Thursday, March 28, 2024  |

By The Ring | 

ALREDEDOR DEL MUNDO

Por Gareth A Davies

Anthony Yarde y la historia del Royal Albert Hall

El peso semipesado británico Anthony Yarde se lució como el boxeador estelar en el regreso del boxeo al Royal Albert Hall en Londres por apenas la segunda vez en 20 años, y aunque la pelea ante el estadounidense Travis Reeves fue un poco despareja, el escenario compensó todo eso y más.  Yarde se ganó una chance obligatoria ante el monarca de la OMB Sergey Kovalev gracias a un dominante nocaut en cinco asaltos coronado por una avalancha de terribles derechazos.

Pero éste es un lugar especial, con una historia especial para el pugilismo.  Yarde tiene muchas historias de escapar a pandillas y crímenes en las duras calles de Hackney en su juventud, pero nuca había estado dentro de este lugar casi sagrado.  Reconocido por sus noches de conciertos de música clásica, rock y pop, ballet y ópera, también ha sido el hogar de algunos de los mejores combates de boxeo en su lujoso interior: un atrio de forma elíptica, con la intimidad de sus asientos de terciopelo y un máximo de apenas 5.500 espectadores.



Su primera incursión en el boxeo fue el 12 de diciembre de 1918, enfrentando a un equipo del Imperio Británico ante las Fuerzas Armadas Estadounidense.  Esa noche, el Trofeo del Rey fue ganado por el «Bombardero» Billy Wells, el reconocido peso pesado, quien superó por puntos a Joe Becket en tres asaltos.

El deporte ganó la aprobación real en 1921 cuando el Príncipe de Gales presenció un evento en el ringside en el que el «Átomo Poderoso» Jimmy Wilde, un campeón de peso mosca de apenas 1.58 m de Merthyr Tydfil reconocido por muchos como el mejor boxeador británico libra por libra de todos los tiempos, perdió en el 17mo asalto ante Pete “Kid” Herman, quien pesaba unos 5 kilos más.

Las décadas del ‘20 y ‘30 vieron un crecimiento en la popularidad del lugar – el gigante italiano Primo Carnera peleó ahí seis veces – y para la década del ‘50 ya era muy popular entre un grupo de promotores británicos de posguerra que incluía a Jack Solomons (quien lo denominó «el estadio más íntimo del mundo») y luego Harry Levene, Mike Barrett y Mickey Duff. Ha sido usado ahora por Frank Warren, quien promueve a Yarde.  Con el tiempo, una sucesión de grandes peleadores británicos han dejado allí su marca, incluyendo a Howard Winstone, Sir Henry Cooper, John Conteh, Frank Bruno, Naseem Hamed, Joe Calzaghe, Lennox Lewis y Ricky Hatton. Lewis enfrentó a Glenn McCrory allí en septiembre de 1991; Bruno tuvo su debut en el Royal Albert Hall y combatió allí 15 veces, ganando en cada visita por nocaut; Cooper peleó ahí dos veces en los 1950s y tuvo una seguidilla de presentaciones en los ‘60s. Y en mayo de 1979, Muhammad Ali le dijo adiós a Londres en una pelea de exhibición titulada «La Magia de Ali».  

Fue una noche especial para Yarde.

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Victoria para Chris Eubank Jr. sugiere el retiro para James DeGale

Chris Eubank Jr. emergió de la amplia sombra dejada por su padre y de amplias críticas a sus habilidades boxísticas para producir la mejor actuación de su carrera y obligar al dos veces monarca de peso súper mediano James DeGale a hablar de su retiro. Eubank no se alzó con un título reconocido, pero fue el modo en que se dio su victoria, dictada en términos de un choque complicado de amarres y cabezazos al tiempo que envió a DeGale dos veces a las lonas con ganchos de izquierda en el segundo y 10mo rounds, lo que proyectó al nativo de Brighton a peleas más grandes.  Eubank – ganador por tarjetas de 114-111, 115-111 y 117-109 en las tarjetas de los jueces – dijo después: «Estoy de regreso donde necesito estar, en la cima de la cadena alimenticia, y ahora estoy en camino a buscar todos los demás cinturones de la división de peso súper mediano».

