Wednesday, April 24, 2024  |

By Don Stradley | 

SER CAMPEONES EN DIFERENTES ERAS NO EVITÓ QUE MUHAMMAD ALÍ Y JOE LOUIS SE LANCEN DESAFÍOS VERBALES ENTRE SÍ

Durante el primer reinado de Muhammad Alí, mientras derrotaba a un retador tras otro, era común que los periodistas de boxeo se preguntaran cómo le hubiese ido ante los legendarios pesos pesados del pasado. De hecho, estas confrontaciones hipotéticas fueron una obsesión nacional. El boxeador que más se mencionaba en estas oportunidades era Joe Louis, quien había dejado el título vacante en 1949 cuando Alí era todavía un niño en Louisville, Kentucky. Los expertos del boxeo se enredaban en debates interminables para decidir entre Alí, el maestro del bailoteo y la velocidad, y Louis, decididamente uno de los pegadores más devastadores de la historia. Los escribas, mayormente provenientes de la era de Louis, usualmente elegían al humilde campeón de la era de la Segunda Guerra por sobre el arrogante Alí. Como el tema no terminaba de desaparecer, a menudo Alí y Louis también eran arrastrados a esta conversación. Ellos eran educados al comienzo, incluso hasta amigables, pero en última instancia lo que emergía era una guerra de palabras que se desarrollaba en vivo en la televisión, en las páginas de diarios y hasta en las mismas páginas de The Ring.

Louis y Alí claramente sabían lo que ellos representaban. A pesar de que se podía argumentar en favor de otros boxeadores también, ellos dos eran los dos más importantes de su siglo. Por eso, los productores televisivos y editores de revistas les daban plataformas para que pudiesen intercambiar críticas. Como ninguno de los dos cedía ni una pulgada al otro, y el diálogo a menudo se tornaba hostil, ellos crearon una especie de dinamita cultural e inter-generacional.

El primer choque tuvo lugar en febrero de 1964, cuando Louis visitó el Gimnasio de la Calle 5 en Miami, donde Alí entrenaba para enfrentar al campeón Sonny Liston. Louis le dijo a la prensa que Alí, todavía conocido como Cassius Clay, no tenía pegada, y que Liston «lo mataría». Louis podría tener un motivo para eso, porque era amigo de Liston y tenía planes para ser su promotor. Aun así, Louis quedó impresionado cuando Alí derrotó a Liston por nocaut en el séptimo asalto y se quedó con el título. «Hasta Joe Louis me dijo que hice un buen trabajo», le dijo Alí a United Press. «Y ya sabes lo grande que era. Hace falta un grande para reconocer a otro grande».



Sonny Liston y Joe Louis

Ambos siguieron siendo buenos amigos durante los siguientes años. Alí respetaba mucho al viejo campeón, y Louis parecía divertirse con Alí. Sin embargo, la naturaleza jocosa de Alí era incontrolable. Cuando se presentaron juntos en un programa televisivo a comienzos de 1966, el enfoque giró hacia la pregunta de quién era el mejor boxeador. Alí preguntó «¿Piensas acaso que hubieses tenido alguna chance conmigo?» Louis, tranquilo como una piedra, recordó su infame gira ante rivales de poca monta, comúnmente llamada como «El Vago del Mes».

Los ojos de Alí se abrieron de par en par. «¿Yo hubiese sido un vago comparado contigo?»

«Tú hubieses estado en la gira», dijo Louis.

En otra ocasión, Alí dijo que había tenido un sueño en el que noqueaba a Louis. Louis sonrió socarronamente, y dijo «ni siquiera lo sueñes».

La jocosa rivalidad se hizo amarga antes del combate de Alí ante George Chuvalo en marzo del ‘66. Alí había empleado a Louis como asesor, pero los intentos de Louis de guiar a Alí fueron ignorados. La realidad era que Alí había contratado a Louis, quien estaba en problemas financieros, por generosidad, pero no tenía ninguna intención de escucharlo. Louis se puso furioso. Se quejó ante Associated Press sobre la «bocaza» de Alí, y agregó que «sería algo bueno para el boxeo que le den una paliza». En una movida sorprendente, Louis abandonó a Alí y se unió al entorno de Chuvalo. Cuando Alí ganó por decisión en 15 asaltos, Louis escribió una columna para una agencia de noticias canadiense, en la que se encargó de alabar a ambos peleadores. Y terminó diciendo «desearía, empero, ser yo quien hubiese peleado con Cassius Clay».

Alí dijo que había tenido un sueño en el que noqueaba a Louis. Louis sonrió socarronamente, y dijo «ni siquiera lo sueñes».

