Tuesday, March 19, 2024  |

By Gareth A Davies | 

Un juicio valuado en millones lo favoreció, pero Yoel Romero insiste en que reivindicar su buen nombre es más importante que el dinero

El peleador de UFC de peso mediano Yoel Romero falló una prueba de drogas en 2016. El cubano, cuyo apodo de guerra es el de «Soldado de Dios» en honor a su devoción a su religión, se puso como loco. En las redes sociales comenzaron a burlarse de él como el «Soldado de los Esteroides». Cosas que duelen.

En un deporte que alguna vez se vio muy afectado por las sustancias para mejorar el rendimiento, Romero sabía que él era inocente. Inició un juicio en Nueva Jersey contra Gold Star Performance Products, aduciendo que los resultados de las pruebas fueron causados por productos mal confeccionados que contenían sustancias prohibidas (como ibutamoren, un estimulante de las hormonas de crecimiento) lo cual llevó a una suspensión de seis meses por parte de la Agencia Anti-Doping de los Estados Unidos (USADA). (Romero recibió una suspensión leve y no fue multado, porque USADA testeó sus suplementos y se encontró ibutamoren, aun cuando la sustancia no estaba en la lista elaborada en la etiqueta del producto). La corte falló a favor del veterano de 42 años y le otorgó una sentencia por daños por un monto de $27.45 millones.

El desglose de los daños fue en $3 millones por lucro cesante, $3 millones por el daño a su reputación y $3 millones por el daño psicológico y emocional. Dichos daños se triplican bajo la ley de Nueva Jersey cuando una empresa ha cometido fraude al consumidor. Es posible que Romero nunca vea un centavo de ese juicio, pero eso no importa para él. Lo importante es que su nombre haya quedado libre de culpas.



«Yo me sentí muy feliz. No se trató de dinero”, dijo. «Yo no podía dormir de noche. Fue muy emotivo e importante para mí, porque yo sabía que nunca había tomado nada en mi vida».

Romero, clasificado No. 2 en la división – sin una cuenta bancaria más grande, pero ya reivindicado – tiene pautado regresar al Octógono de la UFC este 17 de agosto próximo ante Paulo Costa en Anaheim.

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Ilima-Lei Macfarlane podría apuntar a la política después de su carrera como luchadora

Ilima-Lei Macfarlane ya se ha armado una reputación como personaje especial – no solamente en los deportes de combate, sino más allá. La campeona de peso mosca de Bellator – cuya escuela secundaria en Honolulu fue también el alma mater del expresidente Barack Obama – tiene una maestría en antropología social, y ya está trabajando con mujeres aborígenes de tribus estadounidenses, me dijo que dentro de los próximos 10 años es posible que se meta en política.

«En 10 años, espero ser dueña de mi casa, tener un hijo y ser dueña de mi negocio, y ser comentarista de Bellator», dijo MacFarlane, quien encaró las artes marciales mixtas «porque tenía sobrepeso en la universidad» y ya se ha transformado en una de las campeonas más formidables que el deporte haya conocido.

«La política puede ser una opción también. Pero para ser completamente honesta, no sé si estoy calificada», me dijo en una visita relámpago a Londres recientemente. «Pero quién sabe lo que pueda suceder en 10 años».

Macfarlane hará la cuarta defensa de su título de Bellator en las 125 libras en su Hawaii natal en diciembre.

«Ella ha crecido tanto en el año pasado, y continuará brillando”; dijo Scott Coker, presidente de Bellator MMA. «Cuando hablas con ella, es muy impresionante. Habla con mucha seriedad sobre muchos proyectos muy apasionados. Yo conecto los puntos con ella. Realmente, todo tiene que ver con sus raíces en Hawaii. ¿Cómo podemos cuidar a la gente y a la tierra? Esa será su declaración de misión en la vida, y tendrá una voz aún mayor después de que deje de pelear. La gente la respeta, y no es una persona falsa, es real.

«Su mensaje y sus creencias son los de una persona mucho más madura. Pero a ella le gusta pelear. Es el producto de nuestro sistema, y nosotros contratamos y cultivamos peleadores».

