Friday, March 29, 2024  |

By Tom Gray | 

50 años después de que el legendario campeón Rocky Marciano falleciera trágicamente en un accidente aéreo, le echamos un nuevo vistazo al gran reinado mundialista del gran monarca invicto.

El hombre camina sobre la luna. El festival de Woodstock atrae a 350.000 fanáticos de la música. Charles Manson es acusado formalmente de los asesinatos en la casa de Sharon Tate. Más de 250.000 personas protestan en Washington contra la Guerra de Vietnam. Esos son apenas algunos de los inolvidables eventos que tuvieron lugar en el año 1969. Pero, sin embargo, fue éste titular el que sacudió al mundo del boxeo hasta sus cimientos: “Marciano muere en accidente aéreo».

El 31 de agosto de 1969, un día antes de su cumpleaños número 46, el ex campeón mundial de peso pesado Rocky Marciano se subió a un pequeño avión Cesna 172 en Chicago para viajar hacia un compromiso de negocios en Des Moines, Iowa. El piloto, Glenn Belz, quien tenía muy poca experiencia y carecía de las cualificaciones necesarias para volar usando solamente los instrumentos a bordo, encontró condiciones de vuelo difíciles y perdió el control de la aeronave. Marciano, Belz y otro hombre, Frankie Farrell, fallecieron instantáneamente tras el impacto cerca de un aeropuerto de Newton.

Medio siglo ha pasado desde aquella trágica y temprana muerte, pero el enorme legado de Marciano sigue con vida, y su récord de 49-0 (43 nocauts) ha alcanzado niveles casi míticos.



Su campeonato duró tres años, lo cual es mucho menos que muchos de sus contemporáneos. Sin embargo, los combates de Marciano tenían suficiente drama y emoción como para satisfacer incluso a sus fanáticos más exigentes. Se levantó de las lonas para ganar, estuvo abajo en las tarjetas y se recuperó para triunfar, y anotó nocauts cuando estaba ya a punto de ser noqueado. De los siete combates de Marciano por título mundial, tres fueron considerados como las Peleas del Año por la revista The Ring. No se trata de lograr longevidad cuando uno está en la cima, se trata de lo que uno hace cuando llega allí. Por eso la carrera de Marciano es eterna.

¿Hubiese sido un gran boxeador en 2019? Para empezar, recordemos que con sus 1.78 m de altura y apenas 86 kilos (190 libras) de peso, Marciano era un hombre pequeño comparado con los pesos cruceros actuales, y ni hablemos de los mastodontes que están en la cima de la división completa, y que a menudo miden 2.05 m y pesan 115 kilos. El objetivo principal de un campeón es ser el mejor de su tiempo, y Marciano logró eso durante una era dorada, en la que había solamente un campeonato disponible.

Creciendo en su querida ciudad natal de Brockton, Massachussetts, siempre tuvo el sueño de transformarse en jugador de béisbol de grandes ligas, pero el destino de Marciano era anotar jonrones en el ring. Para cuando estuvo en condiciones de desafiar al gran Jersey Joe Walcott por el campeonato de peso pesado, Rocky estaba invicto en 42 peleas con 37 nocauts. Tal como lo sugiere su récord, fue un auténtico artista del nocaut, pero había mucho más en su arsenal. Tenía un gran movimiento de cintura, cortaba bien el ring, se perfilaba para sus golpes más potentes usando amagues muy sutiles, usaba ángulos y apuntaba al cuerpo con intenciones asesinas. El cerebro boxístico de Marciano era muy poco apreciado, así como lo era su capacidad para hacer ajustes bajo presión – una cualidad vital para un campeón. Tomen todo esto y agreguen la estamina de un caballo de tiro y el coraje de un soldado, y tendrán a Rocky Marciano.

The Ring repasa aquí las siete grandes peleas de título mundial del ex campeón de peso completo.