DeGale, el primer boxeador británico en ganar una medalla dorada olímpica y un título mundial profesional, decidió abandonar su carrera cinco días más tarde, precisamente 10 años después de que el nativo de Harlesden, por entonces campeón de peso mediano de las Olimpíadas de Beijing, hiciera su debut profesional.  Ya era hora. Los pies danzarines, el latigueo de su jab zurdo, la facilidad, control y movimiento en el ring lo han ido abandonando de a poco. Hubieron noches muy memorables en una carrera de 25 victorias, tres traspiés y un empate, incluyendo en los EEUU donde DeGale derrotó a Andre Dirrell y luego tomó parte en una tremenda pelea de unificación con Badou Jack que terminó en tablas.  DeGale clasifica junto a Groves – quien se había retirado menos de tres semanas antes – como uno de los mejores boxeadores británicos modernos en las 168 libras, y entre los mejores 10 en un grupo que incluye a Joe Calzaghe, Carl Froch, Nigel Benn, Chris Eubank, Richie Woodhall, Robin Reid y el actual No. 1 y campeón de The Ring, Callum Smith.

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Anthony Ogogo, medalla de bronce en las Olimpíadas de Londres 2012, también se retiró, dejando atrás un registro de 11-1 como profesional en el peso mediano tras una serie de operaciones en un ojo lastimado.  «Aceptar el final con gracia es parte de ser un atleta profesional. Decretar el final de esos sueños que quedarán inconclusos es la parte más difícil», dijo el boxeador de Lowestoft, Suffolk, hoy de 30 años de edad.  Pero fiel a su carácter, su objetivo es «mejorar y no amargarse».

En una carrera «llena de dolor, heridas y frustraciones», Ogogo se mantuvo lesionado durante un período de seis años y cuatro meses.  Además de las lesiones en los ojos, soportó tres dislocaciones de hombros, huesos rotos, y daños en ligamentos y tendones. Diecisiete operaciones y una rehabilitación intensiva definieron a ese período de su vida.

Richard Schaefer contrató a Ogogo como profesional para Oscar De La Hoya, y recuerdo a Richard llamándome para tener una opinión sobre Anthony. Puedo recordar que dije que seguramente se transformaría en un famoso boxeador británico, porque era muy vendible, tenía aspecto de modelo y era extremadamente agradable.  Y también podía pelear un poquito…

«Yo siempre seré un peleador en lo más profundo”, dijo Ogogo.  «En el amateurismo, di vuelta un déficit casi inaudito con un solo brazo, derrotando al representante de Georgia para calificar para las Olimpíadas.  En 2012 derroté al No. 1 del mundo, un ucraniano ante quien nadie me daba chances. Lo hice todo con un hombro reparado, un tendón de Aquiles golpeado, una costilla rota y, para peor, con mi madre en coma y sin saber si volvería a verla con vida.  En el profesionalismo y volví a pelear una vez más con un solo brazo. Una vez en Alemania tuve que colocar nuevamente el brazo en su sitio usando mi propia rodilla entre un round y otro. Finalmente, en mi última pelea, traté de boxear durante ocho rounds, aun cuando la órbita de mi ojo estaba destruida y yo estaba impedido de ver en un 78 por ciento».  Ogogo nunca abandonó. Jamás.

Yo trabajé con Anthony en estudio, en radio y televisión, y lo he entrevistado muchas veces para The Telegraph.  Esta fue la actitud que siempre me mostró. «Siempre dije que el boxeo es un retrato de la vida; el boxeo me ha enseñado muchas cosas en la vida.  Al igual que la vida, el boxeo no es justo». Ahora, empero, estará «mordiendo el protector bucal metafórico».

«Estoy mordiendo con fuerza y tratando de hacer algo por mi propia cuenta.  He pasado por muchas cosas en mi carrera. He tenido 17 operaciones y he sufrido todos los dolores imaginables», explicó.  «He ganado, perdido, llorado y me he lastimado. Pero si me preguntaran si lo haría de nuevo lo haría. Sin pensarlo. Amo este deporte».  Gran hombre, grandes palabras, actitud de campeón.

Gareth A Davies es el periodista de boxeo del periódico The London Telegraph.

 

Por Jorge Milhe

Observatorio de promesas

El rostro del boxeo le pertenece ahora mismo a un nativo de Guadalajara, Jalisco, México: Canelo Álvarez. ¿Hay acaso otras potenciales estrellas de Jalisco? ¿Y qué se puede decir de Ciudad de México y de Los Mochis, que han producido docenas de campeones a lo largo de décadas?

Veamos a algunos de los más prometedores boxeadores mexicanos en ascenso que ustedes quizás no conozcan – todavía.

De la región natal de Canelo en Guadalajara tenemos a Gabriel Gollaz Valenzuela (16-2-1, 9 KOs), un elusivo, veloz y carismático peleador de peso welter junior que es parte del plantel de Eddy Reynoso, la promotora Clase y Talento.  Valenzuela, 24, atrapó la atención del Entrenador del Año del CMB, quien observó a un joven boxeador con muchas habilidades e inteligencia.

