo hice ante Mike McCallum, y superé en potencia a los fajadores, como lo hice ante Iran Barkley. Puedo boxear y puedo pegar duro, pero prefiero pegar duro».

Resultado: TONEY DU 12

 

EVANDER HOLYFIELD
4 de octubre del 2003, Mandalay Bay Casino, Las Vegas
Títulos: Sin títulos en juego

«Yo estaba confiado entrando en esa pelea, porque estaba en el peso en el que yo debería haber estado durante toda mi carrera. Yo estaba fuerte, y tuve otro gran campamento de entrenamiento. No veía la hora de que llegue la pelea. Era fan de Holyfield. Antes de que nos sentemos para la conferencia de prensa en una parrilla en Burbank, le dije a John (Arthur), ‘Pops, voy a pelear tranquilo esta vez, porque me encanta Holyfield’. Pero cuando Holyfield dijo que ésta sería una buena pelea de preparación para él, dije ‘Pops, cambia tu apuesta. Al carajo con Evander Holyfield’. Todo el respeto que le tenía salió volando por la ventana, y le dije en la cara que le iba a partir el trasero a patadas. Eso causó que yo suba la intensidad de mi entrenamiento bastante más. Quería demostrarles a todos que no solamente iba a noquearlo, sino que yo era un peso pesado natural y que incluso podía llegar a ser campeón de peso pesado».

Resultado: TONEY KOT 9