 

23 de septiembre de 1952/Municipal Stadium, Filadelfia • Pelea del Año de la revista The Ring

A sus 38 años de edad, Arnold Raymond Cream, también conocido como Jersey Joe Walcott, era el campeón de peso pesado de mayor edad hasta el momento, un récord que mantendría hasta que George Foreman, a sus 45 años de edad, noqueara a Michael Moorer en 1994. Sin embargo, tal como era el caso con muchos grandes boxeadores, la edad para él era solamente un número. A pesar de subir al ring como el más desfavorecido para ganar (el primer peso pesado en estar en esa posición desde que Jim Braddock enfrentara a Joe Louis en 1937) Walcott no iba a caer derrotado tan fácilmente. Derribó al invicto retador con un crujiente gancho de izquierda en el 1er round, y boxeó de manera brillante en una de las mejores peleas de peso pesado de la historia. Round tras round, el jab, la velocidad de piernas y los movimientos impredecibles de Walcott le dieron todo tipo de problemas a Marciano. En el 11er asalto, el viejo campeón lastimó a su oponente con otro duro gancho de izquierda, y en la seguidilla de golpes subsiguiente se lo vio a Marciano exhausto y frustrado antes de regresar a su rincón. El 12do fue otro gran round para Jersey Joe. Las puntuaciones se daban round por round, y Walcott estaba al frente por 8-4, 7-5 y 7-4-1 entrando al 13er asalto. Marciano necesitaba un nocaut para ganar, y lo logró con uno de los derechazos más explosivos jamás conectados en una pelea de campeonato de peso pesado. Un gancho corto – conectado mientras el veterano campeón estaba ya de rodillas – terminó de hacer el trabajo, y Walcott recibió el conteo completo. Nunca supo qué fue lo que lo golpeó. «Yo pensaba que estaba un poquito abajo (en las tarjetas) y sabía que tenía que hacer algo», dijo Marciano luego de su histórico triunfo.

Resultado: KO 13

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5 de mayo de 1953/Chicago Stadium, Chicago

El ya desgastado Walcott tenía nueve meses más de edad, y Marciano (entrando ahora en sus mejores años) tenía nueve meses más de experiencia. El nuevo campeón comenzó la revancha donde había dejado el primer combate, atacando a su oponente con enormes golpes de potencia y privándolo del tiempo y la distancia que requería. Algunos de esos asaltos fueron salvajes y se perdieron en el aire de la noche, pero el retador pareció exasperarse con la agresión de Marciano y no pudo lanzar sus contragolpes del modo en que lo había hecho en Filadelfia. Con menos de un minuto por disputarse en el 1er round, un gancho de izquierda conectó en la parte alta de la cabeza, y mientras Walcott esquivaba para evitar el derechazo que esperaba por la parte alta, le apareció de la nada un adormecedor uppercut derecho en el mentón. No lo vio. No lo esperaba. No se pudo recuperar nunca. El árbitro Frank Sikora completó el conteo apenas una fracción de segundo antes de que Walcott pudiese erguirse de pie. Todo terminó a los 2:25 del primer round. Se lanzó una protesta oficial por parte del manager de Walcott, Félix Bocchicchio, quien se quejó de que su boxeador había sido víctima de un conteo demasiado rápido, pero el resultado se mantuvo. Ésta fue la pelea final de la carrera profesional de 23 años de Walcott. Se retiró con un modesto récord de 50-20-1 (31 KOs), pero los números oficiales no reflejan la calidad de este gran boxeador.

Resultado: KO 1

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24 de septiembre de 1953/Polo Grounds, New York • Pelea del Año de la revista The Ring