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Coker: Deberíamos tener peleas de unificación entre UFC y Bellator

El boxeo tiene peleas de unificación, pero las AMM rara vez lo hacen, dada la naturaleza misma de ese deporte y de sus ligas que compiten entre sí. Pero Coker piensa que esto podría (y debería) pasar. Ya lo ha probado, luego de haber enfrentado a Kyoji Horiguchi, peleador de Rizin, ante el estadounidense Darrion Caldwell, campeón de Bellator en el peso gallo. O quizás excampeón, porque Horiguchi ha derrotado dos veces a Caldwell, la segunda de ellas en el Madison Square Garden el 14 de junio, en una noche en la cual el campeón Rory MacDonald también avanzó a la final del torneo Grand Prix de peso welter en Bellator en su revancha ante Douglas Lima.

«Nadie está haciendo esto. Si la UFC quisiera hacerlo, yo pondría a mis peleadores a combatir en un segundo», explicó Coker. «Gane, empate o pierda, de eso se trata el deporte. ¿Por qué no enfrentar a Ryan Bader (Bellator) con Daniel Cormier (UFC)? Eso nunca se ha hecho. Ganen, empaten o pierdan, yo lo haría. Pero hay un problema: No es el modelo de negocios que usan ellos, y yo lo entiendo totalmente. Pero si ellos quisieran hacerlo, lo haríamos.

«Eso es lo que la gente quiere ver. Yo quiero ver al MVP (de Bellator) (Michael “Venom” Page) enfrentando a Robbie Lawler (UFC). ¿Por qué no? No creo que sea descabellado pensar que le vamos a dar una paliza. No sé si hay demasiada gente de la UFC que yo quiera enfrentar. Yo definitivamente enfrentaría a Nick o Nate Díaz, Conor McGregor y Jon Jones. Tenemos estrellas también, pero esos tipos son mega-estrellas. Solamente hay un par de peleadores con los que me enfrentaría.

Habiendo dicho esto, el ganador de Nate Díaz y Anthony Pettis en la UFC 241 podría aportar al próximo oponente para McGregor, quien no pelea desde su caída ante Khabib Nurmagomedov en octubre pasado, pero se espera que haga su regreso nuevamente en 2019.

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Nunes advises girlfriend Nina Ansaroff between rounds of a strawweight bout at UFC 238. (Photo by Jeff Bottari/Getty Images)

Amanda Nunes: abriendo nuevos caminos y destruyendo oponentes

Y finalmente… grandes elogios a la peleadora brasileña Amanda Nunes, campeona de la UFC en los pesos gallo y pluma, de 31 años, quien se llevó varios trofeos en la prestigiosa ceremonia de los Premios «Fighters Only World MMA» en Las Vegas, a comienzos de julio.

Nunes se posicionó como la mejor peleadora de todos los tiempos tras su demolición de Cristiane Cyborg Santos en 51 segundos al final del año pasado, subiendo una división para alzarse con el título de las 145 libras ante su provocadora compatriota, ganando los votos de los fanáticos y probando su popularidad y su valor de mercado en la UFC.

En dos años, Nunes tiene victorias sobre Santos, Ronda Rousey, Valentina Shevchenko y Miesha Tate, y ha perdido apenas una vez en los últimos seis años. Nunes ha hecho su parte en las recientes controversias sobre igualdad de género y respeto en el deporte, y las AMM femeninas siguen siendo un ejemplo para otras industrias.

«Siempre le recuerdo a la gente que Gina Carano y Cyborg Santos llenaron un estadio en San José. Esa fue la primera vez que un evento estelar femenino encabezó una transmisión televisiva de una cadena grande. Nosotros la promovimos, y fue la primera pelea femenina en los Estados Unidos. Hemos estado haciendo peleas femeninas durante años, siempre ha sido emocionante en mi opinión», dijo Coker. «Lo que ha pasado es que la gente recién se está enterando».

Gareth A Davies es el periodista de boxeo del periódico The London Telegraph.