Thursday, April 25, 2024  |

By Tom Gray | 

MIENTRAS SE ACERCAN LAS FINALES DE LA WORLD BOXING SUPER SERIES, CUATRO CAMPEONES DE DIFERENTES PAÍSES TIENEN UNA MISIÓN IDÉNTICA: SUPREMACÍA TOTAL DENTRO DE SU DIVISIÓN.

«¿Por dónde diablos empiezo a describir esto?», preguntó un sorprendido miembro de la prensa segundos después de que Naoya Inoue demoliera al previamente invicto Emmanuel Rodríguez en menos de dos asaltos de acción.

En el ringside de Glasgow, Escocia, a punto de tener que cerrar mi nota para publicación inmediata, no se me ocurrió ninguna buena respuesta. Los medios allí reunidos, y los aproximadamente 8000 fanáticos esperaban ver al «Monstruo» devorando a otra víctima, esta vez el altamente calificado monarca de la FIB oriundo de Puerto Rico. Fuera de su propio grupo de trabajo, virtualmente nadie había elegido a Rodríguez como posible ganador, pero aún así todavía quedaba gente boquiabierta en la sección de prensa. La potencia de los golpes y el sorprendente salvajismo de Inoue eran algo que había que ver para creer.

«Esta es la primera vez que he visto a Naoya Inoue, y ha estado a la altura de todo lo que esperaba y más», dijo el promotor y representante de Comosa, Nisse Sauerland, en la conferencia de prensa posterior. «Ir a las peleas ya no me resulta particularmente excitante, pero viendo a Inoue esta noche he recuperado esa emoción. Es un fenómeno de la naturaleza, y nunca he visto golpes así, con tanta potencia y tanta precisión. Es un honor presentarlo en la final de la World Boxing Super Series».



Inicialmente, el combate pareció ser competitivo. Rodríguez se afianzó en el centro del ring en el primer round, y se plantó a intercambiar puños con el japonés mano a mano. Durante la semana del combate, me había dicho que planeaba usar su ventaja natural de tamaño para forzar a Inoue a retroceder. Rodríguez se las arregló para hacer eso periódicamente en los primeros tres minutos, pero su oponente anotaba con golpes directos.

El primer misil de Inoue encontró su objetivo a 40 segundos del 2do round, y depositó a Rodríguez en las lonas. Fue la primera vez que éste fue derribado como profesional. La pelea esencialmente había terminado en el momento que se conectó ese gancho, pero el monarca defensor fue derribado dos veces más antes de que se termine su agonía.

«Estoy extremadamente feliz de que pude noquear a Rodríguez en las semifinales y de poder seguir en el torneo», dijo Inoue, sin una marca en su rostro, en la conferencia de prensa luego de ganar el título de peso gallo de la revista The Ring con su extraordinaria actuación.

«Salió con fuerza y conectó contragolpes y ángulos que yo no esperaba. Imagino que todo el mundo piensa que mis peleas serán cortas, pero éste fue un ambiente diferente para mí en Glasgow, y necesitaba un round para hacer algunos ajustes. En el segundo asalto, pude boxear mejor y obtener la victoria. Sabía que el gancho de izquierda estaba listo para mí en el primer round, y cuando lo golpeé con él en el segundo ya supe que se iba al piso».

Esperando en el ringside estaba el siguiente oponente de Inoue, el ex campeón de cuatro divisiones Nonito Donaire, actual monarca de peso gallo de la AMB. El «Flash Filipino», una leyenda en este de porte, avanzó a la final de la WBSS en abril cuando noqueó espectacularmente a Stephon Young, un reemplazante tardío para el lesionado Zolani Tete, en seis asaltos.

«Esta fue la pelea equivocada para Emmanuel Rodríguez», dijo Donaire, incrédulo aún, cuando habló con The Ring. «Me sorprendió mucho que el plan de pelea fuese plantarse mano a mano con alguien apodado ‘Monstruo’. Yo sé que no haría eso, y esto fue una experiencia de aprendizaje para otros boxeadores.

El recientemente coronado campeón de peso gallo Naoya Inoue junto a Nonito Donaire. (Naoki Fukuda)

«Yo sabía que Inoue era tremendo, muy potente, pero no puedes arriesgarte a que te conecte con un golpe tan duro. Voy a estar estudiando esta pelea, y voy a estudiar de cerca todas las demás peleas que pueda ver. Estaré viendo cómo sacar ventaja del estilo de Inoue. Vi muchas fallas».

Inoue se rehusó a hacer una predicción para la final de la WBSS. El artista del nocaut de 26 años quería disfrutar este momento, y se lo veía positivamente feliz mientras se marchaba de la conferencia de prensa junto a su grupo de trabajo. Siendo ahora monarca en tres divisiones, Inoue se ha transformado en apenas el tercer japonés en 90 años en alzarse con un cinturón de peso gallo de The Ring (Fighting Harada y Shinsuke Yamanaka fueron los otros), y ya había llevado su temible reputación a alturas extraordinarias.