Louis pareció arreglar las cosas con Alí, pero al igual que muchos estadounidenses, no estaba muy complacido con la vida personal de Alí. No aprobaba que Alí se uniera a la Nación del Islam, y continuó durante años llamándolo «Clay». También se mostró decepcionado por la posición de Alí contra la guerra en Vietnam. Louis había sido voluntario para el Ejército durante la Segunda Guerra Mundial, y no estaba de acuerdo ni entendía la postura anti-bélica de Alí. Cuando Louis dejó en claro su descontento, Alí contragolpeó con el mismo insulto que usó contra Floyd Patterson, Ernie Terrell, y más tarde contra Joe Frazier, llamándolo «Tío Tom» y «campeón del hombre blanco».

Louis subió la apuesta en una nota que apareció en periódicos y en el número de febrero de 1967 de la revista The Ring. En una nota llamada «Cómo yo hubiese destruido a Clay», el ex campeón de 52 años atacaba al monarca reinante del peso pesado. «(Clay tiene) un millón de dólares de confianza, y diez centavos de coraje», dijo Louis. En el artículo, que fue «dictado» a George Whiting del periódico London Evening Standard, Louis desestimó a Alí como un peleador sin quijada y poca pegada. A pesar de que Whiting aplicó un poco de lustre a la prosa de Louis, la parte en la cual Louis habla de boxeo suena como si hubiese salido directamente de su boca. «Yo hubiese sido capaz de darle una paliza… podría presionarlo, castigarlo, arrastrarlo, conectarlo con todo lo que tengo, cortarle su velocidad, pegarle en las costillas. Lo castigaría al cuerpo, ahí donde el dolor realmente se siente». Louis terminó la historia con una nota respetuosa en la que decía que Alí era «un buen muchacho y un peleador astuto», pero no había duda de lo que realmente pensaba Louis de la mayor estrella del boxeo de entonces.

En un artículo en The Ring posterior a eso, titulado «¿Louis me daría una paliza? ¡Debe estar bromeando!», Alí refutó a Louis diciendo que el ex monarca era demasiado lento. La nota no hablaba solamente sobre Louis, empero, porque Alí tocó varios temas. Más allá de eso, The Ring supo que la rivalidad entre Alí y Louis era buena para las ventas, y presentó esa nota como artículo principal, centrándose en la pelea entre ambos.

A pesar de que Louis y Alí posaban a menudo juntos para algunas fotos, Y Alí solía mostrarse como bromista en sus amenazas, el artículo de Louis siguió siendo discutido durante varios meses. Los reporteros lo citaban religiosamente, particularmente el comentario de Louis sobre la falta de coraje de Alí. Sin importar lo que hizo Alí, pareció como si Louis siempre lo estuviese observando como un juez sombrío. Después de su victoria sobre Terrell, el periodista Howard Cosell de ABC le dijo a Alí que Louis lo había finalmente proclamado como un gran peleador. Alí se encogió de hombros, «no me interesa lo que dijo».

El nombre de Louis resurgió nuevamente en «A.k.a Cassius Clay», un documental de 1970 producido durante el exilio de Alí del boxeo. En un intercambio muy animado con el entrenador Cus D’Amato, Alí ridiculizó a Louis como un «tipo lento», y se burló de los oponentes de Louis como poco dignos de él. «Quizás tenía buena pegada», dijo Alí, «pero eso no significa nada si no puedes encontrar nada para golpear». Mientras miraba una vieja película de Louis castigando a un oponente, Alí simplemente sonreía socarronamente. «Hoy es un día diferente», dijo Alí.

Sin duda lo fue. Y ese fue, quizás, el problema. Louis había sido un héroe en las décadas del ‘30 y ‘40, mientras que Alí personificaba a los ‘60s. Así como esto era un choque de estilos, también era una confrontación de generaciones, un enfrentamiento de ideologías que era un reflejo de lo que estaba pasando en todo el país. El hijo de Louis, Joe Louis Barrow Jr., dijo que su padre apreciaba a Alí por el modo en que le brindó un nuevo vigor al boxeo. Pero tal como Barrow le dijo al biógrafo de Alí, Thomas Hauser, «hubieron momentos en que hubo muchos malos sentimientos entre Muhammad y mi padre».

Peleadores de diferentes generaciones se han enfrentado verbalmente en tiempos más recientes, usualmente a través de las redes sociales. Floyd Mayweather Jr. Y Sugar Ray Leonard han intercambiado alguna que otra grosería, así como lo han hecho Deontay Wilder y Mike Tyson. A veces es entretenido. A veces no lo es. Ciertamente no es nada nuevo. Desde la era del boxeo sin guantes, los boxeadores mayores han criticado duramente a quienes han venido después, como si todavía estuviesen tratando de conectar un último golpe de nocaut, esta vez desde la seguridad de su retiro. Incluso Louis escuchó su buena dosis de comentarios negativos en sus primeros días, y ningunos más chillones que los de la boca repleta de dientes dorados de Jack Johnson.