Aproximadamente 45.000 fanáticos se presentaron para esta muy esperada revancha. Ambos habían chocado tres años y medio antes en el Madison Square Garden, con Marciano alzándose con un fallo dividido en 10 asaltos, pero a pesar del hecho de que muchos pensaron que el veredicto debía haber sido unánime, la gente de LaStarza tenía mucha confianza en la previa de esta revancha. «Roland está en su mejor momento físicamente”, le dijo el manager Jimmy De Angelo a The Ring. «Es seis centímetros más alto y mucho más ancho que en 1950. La izquierda de LaStarza noqueará a Marciano cuando se encuentren de nuevo, del mismo modo en que lo derrotamos en 1950». Pero a pesar de que el retador de 26 años oriundo del Bronx exhibió un buen movimiento lateral y buena puntería en el comienzo, su éxito duró poco. El campeón abrió un corte sobre el ojo derecho de su oponente en el tercer asalto, y estaba en control total para mediados del combate. Esquivó bien los ataques de LaStarza y lo castigó al cuerpo en cada oportunidad que tuvo. También soltó algunos cabezazos, codazos y golpes después de la campana, y el árbitro Ruby Goldstein penalizó a Marciano en el sexto asalto por golpes bajos. El castigo y el dolor continuaron intensificándose hasta que LaStarza se quedó sin resistencia en el 11er asalto. Marciano erró con un gancho de izquierda, pero se plantó bien para el derechazo siguiente, y un ataque brutal lanzó a LaStarza por entre las cuerdas. El retador se levantó audazmente, pero Marciano soltó su repertorio completo de golpes y forzó la intervención final de Goldstein.

Resultado: KOT 11

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17 de junio de 1954/Yankee Stadium, Nueva York

Es difícil sobreestimar la calidad de Ezzard Charles como boxeador. Considerado unánimemente como uno de los mejores boxeadores en la historia, «La Cobra de Cincinnati» era un seguro miembro futuro del Salón de la Fama antes de que su incursión al peso pesado se iniciara, con sus dos victorias ante el eternamente evitado peso mediano Charlie Burley y tres sobre la leyenda del peso semipesado Archie Moore garantizando ese logro. En junio de 1949, Charles superó por puntos a Walcott para ganar el campeonato de peso pesado, y repitió ese resultado dos años más tarde antes de perder dos veces seguidas ante Jersey Joe. Con Marciano ahora en la cima, Charles intentó transformarse en el primer hombre en recuperar el mayor premio de todos los deportes, y esa motivación sacó lo mejor de sí. Desfavorecido por margen de 18-5, Charles peleó de manera brillante, usando toda la experiencia ganada en obtener un increíble récord de 85-10-1 (49 KOs). A diferencia de los oponentes anteriores de Marciano, Charles sabía cómo neutralizar el trabajo del campeón por dentro, y lo sometió a un infierno desde el comienzo. El retador trabajó el cuerpo, anotó golpes potentes y vistosos, y mantuvo a su rival fuera de balance al mantenerse en movimiento. Pero Marciano era imposible de desalentar, y durante el transcurso de su primer y único combate completo de 15 asaltos fue desgastando a su oponente. Esto fue lo más cercano que cualquier otro boxeador estuvo de derrotar a Marciano, quien se alzó con un fallo unánime con tarjetas de 9-5-1, 8-6-1 y 8-5-2.

Resultado: DD 15

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17 de septiembre de 1954/Yankee Stadium, Nueva York • Pelea del Año de la revista The Ring

Tal como lo probó en sus combates de revancha con Walcott y LaStarza, Marciano siempre se desempeñaba mejor en las revanchas. Esta segunda parte no fue diferente. El campeón estaba obsesionado con probar su superioridad sobre Charles al infligirle un triunfo doloroso y destructivo, y no decepcionó. Quizás con el objetivo de igualar a Marciano en fuerza física, el retador entró al ring con el mayor peso de toda su carrera en 192.5 libras (88 kilos, siete libras más que en su primer encuentro) pero la masa corporal adicional jugó en su contra. Luego de ganar claramente el primer round, Charles conectó a Marciano con una enorme derecha en el segundo, pero ese modesto éxito solamente sirvió para enfurecer al campeón, quien lo atacó ferozmente y lo derribó con una golpiza desde ambos puños. A diferencia del primer encuentro, cuando Charles tuvo tiempo de trabajar por fuera y frenar a Marciano con sus amarres, ahora estaba siendo superado en volumen, fortaleza y agresión. El único descanso del que pudo sacar ventaja fue entre rounds, y no fue suficiente. Marciano superó con facilidad los ataques de Charles, y le propinó un feroz castigo a la cabeza y cuerpo. Una derecha limpia derribó al retador en el octavo, y éste se puso de pie tambaleando. El inevitable final llegó gracias a una potente combinación, culminando con un gancho de izquierda que derribó a Charles y lo puso de rodillas. Desgastado y golpeado, el gran ex campeón no fue capaz de superar el conteo de protección. A pesar de su dominio, Marciano necesitó ganar por la vía rápida debido a un terrible corte que se abrió justo sobre su fosa nasal izquierda.