También oriundo de Guadalajara (y del mismo gimnasio de Valenzuela) es el prospecto de peso mosca Julio César Martínez (14-1, 11 KOs), conocido como “El Rey. (Es difícil ser un boxeador llamado Julio César en México y no querer ser El Rey). Martínez, quien anotó un impresionante nocaut en el quinto asalto con un golpe al cuerpo ante el clasificado por The Ring Andrew Selby el pasado 23 de marzo en Metepec, México, ya está clasificado en el 2do puesto por el CMB, y este dinámico y bravo fajador ya tiene los ojos puestos en el recientemente coronado campeón del CMB Charlie Edwards, de Inglaterra.

«Estoy listo para ir a Wembley y conmover al mundo este año», le dijo Martinez a The Ring.  

Los Mochis, Sinaloa, es conocida como «el pequeño pueblito de los grandes campeones» en México.  Jorge Arce, Humberto Soto, Fernando Montiel, Hugo Ruiz, Hugo Cazares … son todos notables monarcas nacidos y criados en Los Mochis. Por eso, si están buscando a las nuevas estrellas mexicanas, tienen que buscarlas en ese lugar.

Karim Arce

Karim “Bullterrier” Arce (sobrino del múltiple campeón Jorge Arce) tiene un registro invicto (15-0-1, 6 KOs) para acompañar el talento y el lustre de su apellido.  Este prospecto de peso gallo de 20 años de edad, quien recientemente superó por puntos al decaído pero todavía capaz excampeón de las 115 libras Alexander Muñoz en ocho asaltos, es conocido por sus dinámicas combinaciones y feroz espíritu de pelea.

El zurdo de peso pluma Eduardo “Zurdito” Ramírez (22-1-3, 9 KOs) no tiene miedo de ir donde sea y pelear con quien sea, tal como lo probó en su única derrota profesional, una decisión en 12 asaltos ante Lee Selby en Inglaterra, y en su triunfo por la vía rápida en nueve rounds ante el favorito Bryan De Gracia (24-2-1, 20 KOs) en Brooklyn, New York. Ramírez puede boxear y fajarse – todo depende de lo que sus oponentes traigan al ring.  La división de las 126 libras está plagada de talentos, incluyendo a campeones como Leo Santa Cruz, Gary Russell Jr., Oscar Valdez y Josh Warrington – y Ramírez los quiere enfrentar a todos, por lo cual nunca abandona el gimnasio y siempre está listo.

José Eduardo Núñez (13-1, 13 KOs), conocido como “El Sugar” en el ring, es un promisorio peso pluma que ha capturado la atención del ex campeón en tres divisiones Fernando “Cochulito” Montiel, quien está maravillado con las habilidades boxísticas de este chico de 21 años.

Brian Mocino

«Nuestro ‘Sugar’ de Los Mochis va a estar en peleas muy grandes muy pronto”, dijo Montiel a The Ring.  «Recuerden su nombre. Por mi honor les digo que es un peleador excelente».

La Ciudad de México es el hogar del Gimnasio Romanza y de su dueño el entrenador de leyendas, don Nacho Beristain, miembro del Salón de la Fama.  Beristain ha entrenado a campeones como Gilberto Román, Ricardo López y Juan Manuel Márquez, además de Julio César Chávez, Daniel Zaragoza y Humberto “Chiquita” González, quienes entrenaron en Romanza también.  Si Nacho dice «este chico es bueno», es muy posible que ese peleador sea más que bueno.

Beristain dice que el prospecto de peso mediano junior Héctor Reyes (13-0, 10 KOs) tiene las «mejores habilidades boxísticas» entre los 70 boxeadores, amateur o profesionales, que actualmente entrenan en su gimnasio.  Reyes es cerebral, duro y elegante, según el famoso entrenador.

No muy lejos detrás del nativo de Ciudad Juárez, Chihuahua, vienen el peso gallo Israel Picazo (15-4, 8 KOs) y el peso mosca Brian Mociño (quien aparece listado como “Mosinos” en Boxrec.com). Beristain describe a Mociño (15-2, 3 KOs) como un «peleador de la vieja escuela, trabaja como un novato – puede leer bien los golpes de sus oponentes antes de que le lleguen».

Aquí tienen los nombres y algunas de las historias de estos boxeadores ascendente de los semilleros del boxeo mexicano.  No dejen de vigilarlos en el futuro.