Durante los mejores días de Louis, Johnson a menudo hacía declaraciones públicas muy negativas sobre el estilo de Louis. También insistió en que Louis nunca hubiese podido derrotar a los boxeadores de 30 años atrás, cuando Johnson había sido el peso pesado más destacado del mundo. Cuando Max Schmeling anotó su dramático nocaut sobre Louis en 1936, le dio crédito a Johnson por señalar las fallas en el estado físico de Louis. (La noche de la victoria de Schmeling, Johnson recorrió Harlem mostrando el fajo de billetes que había ganado por su apuesta en contra de Louis, y supuestamente fue atacado por un grupo de fanáticos de Louis). Incluso hasta en 1946, cuando Louis había sido campeón por casi una década, Johnson le dijo a Nat Fleischer, de The Ring, «yo todavía pienso que la forma de pararse de Louis es incorrecta».

Johnson no comenzó como enemigo de Louis. Originalmente quiso ser parte del círculo de amigos de Louis, pero los manejadores de Louis, John Roxborough y Julian Black, y el entrenador Jack Blackburn, no querían que el controversial Johnson se acercara para nada a su boxeador. Sintiéndose insultado, Johnson se asignó a sí mismo el rol de crítico implacable de Louis. Johnson a menudo le dio a Louis su merecido, pero no muy seguido. Una vez menospreció a Louis ante el columnista John Lardner diciendo «no puede recibir bien los golpes, no es brillante, y su trabajo de piernas es horrible». Johnson dijo que el trabajo de piernas de Louis era «el pasito cansadito».

En 1941, Johnson aceptó una oferta para entrenar al retador Abe Simon para su oportunidad de disputar el título de Louis. Sin importar si Johnson pensaba que Simon tenía una chance legítima o si veía esto como una oportunidad para confrontar con Louis, el caso fue que Johnson se pasó días asesorando a Simon. Nada lo ayudó. Louis noqueó a Simon en el 13er asalto. Veinticinco años más tarde, cuando Louis se unió al equipo de Chuvalo ante Alí, las similitudes eran tremendas. ¿Acaso Louis se dio cuenta de que la historia se repetía?

A pesar de que Johnson negó estar celoso de Louis, seguramente había tomado nota del éxito de Louis. Después de ser el primer campeón de peso pesado de raza negra, Johnson quizás pensó que se merecía algo de crédito por haberle abierto el camino a Louis. Pero los halagos no llegaban, y los admiradores de Louis veían a Johnson como un viejo cascarrabias. Louis rara vez dijo algo en público sobre Johnson, pero en las ocasiones en las que Johnson llegaba sin ser invitado a su gimnasio, Louis no empezaba a guantear hasta que Johnson se marchaba. En general, la conexión de Louis con Johnson era incluso más complicada que la de Louis con Alí.

Para la década de 1970, Alí se había transformado en el atleta más reconocido del planeta, mientras que Louis se hundía en las sombras nuevamente, atribulado por problemas de salud. Para entonces, Alí había suavizado su postura sobre Louis. Incluso cuando Louis decía que hubiese superado fácilmente la nueva táctica de «rope-a-dope de Alí, éste respondía «probablemente lo hubiese logrado». La rivalidad, si es que había sido real en primer lugar, parecía haber terminado. Cuando Louis falleció en 1981, Alí fue uno de los porteadores del féretro en su funeral.

El amigo de Alí Gene Kilroy alguna vez contó una historia que puso a ambos peleadores en una perspectiva interesante. Sucedió en un momento en que Alí visitaba un hogar de asilo para pasar la tarde con los enfermos y los ancianos. Un hombre de avanzada edad se sentó en la cama y miró a Alí, incrédulo. La enfermera preguntó «¿Sabes quién este señor?» El viejo dijo «¡Oh, Dios mío! ¡Es Joe Louis!” Alí le hizo el juego y le dio un abrazo al hombre. «Así es», dijo Alí. «Yo soy Joe Louis». Más tarde, Alí dijo que fue bueno que este señor piense que había conocido a su ídolo.

A pesar de las diferencias en estilo y temperamento, Alí y Louis eran similares en el modo en que impactaron a la sociedad más allá de los deportes. Ambos fueron gigantes. Previsiblemente, también sufrieron de una gran inseguridad. Es posible que ambos hayan tenido temor a quedar a las sombras del otro. Quizás sus naturalezas competitivas los hicieron sentir como si hubiese espacio para solamente un gigante.

De ser así, estuvieron equivocados. Siempre hay espacio para más gigantes. En los Estados Unidos, necesitamos todos los que podamos conseguir.