Friday, March 29, 2024  |

By Michael Montero | 

PELEADOR POR NATURALEZA

REGIS PROGRAIS Y EL BOXEO TARDARON EN ENCONTRARSE, PERO UNA VEZ QUE LO HICIERON SE DESATÓ UNA BESTIA

Creciendo en Nueva Orleans, uno escucha la leyenda del Rougarou durante la niñez.  Según las tradiciones del Cajun, el Rougarou es una criatura similar al lobizón, con un cuerpo humano y la cabeza de un lobo, que merodea los pantanos, los campos de caña y los bosques fuera de la ciudad.  En el boxeo profesional, el Rougarou es un zurdo invicto con una potencia temible. Regis Prograis (23-0, 19 KOs) es el epítome del peleador natural, nacido para pelear. Mucho antes de entrar a un ring como profesional en su adultez, ya era muy temible para sus pares.

«Realmente no creo que tengas futuro en el football, pero sí lo tienes en el boxeo».

«Cuando era más joven, hacía karate, y me echaban porque era demasiado bruto», le dijo Prograis a The Ring.  «Guanteábamos, y yo lastimaba a los otros chicos. El sensei dijo ‘necesitas jugar al football americano o hacer boxeo, algo más físico’».  



Un par de años más tarde, en la secundaria, Prograis fue miembro del equipo de football americano. Y a pesar de que era más pequeño comparado con sus compañeros de equipo, compensó con eso por su innata inclinación a lo físico, y su tenacidad.  Esos atributos pronto lo ayudarían a desarrollar una reputación durante su segundo año en la escuela secundaria McDonogh 25, donde el boxeo se le presentó de un modo muy poco convencional. «Los jugadores de football y básquet iban a un aula durante la hora de almuerzo a pelear», dijo.  «Yo sabía que esto pasaba. Un día pasé caminando por esa aula y escuché gritos. Había alguien vigilando la puerta para que los maestros no vean, porque se suponía que nadie podía entrar ahí. Me dijeron que no podía entrar a menos que peleara, por eso acepté ponerme los guantes». El joven de 16 años no solamente no tenía miedo de pelear, sino que le gustaba también mostrarse ante la gente. «Era como una pelea de boxeo de verdad, siempre teníamos mucha gente mirándonos.  Yo lo hacía todas las semanas y les ganaba a todos».

Prograis era un peleador natural para este club de la pelea en horario de almuerzo, rutinariamente dominando a chicos más grandes en edad y tamaño, y no solamente eran sus compañeros de clase los que sabían esto.  Su entrenador de football americano también vio un enorme potencial. «Me sacó a un lado y me dijo ‘realmente no creo que tengas futuro en el football, pero sí lo tienes en el boxeo», dijo Prograis. «Fue literalmente al día siguiente que devolví mis equipos de football.  Ya no tenía la pasión para eso. Me obsesioné con el boxeo».

Comenzó a entrenar en un gimnasio local, aprendiendo lo básico y amando cada segundo de lo que hacía.  El problema era que al gustarle tanto comenzó a dejar de lado sus tareas escolares. Siempre había sido conocido como el payaso de la clase, pero ahora sus notas comenzaban a bajar.  Su madre lo sacó del gimnasio para que pudiese concentrarse en el trabajo escolar. Para cuando el descanso de verano llegaba, Regis no veía la hora de comenzar nuevamente su entrenamiento. «Tan pronto como llegaba el verano yo iba al gimnasio todos los días», dijo. «Y por supuesto el Huracán Katrina golpeó ese mismo verano».

