Tuesday, April 23, 2024  |

By Kelly Pavlik | 

RINGSIDE

SOLO PUEDE (Y SOLO DEBE) HABER UN CAMPEÓN

La pregunta fue realizada recientemente en mi podcast:  ¿Soy yo acaso el último campeón de peso mediano salido de los Estados Unidos?  Es una tremenda pregunta. Ha habido unos pocos estadounidenses que han tenido títulos mundiales desde que yo fui campeón. Daniel Jacobs y Peter Quillin me vienen a la mente. Jacobs se destaca debido a su obvio talento y porque derrotó a Quillin y tuvo una pelea muy buena y cerrada con Gennady Golovkin, pero logró tener unas versiones del título. Tuvo el cinturón «regular» de la AMB y ahora tiene el título de la FIB, pero eso no necesariamente te transforma en «el campeón» a ojos del público.  Si Jacobs derrota a Canelo Álvarez el 4 de mayo será visto como el campeón.

Yo siento que me veían como el verdadero campeón de peso mediano porque yo había derrotado al campeón indiscutido Jermain Taylor y luego fui campeón durante tres años.  No tuve todos los cinturones debido a las políticas del boxeo, pero al igual que Canelo ahora, yo era campeón linear y campeón de The Ring.



Si hay algo de que me arrepiento es de no haber luchado más por lograr los cuatro títulos más grandes.  Taylor ganó los cuatro (FIB, AMB, CMB y OMB) cuando derrotó a Bernard Hopkins en 2005, pero para cuando me enfrentó a mí en 2007 solamente tenía los títulos del CMB y la OMB.  A mí me parecía bien simplemente ganar esos dos, porque yo era el hombre que le ganó al hombre que superó a Hopkins, que era campeón indiscutido. Pero yo quería todos los demás cinturones.  Yo quería esas peleas con Félix Sturm, quien tenía el título de la AMB, y con Artur Abraham, quien tenía el de la FIB. Mi promotora, Top Rank, no pensaba que eso fuese importante. Ellos sabían que yo quería esos títulos y buscaron seriamente hacer esas peleas, pero cuando surgieron las negociaciones los promotores de Sturm y Abraham querían que yo fuese a pelear a Europa.  Top Rank y mi manejador Cameron Dunkin, quienes me enseñaron mucho sobre este negocio, pensaron que era una mala idea que yo vaya para allá.

Decidí no discutir con ellos.  Ellos sabían más que yo en ese momento.  Mi trabajo era entrenar y pelear, por eso yo estaba dispuesto a subir dos divisiones y enfrentar a Hopkins. Tuvimos que tomar una pelea significativa, porque yo venía de una defensa del título fácil ante Gary Lockett.  Pelear con Lockett estuvo bien porque en mis tres peleas previas yo enfrenté a Edison Miranda y luego dos veces a Taylor. La derrota ante Hopkins fue difícil de tragar, pero no fue la mejor versión de mí. Fue simplemente una noche mala, horrible.  Yo tenía una temperatura de 38 y medio de fiebre la noche de la pelea, y esto quedó documentado por Thomas Hauser.

No me derribaron ni me golpearon mucho, pero mi reputación recibió una golpiza – y es una pena porque siento que debería haber sido más apreciado, incluso más que por haber vencido a Taylor.  Yo era una promesa candente al comienzo de mi carrera y peleé con tipos muy duros cuando era retador, tipos como Fulgencio Zúñiga, José Luis Zertuche y Bronco McKart, gente que otros retadores evitaban. Pero mi primera pelea en HBO no llegó hasta siete años entrada mi carrera profesional, lo cual es algo muy loco, pero el presidente de HBO en ese momento (Ross Greenburg) no creía que yo fuese tan bueno.  Básicamente me dijo «no invertimos en boxeadores del Medio Oeste», lo cual era una palabra clave para «boxeadores blancos», en realidad, y eso está mal. Eso es un prejuicio regional, y es ignorancia del boxeo. El talento es talento y nada más.

Yo debería haber probado mi valor ante HBO con la pelea de Miranda. Fue un monstruo en ese momento.  Todo el mundo le tenía miedo a Miranda. HBO lo infló mucho antes de la pelea, incluso produjeron un programa especial sobre él.  Todos hablaban sobre este artista del nocaut colombiano durante los eventos de los medios en la semana de la pelea. Le dije a todos que lo iba a hacer retroceder y lo iba a noquear, y todos pensaron que yo estaba loco.  Pero eso fue lo que sucedió. Eso abrió muchos ojos. Esa fue una de mis victorias más satisfactorias.

La revancha con Taylor, que fue hecha en un peso intermedio de 164 libras, también fue satisfactorio porque vino preparado con un gran entrenamiento con Emanuel Steward. Taylor hizo una pelea inteligente, estaba en modo de supervivencia, lo cual hizo que boxeara extraordinariamente bien.  Esa fue una victoria más grande para mí que la primera pelea, porque nadie esperaba que yo pudiese derrotarlo sin noquearlo. Superarlo por puntos fue más impresionante para mí.

Hacer cosas que nadie espera de tí agrega estatura a lo que haces en el deporte.  Jacobs ya ha hecho esto frente a Golovkin, aun cuando perdió aquella pelea. ¿Puede llegar a ser ese hombre, un peso mediano estadounidense que los fanáticos de su país y el resto del mundo lo consideren como EL campeón? Yo pienso que siempre ha tenido el potencial, pero en su camino tiene a un boxeador potencialmente extraordinario.

¿Pienso acaso que Jacobs tiene chance de derrotar a Canelo? Puede que sí, puede que no. Canelo está pasando por un gran momento ahora.  Está en llamas. No lo pueden tocar. Pero, por otro lado, Jacobs es un peso mediano grande, entre 1.80 y 1.85 metros, como yo y los tipos grandes de mi era, Taylor y Miranda.  Jacobs es uno de esos tipos, y es talentoso. Ha demostrado lo brillante que es en sus peleas para su tamaño, pero hay algo que no termino de entender de Jacobs. Se toma un descanso, entra en una laguna mental en la que no pelea, incluso le pasó eso ante GGG.  Estaba siendo dominado hasta que lo derribaron, y ahí dio vuelta las cosas. En las pocas peleas que hizo después de GGG, mostró flashes de estar en la cima del mundo en el peso mediano. Pero la noche del 4 de mayo podría hacerse larga para Jacobs. Canelo está en movimiento. No veo a otro mediano derrotándolo en este momento. Así de bueno es.  

Kelly Pavlik es el ex campeón de la revista The Ring, campeón lineal y monarca del CMB y la OMB en el peso mediano.  Desde su retiro del boxeo en 2012, ha abierto un Gimnasio Mi Gym en Columbiana, Ohio, cerca de su ciudad natal de Youngstown, y es el co-anfitrión junto a James Domínguez del programa radial de internet The Punchline.

 

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