Mientras observo a Inoue alejándose, me acuerdo de la reacción del entrenador Rudy Hernández cuando le pregunté quién ganaría el torneo de peso gallo luego de los cuartos de final. «Todos ellos están en problemas», rió Hernández. «Yo clasifico a Inoue como el boxeador número uno del mundo, libra por libra. Basándome en sus habilidades y en lo que ha demostrado, no hay ningún peso gallo que pueda derrotarlo».

Hay una persona que no está de acuerdo con eso.

«Quiero unificar los títulos, ganar el torneo y llevarme el título de la revista The Ring», dijo Donaire, con la confianza suprema de un campeón. «Ya tengo un título de The Ring (en el peso pluma junior) y ésta es mi oportunidad de ganar el segundo. Yo vivo para esto, es lo que hago, es mi propósito en la vida: buscar a los mejores, conquistar a los mejores y ser el mejor.»

«Pienso que ésta sería la mejor victoria de mi carrera, porque hay mucho glamour de por medio y nadie me da una sola chance. Para esto es que he estado trabajando en lo que hace a revivir mi carrera. Tengo fe, creo en mí, tengo confianza en mí mismo. Pero más que nada, tengo un estilo de vida muy saludable. Estoy listo, física y espiritualmente. Esto sería la cima de mi carrera».

Contrariamente a su afable personalidad fuera del ring, Donaire es un guerrero con mucho coraje, y su gancho de izquierda todavía carga dinamita. Para ganar, el «Flash Filipino» deberá derrotar al «Monstruo» por la vía rápida, porque es casi imposible concebir que este veterano de 36 años pueda sostenerle el ritmo a un boxeador tan activo como Inoue durante 12 asaltos. ¿Lo logrará Donaire? Más allá de él mismo y su equipo, todavía no he encontrado a una sola persona que crea que puede lograrlo.

***

«Y lo envié a su casa, a pensar de nuevo».

El ex campeón de peso pesado Tyson Fury no es el único boxeador que puede lanzarse a cantar después de una pelea, aparentemente. Después de destronar al monarca de peso welter junior de la FIB Ivan Baranchyk por fallo unánime en 12 asaltos, Josh Taylor usó parte del tiempo de su entrevista posterior al combate para recitar la letra del himno no oficial de su país, «La flor de Escocia». Lo hizo por diversión, pero el patriotismo expresado fue genuino y visceral.

No fue difícil ser absorbido por esa atmósfera.

A la derecha de la hilera de prensa, un gran grupo de fanáticos japoneses que habían viajado más de 10.000 kilómetros para ver a Inoue en acción, cantaban «Hay un solo Josh Taylor» para cuando los rounds de campeonato ya estaban rodando. Fue fabuloso. El ruido de los fanáticos locales también era ensordecedor cada vez que Taylor anotaba algo con éxito. Y hubo mucho de eso, incluyendo dos duras caídas en el 6to asalto.

«No he tenido oportunidad de ver nuevamente la pelea, pero he visto las caídas en las redes sociales”, le dijo Taylor a The Ring luego de desayunar en un hotel de Glasgow la mañana siguiente. «Yo pienso que tuve una buena actuación, y estoy feliz por cómo salió todo. Definitivamente podría haber hecho todo más fácil. Hubiese podido boxear y tirar jabs hasta ganar la pelea, porque él no pudo aguantar mis movimientos y mis ángulos. Es raro, pero me sentí aburrido y quería hacer mucho más».

«No diría que Baranchyk es un pegador muy duro, pero tiró golpes muy potentes, y su potencia le duró hasta el final de la pelea. Cada vez que lo golpeé y me lancé sobre él, se recuperaba y volvía lanzando golpes, por eso no me podía descuidar. No quería que me agarre con un golpe fuerte, y decidí ir a lo seguro por momentos.

Un hombre que no jugó a lo seguro, al menos en lo referente a la vestimenta, fue el oponente de Taylor en la final de la WBSS, el monarca de la AMB Regis Prograis. En la conferencia de prensa posterior al pleito, Prograis entró a la sala vistiendo un kilt (la tradicional falda masculina escocesa) y un par de brillosas zapatillas Versace. Por si vale aclararlo, esas dos cosas no se combinan muy bien. Sin embargo, al equipo de Taylor y la prensa presente les encantó, y los intercambios de palabras subsiguientes se dieron en buen espíritu.

