Thursday, April 25, 2024  |

By Thomas Hauser | 

JABS Y RECTAS DE PUÑO Y LETRA

El campeonato “lineal”

Hubo un tiempo en el que el campeonato mundial de peso pesado era el título más codiciado de todos los deportes. Eso ya no es así. Los grandes deportes tienen a verdaderos campeones. El boxeo tiene campeones mundiales, súper campeones mundiales, campeones interinos, campeones en receso y otras designaciones que han reducido el término «campeón» a una mera herramienta de marketing. 

Últimamente está de moda (particularmente en ESPN) hablar de Tyson Fury como el campeón mundial «lineal» de peso pesado. Nadie, que yo sepa, habla de campeones «lineales» en otras divisiones. Pero pongamos en perspectiva la corona «lineal» de Fury. 

El linaje de monarcas lineales del boxeo comenzó con John L. Sullivan, quien se adjudicó la corona del boxeo sin guantes al vapulear a Paddy Ryan en 1882 y transformarse luego en el primer campeón de la era con guantes en 1885. Sullivan fue destronado por James Corbett, quien perdió ante Bob Fitzsimmons, quien luego perdería ante James Jeffries.



Hasta ahí vamos bien. 

Luego, las cosas se pondrían complicadas. En 1905, Jeffries anunció su retiro, finalizando la cadena lineal. Marvin Hart se enfrentó a Jack Root, y de ahí salió el nuevo rey. Pero el nuevo monarca (Hart) perdió en su primera defensa del título ante Tommy Burns, quien luego sería separado de su corona por… Jack Johnson. En 1910, Jeffries regresó de su retiro y fue desfigurado a golpes por Johnson, reinstalándose así la idea de la cadena «lineal». Las cosas siguieron su curso lineal a través de los reinados de Jess Willard, Jack Dempsey y Gene Tunney.

Y luego vendría otro momento de duda. Tunney se retiró y ya no regresó al boxeo. Se terminó el campeonato lineal.

Max Baer vs. Jim Braddock was the last lineal heavyweight title fight before the reign of Joe Louis began.

En 1930, Max Schmeling fue confrontado con Jack Sharkey y se alzó con el título de peso pesado por descalificación. Luego seguiría una procesión de campeones muy poco destacables. Sharkey derrotó a Schmeling en la revancha, y luego lo sucederían Primo Carnera, Max Baer y James Braddock. Luego, Joe Louis capturaría la corona y reinaría por 12 años. 

Louis se retiró en 1949, terminando así con su linaje particular. Ezzard Charles superó a Jersey Joe Walcott (nueva línea). Louis volvió de su retiro y perdió con Charles (se restaura la nueva línea, pero ahora está encabezada por Charles). Charles lo pierde ante Jersey Joe Walcott. Walcott lo pierde ante Rocky Marciano. Y Marciano se retiró invicto en 1956 (final de la línea). 

Siguiente linaje: Floyd Patterson, Ingemar Johansson, Patterson nuevamente, Sonny Liston, Muhammad Ali (Cassius Clay en aquel momento), Joe Frazier, George Foreman, y el regreso de Alí, quien se reestablece así como justo monarca. Las pretensiones de campeón de Ernie Terrell y Jimmy Ellis durante esta era deben ser descartadas. Luego, Ali pierde ante Leon Spinks y comienza la era de la quita de reconocimiento (Spinks es despojado de su título del CMB por rehusarse a pelear con Ken Norton, y Ali recupera el título de la AMB y su status de campeón lineal al derrotar a Spinks en la revancha).

En décadas recientes, el boxeo ha tenido una cantidad exorbitante de pretendientes al trono del peso pesado. Los nombres que han sido reconocidos como campeones por varios organismos incluyen a Gerrie Coetzee, Francesco Damiani, Michael Bentt, Herbie Hide, Bruce Seldon, Henry Akinwande, Sergei Liakhovich, Oleg Maskaev, Ruslan Chagaev, Sultan Ibragimov, Bermane Stiverne, y Charles Martin. 

Ocasionalmente, algún boxeador alcanza la aceptación general como el mejor peso pesado del mundo. Larry Holmes, Mike Tyson, Evander Holyfield, Riddick Bowe, Lennox Lewis y Wladimir Klitschko me vienen a la mente en este momento. En esos casos, el hombre que le gana al mejor (por ejemplo, Michael Spinks le ganó a Holmes, Buster Douglas le ganó a Tyson) es ampliamente aceptado como el nuevo monarca de peso completo. Cuando Lewis se retiró como campeón después de defender con éxito su título ante Vitali Klitschko en 2003, eso marcó el final de otra línea. 

