El voto para el ingreso al Salón Internacional de la Fama del Boxeo del 2020 incluirá a boxeadoras femeninas por primera vez en la historia

En otro verano lleno de giros y contramarchas tanto dentro como fuera del ring, uno de los giros más importantes pasó desapercibido cuando el Salón Internacional de la Fama del Boxeo en Canastota, Nueva York, anunció en julio pasado que las damas de la ‘dulce ciencia’ finalmente van a tener una oportunidad de ganarse una placa entre los inmortales del deporte.

Para las mujeres que han estado buscando durante mucho tiempo la igualdad en el boxeo, esto ha sido una enorme iniciativa. Y a pesar de que la exposición y las bolsas todavía no están a la par con las de los hombres, este es un paso ya largamente adeudado.

De este modo, este año los votos que recibirán un grupo selecto de historiadores y periodistas incluirán un renglón en el que votarán por las mujeres que componen la Clase 2020 en las categorías Moderna y Pionera. No se sabe todavía oficialmente cuántas mujeres entrarán en el primer año, pero hay buenas posibilidades de que una, dos o varias de las siguientes boxeadoras estén en esa lista.

Laila Ali 
24-0 (21 KOs)

La hija de «El Más Grande» se transformó en una de las más grandes por derecho propio durante el transcurso de una carrera de ocho años (1999-2007) que la vio dominar la división de peso súper mediano e incluso subir al peso semipesado para noquear a Gwendolyn O’Neil en 2004. Bendecida con una buena altura, velocidad, potencia y un toque de arrogancia, Ali pasó de ser vista como una mera novedad a comienzos de su carrera (una fase que llegó a su cima con su combate del 2001 ante Jacqui Frazier-Lyde) para ser una campeona legítima y una boxeadora dominante en las 168 libras, a pesar de que esa división estuvo históricamente entre las divisiones con menos participantes del boxeo femenino. Esa es la buena noticia. La mala noticia es que nunca pudimos ver a Ali enfrentando a boxeadoras como Ann Wolfe o Veronica Simmons. La ausencia de una pelea ante Wolfe es un punto particularmente espinoso para los fanáticos, que esperaban ver a la dura fajadora tejana poniendo a prueba a Ali como ninguna otra boxeadora en su vida, y quizás generando una serie de combates digna de ser comparada con los pleitos de su padre ante Joe Frazier. Más allá de esta mancha en su registro, el dominio de Ali y su capacidad de llevar al boxeo femenino a las primeras planas de los diarios del mundo hacen que su ingreso en Canastota esté casi garantizado.

Regina Halmich
54-1-1 (16 KOs)

A medida que el boxeo femenino comenzaba a ganar notoriedad en los Estados Unidos gracias a la labor de Christy Martin a mediados de los ‘90s, la mayor estrella del deporte probablemente estaba viviendo y peleando en Alemania. Clasificada en segundo puesto en la lista de The Ring de todos los tiempos en 2016, Halmich peleó en un impresionante total de 46 peleas de título mundial, ganando y defendiendo sus títulos en las 108 y 112 libras ante algunas de las más talentosas exponentes del deporte durante una carrera de casi 14 años. Su única derrota llegó en su único combate en los Estados Unidos ante Yvonne Treviño, cuando el médico de turno detuvo el combate debido a un corte DEBAJO del ojo de Halmich. Ella nunca logró vengar esa derrota, pero la dura alemana estaba decidida a dejar atrás ese traspié, y terminó ganando sus siguientes 37 combates antes de un empate ante Elena Reid en 2004. Halmich logró saldar cuentas con Reid durante una racha de nueve victorias seguidas para finalizar una carrera que se merece el honor de ser parte del Salón de la Fama. Simplemente, Halmich fue una de las mejores de todos los tiempos durante la primera era dorada del boxeo femenino.