En agosto del 2005, Katrina barrió con furia por la zona del gran Nueva Orleans, dejando surcos de devastación en su camino.  Esa tormenta de categoría 5 causaría más de $100 billones en daños y costaría más de 1800 vidas, transformándolo en el huracán más dañino en tocar tierra estadounidense desde 1928.  La familia Prograis acató sabiamente las advertencias de evacuación de las autoridades locales. Regis abandonó Nueva Orleans con sus abuelos, un primo y su hermana más joven. Fueron en auto a Houston mientras su madre se quedaba en casa vigilando sus posesiones.  Durante los siguientes nueve meses vivieron como nómades, quedándose con parientes lejanos, en habitaciones de hotel o hasta garajes de amigos. Eventualmente regresaron a Louisiana, pero Regis quería quedarse en Houston. La razón era sencilla: el boxeo. Poco después de asentarse en «La Ciudad Espacial» con su madre y en enrolarse nuevamente en la escuela, se encontró entrenando en el Savannah Boxing Club. Fundado en 1980 por Willie y Clara Savannah, el gimnasio era reconocido en los círculos boxísticos por su exitoso programa amateur y por generar numerosos campeones mundiales profesionales.  Estar rodeado de boxeadores grandes dejó un impacto profundo en el joven Prograis.

«En aquel momento, Ronnie Shields entrenaba ahí», dijo.  «Juan Díaz estaba en su mejor momento, y estaba ahí». Rocky Juárez, Raúl Márquez … y muchos más.” De todos los boxeadores entrenando en el Savannah, el ex campeón indiscutido de peso pesado Evander Holyfield fue quien más influencia tuvo sobre Prograis.  «Yo estaba en la secundaria todavía, y por eso iba los sábados, y él estaba ahí. Uno de los más grandes boxeadores de todos los tiempos, entrenando al lado mío. Los Charlos (mellizos Jermell y Jermall) también estaban ahí. Eran todos buenos amigos míos, salimos todos de la secundaria juntos».   

A diferencia de los hermanos Charlo, Regis tuvo un inicio tardío en el boxeo.  Se tomó su tiempo para pelear como amateur por varios años después de que los Charlos se habían hecho profesionales, compilando un registro de 87-7.  A sus 20 años, mientras muchos de sus amigos estaban de fiesta por ahí o persiguiendo mujeres, la única pasión de Prograis fue el boxeo, y no solamente en el gimnasio.  Comenzó a leer todos los libros que pudo conseguir, estudiando la historia del deporte. «Ví un reporte que decía que la mayoría de los estadounidenses se pasan más de tres horas por día mirando televisión, perdiendo el tiempo, así que corté eso de mi vida por completo», dijo.  «Comencé a leer como cinco o seis horas por día. Aún hoy, leo más de lo que miro televisión. Cuando consigo un buen libro, no me gusta dejarlo, solo quiero terminarlo. Le subrayo ideas, tomo notas. Me gusta ser un estudiante del deporte, conocer la historia del boxeo». Prograis exploró la psicología de los deportes de combate, leyendo el libro de Sam Sheridan «The Fighter’s Mind and A Fighter’s Heart». Se metió de lleno en libros de autoayuda como «Cómo ganar amigos e influir sobre las personas» de Dale Carnegie, leyéndolos varias veces.

En su décima pelea, entró al ring sin camisa y con una máscara de hombre-lobo, y la multitud rugió.

Prograis llegó hasta las semifinales del Campeonato Amateur 2011 de Estados Unidos y compitió en las Pruebas Olímpicas del 2012 donde perdió ante el futuro profesional de peso welter Sammy Vázquez.  Durante su carrera amateur, Prograis trabajó como entrenador personal en un gimnasio local de LA Fitness para pagar sus gastos. Fue a través de este trabajo que conoció a su esposa, Raquel. «Terminé entrenando a mis futuros tíos políticos», dijo.  «Comencé a ir a sus casas para entrenarlos allí y me hice muy amigo. Con el tiempo, dos de sus sobrinas vinieron de vacaciones desde Brasil, y así fue como la conocí». Hubo una conexión inmediata, pero también hubieron obstáculos. Además del hecho de que Raquel vivía a 8000 kilómetros de distancia, también estaba el tema de la barrera lingüística.   «Ella no hablaba inglés y yo no hablaba nada de portugués», rió Prograis. Al comienzo hablaban por teléfono, usando un traductor para comunicarse. A veces hablaban a través de la tía de Raquel. En poco tiempo, Raquel estaba de regreso en los Estados Unidos y viviendo con Regis, pero apenas pudo encontrar trabajo en un restaurante local por un salario magro.  Eran tiempos duros, y la pareja apenas podía mantenerse. Pero ellos perseveraron, y a medida que su relación se desarrollaba, lo mismo sucedía con la carrera boxística de Regis.