Resultado: KO 8

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16 de mayo de 1955/Kezar Stadium, San Francisco

Luego de dos brutales combates ante Charles, Marciano tenía derecho de hacer una pelea fácil. Ahí es donde entra el campeón británico y de la Mancomunidad Británica, Don Cockell. El boxeador londinense de 205 libras (93 kilos) era 16 libras (7 kilos) más pesado que el formidable campeón, pero tenía buen porte, y los 18.000 fanáticos presentes esperaban una masacre. «Cockell luce como un pomo de crema, pero tiene una mirada amenazante y está siempre alerta – no hay que descuidarse», dijo Marciano al revisar las filmaciones de la pelea y recordar su análisis previo. «La Roca» no hizo su mejor trabajo, pero logró despertarse en el sexto, cuando haciendo una de sus movidas ya registradas amagó hacia la derecha y soltó un terrible gancho de izquierda al mentón. En el octavo, Marciano salió a perseguir a Cockell con todo, y una poderosa derecha sacó al inglés por entre las cuerdas en lo que fue su primera caída. El final se acercaba. Otra derecha de Marciano derribó a Cockell a comienzos del noveno, y el retador también fue conectado con un uppercut de derecha adicional mientras estaba en su rincón esperando el conteo. A puro corazón y ya sin nada de gasolina, Cockell se levantó solo para ser derribado nuevamente con una andanada sostenida de golpes de potencia. Cuando Cockell se puso de pie, el árbitro Frankie Brown se mantuvo cerca, y una enorme derecha seguida de una izquierda potente forzó su intervención. «No esperaba a un tipo tan fuerte», dijo Marciano después de la pelea. «Se lo vio muy fuerte en los dos primeros rounds, y es un boxeador muy aguantador. Creo que lo golpeé con algunos de mis mejores golpes».

Resultado: KOT 9

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21 de septiembre de 1955/Yankee Stadium, Nueva York

Una multitud de 61.574 personas se presentó para lo que terminaría siendo el capítulo final. Marciano era favorito 4-1 para derrotar a Moore, de 39 años de edad, quien buscaba hacer historia si se transformaba en el primer monarca reinante en el peso semipesado en adjudicarse el trono de la máxima categoría. Antes del combate, «La vieja mangosta» era sin dudas el boxeador más experimentado del planeta, con un impresionante registro de 149-19-8 (108 KOs). En el 2do round, Moore, un boxeador muy cerebral, le tomó el tiempo a Marciano cuando éste se estiró demasiado con un golpe y lo derribó de un derechazo tan veloz que fue casi invisible. «La Roca» le devolvió el favor con intereses en el sexto, derribando al retador con una crujiente derecha. Moore se puso de pie, y Marciano lanzó uno de los más violentos y prolongados ataques de su carrera. Con una defensa brillante, Moore evitó la mayoría de los golpes, pero los golpes que entraron de lleno hicieron daño. El rey de los semipesados finalmente decidió devolver los golpes y pagó el precio cuando Marciano lo derribó de nuevo. Increíblemente, Moore peleó bien en el séptimo round, pero el campeón estaba meramente tomándose su tiempo. Derribó a Moore con un gran derechazo en el octavo y cerró el show con un doble gancho de izquierda en el noveno. Esta fue su última gran batalla. «Me gustaría anunciar mi retiro del boxeo en este momento”, dijo Marciano en una conferencia de prensa en abril de 1956. «Nunca salí lastimado del ring, y me siento perfectamente bien físicamente, y probablemente me quedaban apenas dos o tres buenas peleas por delante”.

Resultado: KO 9

‘Rocky Marciano-Archie Moore remembered’ por Lee Groves