Holly Holm
33-2-3 (9 KOs)

Cuando Holly Holm estaba compitiendo, el estado del boxeo femenino era tan malo en lo que respecta a percepción del público y exposición mediática que hay fanáticos todavía que solamente conocen a «La hija del predicador» como una ex campeona de peso gallo en la UFC y una de las peleadoras de artes marciales mixtas más famosas del mundo. Pero no se equivoquen: Holm fue parte de la élite de la ‘dulce ciencia’ entre 2002 y 2013, cuando se enfrentó y derrotó a las mejores en los pesos welter junior, welter y mediano junior, y se transformó en una franquicia unipersonal en su ciudad natal de Albuquerque, Nuevo México. Pelear en su tierra le permitió a Holm armarse una carrera en un momento en el que encontrar mujeres boxeando en televisión era casi tan frecuente como avistar al cometa Halley. Desafortunadamente, eso la mantuvo alejada de la posibilidad de llegar más allá de los fanáticos más acérrimos, a pesar de victorias sobre gente como Christy Martin, Mary Jo Sanders, Chevelle Hallback y Jane Couch. En 2011, Holm sufrió un terrible nocaut a manos de Anne Sophie Mathis, pero seis meses más tarde vengó esa derrota, dejando una impresión duradera en la memoria de los fanáticos del boxeo. Holm se retiró del deporte en 2013, dejando en el tintero una pelea propuesta ante Cecilia Braekhus, pero rápidamente llegó a la cima del mundo de las AMM sin tener nada que reprocharse.

Christy Martin
49-7-3 (31 KOs)

En 2017, la Asociación de Periodistas de Boxeo de Estados Unidos anunció la creación del premio a la Boxeadora del Año. Pero este premio, al igual que otros otorgados por este organismo, necesitaba de un nombre. Christy Martin fue ese nombre, y no hizo falta pensarlo mucho. Olviden sus terribles ganchos de izquierda y sus nocauts en las carteleras de Don King. Para una generación de fanáticos del boxeo, «La hija del carbonero» fue sinónimo de boxeo femenino, y cuando Martin apareció en la tapa de la revista Sports Illustrated en 1996 se hizo tan reconocible ante el gran público como muchos de sus pares masculinos. En el ring, Martin era una peleadora callejera de primer nivel, siempre dispuesta a recibir dos golpes con tal de colocar uno de los suyos, lo cual hizo crecer mucho su imagen. Obviamente, sus competidoras eran cuestionables a menudo, pero hubieron más que suficientes victorias sobre rivales de calidad como Belinda Laracuente, Kathy Collins y hasta su futura esposa Lisa Holewyne como para poner en duda las credenciales de Martin. Sus derrotas ante Laila Ali y Holly Holm hicieron mella en su aura de invencibilidad cimentada en una carrera de 45-2-2, pero la mayor derrota de la carrera de Martin ocurrió en 2005 cuando su mega-combate ante Lucia Rijker fue cancelado debido a una lesión de Rijker, y nunca fue reprogramado.

Lucia Rijker
17-0 (14 KOs)

Si Christy Martin fue la elegida del pueblo durante sus mejores años en el ring, Lucia Rijker fue la heroína de los fanáticos más exigentes, el equivalente a esa banda local tocando en un pequeño bar y que quisieras ver y disfrutar tú solo antes de que todos se enteren lo buena que es y salgan a girar por estadios en todo el mundo. En otras palabras, una vez que «La destructora holandesa» se dio a conocer, todos se enteraron de lo bueno que era y todos quisieron verla enfrentar a Martin en un choque de titanes que hubiese sido la mayor pelea de la historia en el boxeo femenino. Casi llega a hacerse en el 2005, antes de que una lesión en el talón de Aquiles forzara la cancelación del pleito, y después de eso nunca vimos a Rijker pelear de nuevo. Entonces, ¿por qué ocupa ella un lugar en la lista con apenas 17 peleas y apenas una sola victoria por títulos mundiales? Bueno, porque ella era la mejor boxeadora del mundo cuando estaba compitiendo. Habiendo sido kickboxer anteriormente, Rijker casi destruyó a todas las que enfrentó bajo las reglas del boxeo, anotando nocauts ante Chevelle Hallback, Lisa Ested y Marcela Eliana Acuña en su camino. Incluso la podemos describir como la Tyson femenina, por la manera en que derrotaba a sus enemigas incluso antes de que éstas se metieran al ring. Pero ella no hubiese intimidado a Martin, y es por eso que su malogrado combate sigue siendo uno de los grandes interrogantes sin contestar en la historia del boxeo. ¿Acaso esas preguntas afectarán negativamente la candidatura de Rijker para el Salón de la Fama? Podría ser, pero no debería serlo. Rijker fue claramente una boxeadora especial.