MANNY PACQUIAO

El atardecer de la carrera de Manny Pacquiaoes como un verano ártico en el que el sol nunca termina de caer del todo. Aparentemente ha estado de salida del deporte desde que su rivalidad con Juan Manuel Márquez concluyó cuando cayó de bruces a las lonas en diciembre de 2012. Las derrotas ante Floyd Mayweather Jr. y Jeff Horn (controversiales o no) convencieron a sus críticos que ya estaba acabado como boxeador de primer nivel mundial. Y, aun así, ahí está Pacquiao, a sus 40 años, todavía peleando y probándole a sus detractores que estaban equivocados. Su victoria por fallo dividido sobre el sobresaliente peso welter Keith Thurman probó que aún le queda más gasolina en el tanque que lo que muchos esperaban para alguien que se hizo profesional en 1995. Cualquier preocupación de que Thurman pudiese aplastar a su oponente más viejo y pequeño quedó desestimada en el mismísimo primer round, cuando Pacquiao conectó al invicto monarca con un gancho de derecha que depositó a su rival de 30 años de edad en las lonas. Thurman se las arregló para encontrar su camino de regreso al combate, conectando derechazos que hubiesen derribado a cualquier otro oponente de alto nivel en el peso welter, pero Pacquiao aguantó, dando un giro definitivo al combate en el 10mo round con una izquierda al cuerpo que doblegó a Thurman y lo debilitó por el resto del combate. En posesión ahora del título de la AMB, su cuarto reinado en las 147 libras, Pacquiao ha visto un renacer de su carrera bajo la escudería de la Premier Boxing Champions. Junto a su triunfo por puntos sobre Adrien Broner en enero pasado, el triunfo ante Thurman quizás le valga a Pacquiao la consideración de ser nombrado Boxeador del Año nuevamente, una hazaña casi inaudita para un veterano de 40 años de edad.