Tuesday, April 16, 2024  |

By Doug Fischer | 

Ringside

¿Qué onda con la FIB?

La Federación Internacional de Boxeo realmente debe tener un concepto muy alto de Sergiy Derevyanchenko.

En un transcurso de apenas 14 meses, el organismo con base en Nueva Jersey ha despojado a dos campeones unificados de peso mediano (y dos de las mayores atracciones que tiene el deporte actualmente) como lo son Gennady Golovkin y Canelo Álvarez, por no defender sus títulos de la FIB ante Derevyanchenko dentro de las fechas límites establecidas a tal fin.

Golovkin fue despojado del cinturón de la FIB en junio pasado luego de optar por enfrentar a Álvarez en su muy esperado (y muy lucrativo) combate de revancha en septiembre pasado, en lugar de enfrentar a Derevyanchenko en un período de 90 días facilitado por el organismo (a cambio de $20.000 dólares) para permitir que el ídolo kasajo enfrente a Vanes Martirosyan en la fecha del 5 de mayo que originalmente se estaba guardando para el combate ante Álvarez. (Les recuerdo que no fue culpa de Golovkin no haber enfrentado a Canelo, su retador obligatorio según el CMB, el 5 de mayo en Las Vegas, sino que las pruebas positivas de clenbuterol del estelar peleador mexicano y las subsiguientes suspensiones aplicadas por la Comisión de Atletismo del estado de Nevada terminaron por desarticular esa fecha de PPV).



Álvarez fue despojado de su cinturón de la FIB en agosto luego de que conversaciones sobre una defensa obligatoria ante Derevyanchenko fallaran (por temas de dinero, obviamente) menos de tres meses después de ganar ese título al superar por puntos a Daniel Jacobs. (Les recuerdo que Jacobs ganó el título que Golovkin fue forzado a dejar vacante al superar a Derevyanchenko en diciembre).

Ambos despojos parecen un poco apresurados e injustos en mi opinión, pero la FIB ya le ha quitado cinturones a otros campeones unificados por no enfrentar inmediatamente a boxeadores mucho menos importantes que Derevyanchenko.

Despojaron a Tyson Fury apenas 10 días después de que ganó el cinturón de la FIB (junto con los cinturones de peso pesado de la AMB, OMB y The Ring) al superar sorpresivamente a Wladimir Klitschko en noviembre del 2015. ¿Por qué? Porque no aceptó enfrentar de inmediato al retador No. 1 Vyacheslav Glazkov. (Les recuerdo que para obtener su chance de pelear con Klitschko, Fury debió firmar un contrato que incluía una cláusula de revancha, y el ex campeón ejecutó su derecho contractual de realizar un desquite inmediato).

No hay cinturón para tí, Tyson.

Despojaron al monarca de peso semipesado de la OMB Dariusz Michalczewski cuando el excelente púgil polaco-alemán no lo defendió ante William Guthrie a los 30 días de obtener el cinturón (junto al de la AMB) superando a Virgil Hill en junio de 1997.

¿Acaso Andy Ruiz será el próximo? ¿Acaso la FIB lo despojará por no enfrentar al actual retador No. 1 del organismo, Kubrat Pulev, antes de que esta versión moderna de la «Cenicienta del boxeo» se enfrente a Anthony Joshua en su muy esperado combate de revancha el 7 de diciembre?

¿Acaso se escandalizarían los fanáticos o los medios si hacen esto? No se sintieron mucho las consecuencias en las redes sociales cuando Álvarez y Golovkin fueron despojados, y creo reconocer tres razones para esta mezcla de apatía y ambivalencia:

1) Ya nos hemos acostumbrado a este tipo de jugarretas de parte de los organismos rectores.

2) Tanto Canelo como GGG tienen legiones de personas que los odian y que se deleitan de sus infortunios.

3) La FIB cumplió estrictamente con sus leyes internas relacionadas con sus retadores obligatorios al despojar a sus estelares pesos medianos, y dado el modo en que otros organismos parecen reformar sus reglas de acuerdo a sus necesidades financieras, algunos fanáticos y medios aplaudieron la decisión.

Entiendo esta tercera razón. Pero por más que yo apoye la idea de que los organismos rectores sigan sus propias reglas, creo que un campeón recién coronado (especialmente un campeón unificado) se merece algo de tiempo para decidir qué hace a continuación, y creo firmemente que está mal despojarlos por no enfrentar a un «retador obligatorio» que no tiene tanto mérito como para obtener esa categoría.