 

Por Yuriko Miyata

El 16 de marzo, el campeón en tres divisiones Kosei Tanaka retuvo su título de peso mosca de la OMB ante el ex campeón de The Ring en el peso mosca junior Ryoichi Taguchi por fallo unánime frente a su público local en el DeAi Dome de la prefectura de Gifu. Esta pelea fue muy disputada, pero Tanaka fue el claro ganador por puntuaciones de 119-109 y 117-111 (dos veces).

Si la pelea se hubiese dado 15 meses antes tal como se había planeado, el resultado hubiese sido muy diferente.

Tanaka (13-0, 7 KOs) y Taguchi (27-4-2, 12 KOs) tenían pactado enfrentarse en un muy esperado combate de unificación en el peso mosca junior el 31 de diciembre de 2017.  Pero el pleito se cayó debido a una fractura en el hueso orbital que Tanaka, quien tenía en sus manos el título de las 108 libras de la OMB, sufriera en su combate anterior.  Taguchi, quien era dueño del título de la AMB, terminó enfrentando al monarca de la FIB Milan Melindo para unificar cinturones y sumar el de The Ring en las 108 libras en esa misma fecha.  Pero cinco meses más tarde, Taguchi perdió sus títulos a manos de Hekkie Budler.

Cuatro meses después de la cerrada derrota de Taguchi por puntos, Tanaka subió al peso mosca y ganó el título de la OMB de manos del duro fajador Sho Kimura en una pelea que fue candidata a Pelea del Año en 2018.  La victoria le dio a Tanaka el honor de transformarse en monarca en tres divisiones en su pelea número 12, empatando el récord de velocidad para ese logro en manos del rey libra por libra Vasiliy Lomachenko. A pesar de su gran hazaña, Tanaka estaba motivado para enfrentar a Taguchi.

El combate fue denominado «El Destino», en honor al motivo que los llevó a cruzarse en el ring.

Tanaka quería pelear con Taguchi desde que lo viera pelear ante Naoya Inoue en el ringside en agosto del 2013.  Tanaka admiró la resistencia de Taguchi, tanto mental como física, en esa derrota por puntos.

«Nuestras respectivas situaciones nos impidieron pelear en el peso mosca junior, pero mi esperanza de pelear con él nunca cambió», dijo Tanaka en una conferencia de prensa en enero pasado.  Taguchi estaba más motivado que Tanaka. Cumplió 32 años en diciembre pasado, y sin un título en su haber gracias a Budler, la idea del retiro regresó a su mente. Pero anunció su regreso al ring en el peso mosca, donde Tanaka había generado la noción de ser el mejor de todo Japón, y el veterano optó por desafiar al flamante monarca de la OMB sin primero probar las aguas de las 112 libras.

«Yo entiendo esos argumentos en pro y en contra de este desafío en una nueva división sin una pelea preparatoria, pero solamente estoy agradecido con la gente que me dio esta oportunidad», dijo Taguchi.  «Tanaka ha mejorado mucho, obviamente, y yo sé que va a ser un trabajo difícil superarlo sin mejorar mi boxeo en todos los aspectos. Prometo que la pelea será emocionante».

El ex campeón respaldó sus palabras, igualando el ritmo de Tanaka desde el primer round.  A comienzos del tercero, Taguchi conectó una derecha sólida que sacudió a Tanaka. Pero Tanaka mantuvo la compostura y recuperó su ritmo, lo cual rápidamente llevó a una guerra sin cuartel.  El campeón controló la acción con brillantes combinaciones y un rápido trabajo de piernas entrando y saliendo. Sus izquierdas al cuerpo cortaron la estamina de Taguchi, pero el veterano retador todavía estaba lo suficientemente fuerte como para cambiar de marcha en el noveno round y conectar golpes cortos gracias a su ingenioso trabajo defensivo.  Pero Tanaka recuperó el control en los rounds de campeonato, e hizo lo mejor posible para noquear a su admirable rival, quien mantuvo su dignidad al pelear de igual a igual a pesar de ya no tener energías.

«Fue una gran pelea gracias a Taguchi», dijo Tanaka después del combate.  «Me sentí más fuerte con esta pelea. ¿Será acaso otra candidata a Pelea del Año?»

Durante la conferencia de prensa del día siguiente, lo cual es una tradición para el boxeo japonés, el Equipo Tanaka le dijo a la prensa que planea continuar defendiendo sus cinturones de peso mosca de la OMB este año, pero mantendrá abiertos los ojos para obtener oportunidades de desafiar por un título en una cuarta división.  Tanaka es muy astuto dentro y fuera del ring, lo cual ha llevado a que algunos lo llamen «el filósofo peleador». Siempre está buscando mejorar su estilo de pelea, y debe haber aprendido mucho de sus duros combates ante rivales más maduros como Kimura y Taguchi. ¿Quién puede decir cuánto más podrá aprender y lograr en el boxeo?  Tiene apenas 23 años de edad.