«Taylor es largo, tiene buen rango y definitivamente tiene potencia», dijo Prograis en una entrevista con The Ring. «Trata de atraparte por dentro cuando te abres, y Baranchyk hizo mucho de eso. Pero yo no voy a abrirme para él. Baranchyk avanza así (Prograis hace la mímica de un golpe abierto) y luego, boom, lo golpean.

«Pero Taylor recibió muchos golpes en esta pelea también. Baranchyk es muy bueno, pero no creo que esté en mi nivel. Como ambos somos zurdos rápidos, Taylor y yo podremos compensar esa velocidad entre los dos, pero todo dependerá de cómo vengan las cosas. Quizás sea una pelea táctica al comienzo, como fue la de Baranchyk, y luego comenzaremos a pelear. A veces Taylor trata de levantar las manos y pelear, a veces le gusta mantener la distancia».

Terminada la conferencia de prensa, el equipo de Prograis se dirigió a un casino cercano para observar el combate de título de peso pesado del CMB entre Deontay Wilder y Dominic Breazeale. Los acompañé, y mientras caminábamos por el Arco Clyde en Glasgow, Prograis habló sobre sus planes futuros: ganar el torneo WBSS, transformarse en campeón indiscutido en las 140 libras, subir al peso welter, y el sueño de algún día ser cabeza de cartelera en el Superdome en su ciudad natal de Nueva Orleans.

Todo eso queda en la distancia, empero, ya que Prograis deberá primero superar a Taylor, y eso promete ser una tarea ardua. Uno siente que quienquiera que gane esa pelea tendrá que abrir la puerta del infierno y echar un buen vistazo ahí adentro antes de llegar a la línea final. Estos son dos peleadores rápidos y potentes en la cima de sus carreras, y a pesar de sus esfuerzos por menospreciar las habilidades del otro, el respeto entre ambos sigue siendo obvio.

Regis “Rougarou” Prograis

«Miré un par de rounds de la pelea con (Kiryl) Relikh, y Prograis hizo el trabajo que tenía que hacer, estuvo muy bien», dijo Taylor. «Tuvo mejor movimiento de cabeza, y se concentró un poco más en la defensa. Pero aun así ví muchas fallas en él. Creo que confía demasiado en su potencia.

«Ya veremos cómo va. Es un muy buen boxeador y no es el campeón mundial por nada. Será una pelea difícil, una pelea más táctica, de habilidad, porque es bueno y es difícil pegarle de lleno. Pero nos encontraremos en algún punto, y la pelea definitivamente se encenderá con todo.

Hay mucho en juego aquí. El ganador, con todo respeto al campeón del CMB José Ramírez y al de la OMB Maurice Hooker, se asentará como el peso welter junior No. 1 en el planeta. El trofeo Muhammad Ali está en juego, y ya que Prograis y Taylor están clasificados en los puestos No. 1 y 2 respectivamente, el título vacante de la revista The Ring en las 140 libras también estará en juego.

«Definitivamente no me veo perdiendo esa pelea», dijo Prograis, con una sonrisa arrogante y confiada. «¿Que si lo voy a noquear? No lo sé. Pero definitivamente no me veo perdiendo. Es un sueño hecho realidad pelear por el cinturón de The Ring. Definitivamente voy a celebrar cuando lo gane. No sé si voy a llorar ni nada de eso – no soy un tipo emotivo, no soy así. De hecho, me emociono más cuando veo a otra gente pelear. Me emocioné más mirando (Taylor-Baranchyk) que cuando estoy en el ring. Para mí, es un negocio y lo hago todos los días. Siempre estoy en el gimnasio.

Y lo mismo con Taylor. Los dos somos ratas de gimnasio, ambos invictos, ambos campeones mundiales, los dos a punto de hacer historia. A pesar de la artillería de alto nivel que ambos traen a la mesa, el resultado de esta pelea podría depender de quién es el que más deseo de triunfo tiene. Su pelea es tan pareja que una victoria dominante por cualquiera de ellos podría parecer poco probable.

«Creo que tengo lo suficiente para ganarle», contraatacó Taylor. «No veo nada más que una victoria para mí en esta pelea. Creo que lo voy a superar en boxeo, lo voy a manejar y superar en astucia. Y si hace falta, ustedes saben que yo puedo pelear. Prograis tiene una noche difícil por delante, eso es seguro.

«Estoy viviendo en una nube con esto de ser campeón mundial, y nunca pensé que llegaría a una pelea unificatoria tan pronto. Tengo la oportunidad de unificar títulos (FIB y AMB) y obtener el título de The Ring y el trofeo Muhammad Ali también. Son muchos cinturones para solamente tres peleas».

En este trámite, lo único que hay garantizado es que los ganadores serán los fanáticos.

Tom Gray es Editor Asociado de The Ring Magazine. Síganlo en Twitter: @Tom_Gray_Boxing.