En abril del 2012, a sus 23 años, Prograis hizo su debut en Houston.  Tuvo un inicio impactante, ganando 12 de sus primeros 14 combates por nocaut.  Fue durante este tiempo que su padre le puso el apodo «Rougarou», que no le gustaba mucho a Regis al principio.  Pero en su décima pelea, entró al ring sin camisa y con una máscara de hombre-lobo, y la multitud rugió. De ahí en más, el nombre quedó, y él disfrutó de jugar el rol de monstruo en el ring.  Poco tiempo después de hacerse profesional se casó con Raquel, tuvieron el primero de sus dos hijos, y él dominó el idioma portugués. Su esposa conquistó el inglés también, y también se hizo fanática del boxeo.  «Ella va a todas mis peleas ahora», dijo. «El boxeo le empezó a gustar».

En agosto del 2015, Prograis hizo su debut televisivo en una cartelera de ShoBox.  Peleó en Showtime tres veces más, culminando con un nocaut en 2 asaltos sobre el ex campeón mundial unificado de las 140 libras Julius Indongo en marzo del 2018.  Cuando la World Boxing Super Series anunció que harían un torneo en el peso welter junior, Regis rápidamente se sumó a esa oportunidad. Sacó boleto y logró el primer lugar en la siembra tras noquear al previamente invicto argentino Juan José Velasco en el evento principal de una cartelera de ESPN el 14 de julio.  Fue la primera vez que Prograis peleaba en su ciudad natal como profesional, y la comunidad respondió, llenando el Lakefront Arena de la Universidad de Nueva Orleans.

En el inicio de la WBSS, Prograis eligió enfrentar al ex monarca de peso ligero Terry Flanagan en la primera fase de cuartos de final.  Ambos encabezaron una cartelera en DAZN en el Lakefront Arena en octubre. Fue la prueba más grande de la carrera de Prograis, y pasó con toda la gloria, derribando a Flanagan en el octavo asalto en camino a anotar una amplia victoria por puntos.  Ahora el escenario estaba listo para un choque de semifinal con el bielorruso Kiryl Relikh (23-2, 19 KOs), pero algunos problemas detrás de escena hicieron peligrar la pelea.

La empresa promocional Comosa AG, dueña de la WBSS, tuvo problemas asegurando los fondos necesarios de los inversores en el torneo para pasar a la fase semifinal, originalmente pactada para el primer trimestre del 2019.  Hubieron rumores de que algunos peleadores no estaban recibiendo en tiempo y forma sus bonos de la ronda de cuartos de final. La incertidumbre financiera y las demoras en el torneo hicieron que algunos boxeadores amenacen con irse, pero Prograis dijo que nunca tuvo semejantes ideas.  «Mis manejadores me decían que quizás no tendrían el dinero, pero yo les dije que lo que realmente quería es seguir en el torneo», dijo. «Yo quería seguir ahí porque mi siguiente pelea (ante Relikh) sería por el título de la AMB. Para mí no se trata de dinero. Quería pelear por el campeonato, y sentí que fuera del torneo nunca tendría esa oportunidad tan rápidamente.  Creo en la World Boxing Super Series y realmente quería estar en este torneo».

Las finanzas eventualmente se aseguraron, y las rondas semifinales del WBSS se pusieron oficialmente en marcha.  Prograis desafiará a Relikh por su título en el Cajun Dome de Lafayette, Louisiana, el 27 de abril. El lugar tiene mucho sentido porque Lafayette está a dos horas al oeste de Nueva Orleans y a tres horas de Houston.  El otro combate de semifinal en el torneo de las 140 libras es entre el escocés Josh Taylor (14-0, 12 KOs) y el actual monarca de la FIB Ivan Baranchyk (19-0, 12 KOs), oriundo de Rusia. Prograis dice que estaría más que dispuesto a enfrentar a cualquiera de los dos, de llegar a tener éxito ante Relikh, pero prefiere al olímpico y también zurdo Taylor.  «Quisiera pelear más con Taylor, simplemente porque veo mucha gente ahí afuera diciendo que me puede derrotar», dijo. «Quiero probar que soy el mejor peleador del mundo en las 140 libras. No quiero que sea algo debatible. Soy el sembrado en primer puesto ahora mismo, Taylor está en el segundo puesto. Si la final tiene que ser en Escocia, está bien, pero no creo que yo deba pelear en su territorio.  Y si él no debería venir a pelear a Nueva Orleans. Hagámoslo en Las Vegas o Nueva York, algún lugar así».

