Tuesday, March 19, 2024  |

By The Ring | 

ESCRIBIENDO DESDE EL RINCÓN

REFORMANDO LA DIVISIÓN DE PESO PESADO

La derrota categórica de Anthony Joshua a manos de Andy Ruiz fue quizás el mejor resultado posible para esa pelea. No estuvo a la altura de Tyson-Douglas, pero ciertamente estuvo ahí arriba a la altura de Lewis-Rahman I y Klitschko-Sanders, ambas calificadas como las grandes sorpresas del año por The Ring, tal como ésta seguro lo será en el futuro. Este sorprendente resultado pone patas arriba el status quo de la división de peso pesado y le inserta un nuevo gran jugador. Puede que Ruiz no tenga el aspecto que se espera de un campeón, pero su brillante plan de pelea – tirando jabs dobles para anular el rango de golpes de su rival más alto, y forzar a Joshua a la defensiva – probaron que la habilidad y la táctica llevan al triunfo, y no los físicos dignos de Apollo Creed. Y eso no le quita nada a Joshua, un muy buen campeón. La división está ahora completamente abierta, y no está mal que se haya abierto gracias a la cortesía de un Rocky mexicano cuyo primer mensaje desde el podio de ganadores fue asegurarle a su madre que sus problemas económicos han terminado. Bienvenido a las grandes ligas, señor Ruiz. Que el triunfo le dure y la prosperidad le llegue.

Brad Morris
Astoria, New York

Si Andy Ruiz Jr. es el primer campeón de mexicano-americano de peso pesado, ¿entonces qué fue John Ruiz? En aquel momento recuerdo escuchar que fue el primer campeón hispano de peso pesado en esta división. BoxRec muestra que ambos nacieron en los Estados Unidos, por lo cual ambos son estadounidenses. ¿Entiendo entonces que John Ruiz es descendiente de padres de otro país que no es México?



Joshua Bassan
Alexandria, Va.

Respuesta del editor: John Ruiz, nativo de Massachusetts, es de ascendencia puertorriqueña.

 

 

JUGANDO CON CARTAS MARCADAS

¿Por qué parece que hay promotores que se inclinan más y más para asegurarse que sus boxeadores estelares tengan una ventaja casi irremontable al contratar a sus oponentes en una fecha tan cercana a la fecha del combate? El boxeador principal tiene semanas para prepararse anticipadamente sabiendo que peleará en una fecha determinada mientras que el oponente, que a menudo es un buen boxeador con un récord importante, tiene que pelear quizás en una división más arriba que la suya y con poco tiempo para prepararse. El «0» se ha transformado en algo tan importante que entorpece el desarrollo de un boxeador. Estas peleas no están «arregladas», pero ciertamente están «armadas».

Chris Schofield
Dartmouth, Nova Scotia

Respuesta del editor: Una fría y dura realidad del armado de peleas inicial para jóvenes promesas en desarrollo es que la mayoría de ellos deben enfrentar a oponentes que vayan a perder casi de manera garantizada. Hay excepciones a esta cruel regla. Campeones amateur muy logrados como Vasiliy Lomachenko y Aleksandr Usyk, y talentos dinámicos como la estrella de la carátula de nuestro ejemplar actual, Naoya Inoue, y algunos de sus precoces compatriotas (Kosei Tanaka e Hiroto Kyoguchi) vienen a nuestra mente, pero incluso medallistas olímpicos brillantes y talentosos como Floyd Mayweather Jr. o Andre Ward tuvieron rivales cuidadosamente seleccionados durante los primeros 10-15 combates de sus carreras profesionales. Mayweather, a quien muchos describen como «El Mejor de Todos los Tiempos», enfrentó a dos debutantes y a cuatro con récords perdedores durante sus primeros nueve combates. Sin embargo, hay riesgos involucrados incluso con lo que uno llama «combates arreglados». En su séptimo combate, Ward se enfrentó a un nativo de Ohio llamado Darnell Boone, quien luego se transformaría en uno de los «probadores» más confiables del deporte. Boone derribó a Ward con fuerza en el 4to round de un complicado combate a seis asaltos en 2005. Si un medallista olímpico dorado tan talentoso, hábil y dedicado como Ward puede estar en peligro de ser derrotado por sorpresa a comienzos de su carrera, piensen lo que puede estar pasando por la cabeza de los managers o «meros mortales» en ascenso, especialmente en una era en la que (tal como apuntas de manera correcta) se aprecia de manera excesiva el récord invicto y se tiene muy poca tolerancia por las derrotas en cualquier etapa de la carrera de un boxeador. Una breve nota en defensa de los promotores y armadores de combates: Los manejadores de un boxeador generalmente tienen la última palabra sobre la calidad de sus oponentes, especialmente a comienzos de sus carreras (los managers a menudo son individuos que más han invertido en un boxeador, y por lo tanto los que más arriesgan financieramente). Los promotores y armadores de peleas usualmente quieren hacer peleas vistosas para los fanáticos (en otras palabras: peleas duras que tengan acción de ida y vuelta). Esto no siempre pasa, ya sea porque son frenados por managers entendiblemente cautelosos o, tal como es el caso a menudo, el oponente original cancela su presentación (por la razón que sea: disputas por dinero, sobrepeso por encima del peso contractual, pruebas fallidas de la comisión local, etc.) A menudo cuando uno escucha o lee que un oponente «Lado B» aceptó una pelea con poco tiempo de aviso, es porque ha sido elegido como segundo o tercer reemplazo.

 

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