Yuriko Miyata ha cubierto la escena del boxeo japonés durante más de 20 años.

 

Por Droeks Malan

Parte de ser un atleta profesional tiene que ver con lidiar con las lesiones.  Uno las evita todo lo que puede. Pero si suceden, uno camina en la cuerda floja sabiendo cuándo superar el dolor, cuándo descansar, cómo esquivarlo y cuándo es el momento de una cirugía mayor.  Esta última situación es la que se le presentó al retador de peso crucero Kevin Larena, octavo en el ranking mundial, tras una trabajosa decisión sobre Roman Golovashchenko en junio del 2018.

Tras una observación más minuciosa, lo que debió ser una operación de rutina en su hombro derecho terminó transformándose en una cirugía mayor.  Fue un obstáculo inesperado en la ruta de una carrera que había comenzado a remontar después de algunos sólidos triunfos sobre boxeadores como Micki Nielsen, Youri Kalenga y Dmytro Kucher.

La operación fue un éxito, y luego de completar un largo proceso de rehabilitación, se subió nuevamente al ring en el Emperor’s Palace de Gauteng después de nueve meses.  Frente a él estaba el retador de segunda línea Artur Mann y su registro de 15-0. No tenía la misma experiencia que Lerena, pero estaba invicto y hambriento de éxito.

Tal como es el caso con todas las lesiones, las preguntas abundaban.  ¿Tendrá Lerena la confianza necesaria para lanzar el derechazo? ¿Lo aguantará bien su hombro?  ¿Cómo le habrá afectado el largo descanso? ¿Podrá estar mejor que nunca?

En última instancia, solamente su actuación en el ring le daría la respuesta.

El primer round fue una sesión de estudio, con Lerena dando vueltas por el ring y Mann persiguiéndolo con la guardia en alto.  El alemán nacido en Kazajistán soltaba las manos cada vez que Lerena hacía una pausa, pero la mayoría de los golpes fueron bloqueados por la guardia en alto de Lerena.  El ambiente estaba sombrío hasta que el peleador local conectó un derechazo al cuerpo que logró una reacción del público.

La pelea se despertó en el segundo round, cuando ambos hombres decidieron plantar sus pies y ver qué tenía el otro, impulsando un par de buenos intercambios.  Lerena conectó una zurda recta muy dura y otra de sus favoritas, una combinación de recta de izquierda y gancho de derecha desde su postura zurda para alzarse con el round, aunque Mann se mantuvo con vida conectando una dura derecha también.

El tercer asalto vio a Lerena asentándose en un buen ritmo, lentamente cambiando su ataque entre cuerpo y cabeza.  Mann mostraba mucha decisión y seguía respondiendo, pero quedó claro que el buen momento de la pelea estaba girando hacia la estrella local.

Cuando otra izquierda recta sacudió a Mann en el cuarto round, ya todo estaba escrito.  Una combinación posterior acentuada por duros golpes ascendentes lo depositó en las lonas.  Se las arregló para superar el conteo, pero Lerena estaba encima suyo como un tiburón hambriento. Le bajó a Mann la guardia con golpes al cuerpo y lo conectó con una terrible combinación de gancho y recta que lo depositó en las lonas junto a las sogas.  Mann demostró tener corazón al levantarse enseguida, pero luego cayó nuevamente, claramente incapacitado para continuar.

Fue una actuación impresionante por parte de Lerena, más aún por las circunstancias previas al combate.  Inicialmente conocido como «The KO Kid» y luego adoptando el apodo de «Dos Pistolas», cuando dejó de noquear oponentes (tal como pasa cuando se sube de nivel de oposición) parece haber redescubierto algo de su potencia, lo cual lleva a preguntarse qué rol ha tenido la lesión en su hombro en sus actuaciones anteriores.

A pesar de que Lerena y su récord de 22-1 se encuentra en la misma situación que su compañero, el peso welter Thulani Mbenge – ambos están en una división con un grupo de verdaderos asesinos en la cima del ranking – el salto de Aleksandr Usyk al peso pesado seguramente dejará algunos cinturones en el camino.  Si la oportunidad se presenta, quizás no sea muy descabellado pensar que este popular retador se alce con uno de ellos.

Y algo más:  Dada su última actuación y el hecho de que tiene apenas 26 años, quizás es hora de retirar ese apodo de «KO Kid». Ya no es ningún niño.

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