Cuando se le preguntó sobre otros peleadores de primer nivel en la división de peso welter junior, Rougarou no esquivó la pregunta.  «Todavía hay tipos como (el campeón del CMB) José Carlos Ramírez, y (el campeón OMB) Maurice Hooker ahí fuera, pero no están peleando con competidores de primer nivel», dijo.  «Creo que el ganador de al WBSS será el mejor en la división. No puedes esconderte detrás de tu promotor, tu manejador, tu cadena televisiva. Ramírez está evitando a los mejores peleadores.  Quizás no sea él, quizás sean sus manejadores, pero lo están evitando. Hooker ha tenido muchas palabras duras conmigo, y yo las he tenido con él. Esperemos que después de las WBSS yo pueda quitarle el cinturón.  Un potencial choque futuro entre Prograis y Hooker (26-0-3, 17 KOs) sería un gran evento en Texas, porque “Mighty Mo” es oriundo de Dallas, rival directo en los deportes de la Houston adoptiva de Prograis.

El objetivo inmediato de Prograis es sencillo:  Unificar todos los títulos en las 140 libras. «Nunca persigo a los grandes nombres, persigo los títulos», dijo.  «Quiero hacer lo mismo que hizo Terence Crawford en las 140 libras. De hecho, creo que puedo hacerlo incluso mejor que él, porque tenemos mejores boxeadores en las 140 libras ahora mismo en comparación a los que peleó él cuando unificó títulos.  Todos los campeones (de las 140 libras) ahora mismo son muy buenos, pero yo siento que estoy en la cima de ese podio. Espero que Hooker y Ramírez defiendan sus títulos, porque quiero pelear con ellos. Pero adivinen algo: Si ellos pierden sus fajas, no quiero pelear con ellos.  Voy a pelear con los tipos que los derrotaron.

Obstinado y confiado, parece ser que no hay nada que Rougarou no pueda hacer. Además de boxear, leer, aprender nuevos idiomas y ser marido y padre, también ha podido hacer algo de actuación.  Prograis tuvo un pequeño rol en la película del 2018 titulada Bayou Caviar, protagonizada por Cuba Gooding Jr. En enero pasado viajó a Boston para trabajar en una película llamada Wonderland, protagonizada por Mark Wahlberg, que debería ser lanzada este año.  Pero no está listo para colgar los guantes y mudarse a Hollywood todavía. «Ahora mismo no creo que quiera ser actor», dijo. «Realmente quiero concentrarme en el boxeo más que en cualquier otra cosa».

Regis promete que será el único de los Prograis que hará carrera en el boxeo.  Cuando se le pregunta si su hijo Ray (5) o su hija Khalessi (2) podrían subirse al ring algún día, su respuesta es clara.  «He sangrado y sudado solamente para tener lo que mis hijos han tenido desde la cuna», dijo. «Mi hijo tiene apenas 5 años, pero ha estado en cuatro países distintos hasta ahora, siempre está de vacaciones.  Mi hija tiene 2 años y ha salido del país tres veces ya. Los boxeadores salimos desde el fondo y luchamos para llegar a la cima. Mis hijos ya están en la cima».

Desde pelear con sus compañeros de clase durante el almuerzo hasta pelear por un título mundial en DAZN, Regis Prograis está en camino a la cima también.  Los monarcas de peso welter junior deberán considerarse advertidos: El Rougarou viene por ellos.

Michael Montero puede ser encontrado en YouTube, Twitter, Facebook e Instagram en @MonteroOnBoxing.  Su podcast semanal «The Neutral Corner» puede ser escuchado en iTunes, Spotify, y cualquier lugar donde se descarguen podcasts.

 

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