Tyson Fury comenzó su llamado reinado “lineal» derrotando a Wladimir Klitschko en 2015. Pero aun teniendo en cuenta los cálculos más ambiciosos, el reinado de Klitschko se remontó apenas hasta su victoria en 2006 ante Chris Byrd. Y luego de haber sido noqueado en combates de título mundial anteriores por Corrie Sanders (finalizando así la primera encarnación de Wladimir como «campeón») y Lamon Brewster (en otro desafío por el título), Klitschko no fue reconocido como el verdadero monarca pesado hasta muy entrado su segundo reinado, tras derrotar a Chagaev. 

En lo que respecta a los campeones de peso pesado de hoy, el término «lineal» ha caído en desuso.

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Cada tanto se me da por mirar una vieja película de boxeo por televisión.

«Gentleman Jim» es una película de 1942 protagonizada por Errol Flynn en el rol de James J. Corbett, el boxeador “científico” que destronó a un ya avejentado John L. Sullivan en el Olympic Club de Nueva Orleans en 1892.

Flynn era una gran estrella en las décadas de 1930s y ‘40s. «Las aventuras de Robin Hood» y «Capitán Sangre» fueron algunos de sus roles más famosos de aventurero. «Gentleman Jim» está basada aproximadamente en la autobiografía de Corbett. La revista Variety, cuyas criticas cinematográficas tienen bastante peso en estos días, la denominó como una «buena película», agregando que estaba «tan lejos de los hechos que llega a ser ridícula» y concluyendo que las muchas ficciones del film «sacan esta película de la sección de biografía y la envían a la sección de fantasía». 

Es una buena evaluación. La película es tonta y poco realista. Pero es divertida.

Ward Bond es entretenido en su rol de John L. Sullivan, a quien Corbett destrona en la batalla culminante del largometraje. Alexis Smith, una bella actriz canadiense que luego tendría una exitosa carrera en Broadway (fue tapa de la revista Time durante su triunfo en los premios Tony en 1971 con su obra «Follies») interpreta a la mujer amada por Corbett, Victoria Ware. 

El diálogo está escrito en el viejo estilo de Hollywood. 

Cuando Corbett se topa con Sullivan por primera vez, le dice al gran John L., “yo te he visto por San Francisco un par de veces, pero desde una larga distancia, claro”.

«Bueno», responde Sullivan, «mirarme desde lejos es una muy buena idea, jovencito». 

Pero es Smith, en el rol de Ware, la que tiene las mejores líneas de la película. Mientras su romance con Corbett se desarrolla, ella le dice «una mujer no se entera de las cosas. Ella simplemente lo deduce enseguida”. Luego, eso evoluciona a la frase «creo que te gusto más de lo que tú me gustas. Pero no me sorprendería ver que te amo más de lo que tú me amas». 

Entonces, por fin, Corbett y Ware se besan. 

«Yo no soy ningún ‘gentleman’», confiesa Corbett. 

«En ese caso», responde Ware, «yo no soy ninguna ‘lady’».

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Una idea para los problemas de hoy

En 1996, Muhammad Ali fuimos co-autores de un corto libro sobre intolerancia y prejuicios titulado «HEALING». Luego de eso, recibimos un premio de una organización llamada Givat Haviva en la cena de su gala anual. 

Givat Haviva tiene su sede en Israel. Su misión es promover la tolerancia y la comprensión entre árabes y judíos. Como parte de este esfuerzo, ellos organizan clases conjuntas entre estudiantes judíos y árabes en sus respectivas escuelas y en las instalaciones de Givat Haviva de manera extendida. Estas experiencias culturales cruzadas alimentan los ideales de responsabilidad, igualdad y respeto mutuo. 

Dieciséis estudiantes de Givat Haviva estuvieron entre los invitados a la cena. Habían ocho árabes y ocho judíos, ocho varones y ocho mujeres, todos jóvenes. Estaban vestidos de manera similar. Se alentaba a los invitados a conversar con ellos. La única prohibición era que no se les podía preguntar individualmente si eran árabes o judíos. Al final de la noche, luego de charlar con los estudiantes durante varias horas, virtualmente todos los invitados tuvieron que reconocer que nadie podía adivinar cuáles de ellos eran árabes y cuáles eran judíos. 

Hay un mensaje en todo esto, para todo aquel que quiera escucharlo.

La dirección de correo electrónico de Thomas Hauser es [email protected]. Su libro más reciente, titulado «A Dangerous Journey: Another Year Inside Boxing», ha sido publicado por la editorial University of Arkansas Press. En 2004, la Asociación de Periodistas de Boxeo de Estados Unidos honró a Hauser con el Premio Nat Fleischer a la excelencia en el periodismo de boxeo.