UN PUENTE DEMASIADO LARGO

Luego del infame «no más» de su rendición ante Sugar Ray Leonard en Nueva Orleans, Roberto Durán había recapturado los corazones de los fanáticos del boxeo al destruir al monarca de peso mediano junior Davey Moore para así ganar su tercer cinturón de campeón en igual número de divisiones. Sin embargo, el gran «Manos de Piedra quería llegar un paso más allá. El 10 de noviembre de 1983, en el Caesars Palace de Las Vegas, Durán desafió al campeón mediano indiscutido Marvelous Marvin Hagler en un intento por transformarse en el primer campeón mundial de la historia con títulos en cuatro divisiones. Muy desaventajado en los pronósticos, la astucia y buen boxeo de Durán le dieron a «Maravilla» todo lo que pudo aguantar, pero con un final fuerte el campeón se terminó por imponer y retener así su título por fallo unánime en 15 asaltos. Fue una actuación brillante en la derrota para un Durán físicamente mucho más pequeño, y sus fanáticos la recuerdan con el mismo respeto que a muchas de sus grandes victorias.