Se puede argumentar que Glazkov y Guthrie no tenían nada que hacer en ningún Top 10, y menos aún en los ratings de la FIB.

Guthrie enfrentó a Darrin Allen por el título vacante de la FIB en las 175 libras en julio de 1997, alzándose con el cinturón con un nocaut en tres asaltos. Ninguno de los dos había enfrentado a nadie que se asemeje siquiera a un retador del Top 10 antes de esa pelea. Guthrie había sido derrotado por nocaut en dos combates seguidos ante dos veteranos de primera línea como Reggie Johnson y Michael Nunn en 1998 y ‘99, respectivamente.

Glazkov, quien se había enfrentado a algunos retadores de segunda línea (como el por entonces invicto Malik Scott y los ex campeones de peso crucero Tomasz Adamek y Steve Cunningham), en su camino a la cima de los ránkings de peso pesado de la FIB, enfrentó a Charles Martin por el título vacante en enero del 2016. Martin, quien no había enfrentado a nadie importante antes de esa oportunidad, ganó por nocaut técnico en el tercer round cuando Glazkov sufrió una lesión en una rodilla, y luego simplemente se lo sirvió en bandeja al por entonces promisorio Anthony Joshua tres meses más tarde, a cambio de una buena suma de dinero. Glazkov no ha peleado desde su derrota ante Martin, uno de los peores campeones mundiales en la historia reciente.

No estoy diciendo que Derevyanchenko (13-1, 10 KOs) sea un farsante, tal como lo fueron Guthrie y Glazkov. El ucraniano, un boxeador de presión con una extensa carrera amateur, probó ser un retador legítimo cuando llevó a Jacobs hasta el límite. Actualmente está clasificado en el puesto No. 6 de The Ring en el peso mediano.

Pero ¿cómo se transformó primero en retador obligatorio de la FIB, y por qué está nuevamente en esa posición?

Derevyanchenko noqueó a Tureano Johnson en el 12do asalto de una eliminatoria de campeonato de la FIB en agosto del 2017. El único nombre notable en su récord antes de esta pelea era lo que quedaba del ex monarca de la FIB Sam Soliman, quien le duró apenas dos asaltos en 2016. Johnson había sido el retador No. 1 de la FIB gracias a su triunfo por puntos sobre Eamonn O’Kane en octubre del 2015. Sin embargo, las lesiones y las cirugías habían mantenido al duro nativo de las Bahamas fuera del ring durante el 2016. Tuvo una sola pelea (un nocaut en dos asaltos sobre Fabian Soares en febrero del 2017) antes de la eliminatoria ante Derevyanchenko.

Es un misterio saber cómo Johnson se las arregló para estar clasificado (y más aún para un combate eliminatorio) con un solo combate (ante un rival de segunda línea) en un período de 17 meses.

No puedo darme cuenta de cómo Derevyanchenko recuperó su puesto como retador obligatorio con un solo combate (un fallo unánime sobre el ex campeón europeo de las 154 libras Jack Kulkay, quien nunca le ganó a boxeadores de renombre en las 160 libras) que tuvo lugar en abril pasado.

¿Acaso la FIB no tiene a nadie en el Top 10 de peso mediano que sea digno de una chance de pelear por el título? Además de Golovkin (No. 3) y Jacobs (No.5) quienes ya han sido campeones mundiales, la respuesta es no. Boxeadores como Kamil Szeremeta (No. 4), Patrick Wojcicki (No. 6), Esquiva Falcao, Steven Butler, Patrice Volny y Meiirim Nursultanov (Nos. 7-10) no logran juntar una sola victoria significativa entre todos ellos.

Y ese es mi problema principal con esto de darle una palmada en la espalda a la FIB por «seguir sus propias reglas». ¿Qué hay de bueno en estas reglas de retadores obligatorios cuando los rankings de por sí son sospechosos?

Es una pregunta retórica, claro. Mirando el lado positivo de todo este sinsentido, en lo que aparenta ser un momento de justicia bastante extraño, Golovkin obtendrá una oportunidad de disputar el cinturón vacante de la FIB del cual ya lo han despojado cuando enfrente a Derevyanchenko el próximo 5 de octubre.